Bolsas de plástico, una amenaza para el medio ambiente

El 3 de julio se celebra el Día internacional sin bolsas de plástico, con el fin de rechazar las de uso único todo el año
Por Sabina Hourcade, Surfrider Foundation Europe 3 de julio de 2013
Img bolsaplastico

Se necesitan 5 minutos para producir una bolsa de plástico, su vida útil es aproximadamente de 12 minutos, sin embargo tarda siglos en degradarse, sin desaparecer completamente debido a que se fragmenta en trocitos minúsculos. Sin embargo, cada ciudadano consume al año entre 280 y 300 bolsas de plástico, según datos del Ministerio de Medio Ambiente (MAGRAMA). La mayoría acaba en nuestros océanos donde tiene un efecto devastador en la fauna y la flora marina. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), entre un 70 y 90% de los residuos acuáticos que se encuentran en las playas son plásticos. Solo en 2008 se produjeron casi tres toneladas y media de bolsas de plástico en toda Europa y cada año circulan 800.000 toneladas de estas bolsas en la Unión Europea (UE).

¿Por qué es nocivo el residuo plástico?

Las bolsas de plástico dañan o incluso pueden matar a los animales marinos. Muchas especies marinas no saben distinguir entre los residuos y sus presas habituales: las tortugas, por ejemplo, pueden ingerir bolsas de plástico al confundirlas con medusas. Asimismo la acumulación de contaminantes en el fondo marino empobrece los suelos al bloquear el intercambio de agua y sedimentos. Numerosos animales pueden enredarse en los diferentes tipos de residuos plásticos. Algunos morirán por las heridas, otros tendrán dificultades para moverse y se convertirán en presas fáciles para sus depredadores.

Entre un 70 y 90% de los residuos acuáticos encontrados en las playas son plásticos, según Naciones Unidas
Debido a la acción de las olas, de las corrientes, del sol, las bolsas de plástico se fragmentan en trocitos minúsculos denominados microplásticos, por lo que resulta imposible retirar estos residuos del medio marino. En algunos lugares del mundo, podemos encontrarnos seis veces más cantidad de plástico que de plancton marino, que es la base de la cadena trófica.

Además, cuando el plástico se descompone, puede liberar sustancias tóxicas que se introducen en su composición, como los ftalatos, los bifenilos o el bisfenol A, que alteran el sistema endocrino. A largo plazo, los microplásticos pueden volver a la cadena trófica, acabando en nuestra mesa a través de pescados, crustáceos, etc. pudiendo entrañar consecuencias nefastas para nuestra salud.

Las leyes fomentan la reducción de bolsas

Desde hace ya varios años se están observando cambios relevantes en los hábitos de los consumidores españoles, promovidos en parte por las normativas tanto europeas como nacionales. El Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR) ya establecía que el consumo de las bolsas de plástico de uso único debía reducirse en un 50% para 2010.

En el marco de La Ley 11/2010, Andalucía creó y reguló el Impuesto sobre las Bolsas de Plástico de uso único, gravando así el suministro de bolsas de plástico en los establecimientos comerciales situados en el territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Con la aprobación de la Ley 22/2011 de 28 de julio de Residuos y Suelos Contaminados, España estableció un calendario para la sustitución progresiva de las bolsas de plástico no biodegradables hasta su total prohibición en 2018.

La mayoría de los supermercados generalizaron el cobro de la bolsa de plástico. Eroski fue la primera empresa de distribución en usar bolsas reutilizables. Ahora se ha convertido en la única cadena que cambia estas bolsas cuando se rompen o se deterioran de forma totalmente gratuita. En mayo de 2011 la Unión Europea empezó a estudiar la prohibición de las bolsas de plástico de uso único.

Rise Above Plastics

En 2012, Surfrider Foundation Europe se enmarcó en la campaña Rise Above Plastics (Mas allá del plástico), campaña de concienciación sobre los plásticos de uso único centrado en tres objetivos: la minimización del vertido de residuos plásticos en océanos, mares y en el litoral, la responsabilidad de los ciudadanos en cuanto a su «eco-conducta» diaria y una reflexión conjunta sobre nuestra forma de consumir. Conviene recordar que el mejor residuo es aquel que no se produce.

Acción de lobby mediante la postal

En el marco de esta campaña Surfrider ha iniciado en 2013 una acción de lobby. Ha hecho un llamamiento participativo para que los ciudadanos firmen una postal, con el fin de conseguir que la Unión Europea prohíba la distribución de bolsas de plástico de uso único. Todas las postales se enviarán a la delegación belga de Surfrider, en Bruselas, quién las entregará al comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, el 15 de noviembre en un acto oficial. Para conseguir las 20.000 firmas que pretende entregar, Surfrider ha abierto dos vías: bien firmando la petición a través de la página web o bien en formato papel a través del correo electrónico de Surfrider (contact.suratlantico@surfrider.eu).

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