Cadenas para la nieve

Conviene ensayar su montaje al menos una vez antes de que llegue la nieve
Por María Landa 14 de enero de 2004

Pocas personas se acuerdan de las cadenas hasta que no quedan atrapadas en la carretera por un temporal de nieve. Aunque la Dirección General de Tráfico no obliga a llevarlas en el maletero, conviene saber que si la calzada está cubierta de nieve o hielo, cualquier agente nos puede impedir que circulemos hasta que nos hagamos con unas cadenas. Pero, llegado el momento, ¿sabría qué cadenas comprar? ¿Y cómo colocarlas? Los especialistas recomiendan leer sus instrucciones de uso e intentar montarlas y desmontarlas en un lugar cómodo antes de encontrarse en una situación de emergencia, porque lo que en teoría resulta una labor sencilla puede convertirse, en medio de una ventisca y con las manos heladas, en un verdadero calvario.

Diversidad de precios y modelos

En la elección de las cadenas es prioritario fijarse en la referencia que aparece escrita en el lateral de los neumáticos (anchura, altura y tamaño de la llanta). En ella se facilita toda la información para que el cliente las elija en función de la frecuencia con la que se vayan a utilizar y del presupuesto que tenga, porque la oferta es muy amplia pero la diferencia de precios también. Ahora mismo, el consumidor puede encontrar cadenas con precios que oscilan entre los 12 euros de las más simples hasta los más de 400 euros de las más sofisticadas, según datos ofrecidos por Auto Pastor, establecimiento especializado en complementos para los coches. Los tipos de cadenas más habituales en las tiendas son:

  • Cadenas de gama sencilla: metálicas simples de aro flexible
  • Cadenas de gama media: metálicas con tensor autobloqueante
  • Cadenas de gama alta: Spikes spider
  • Cadenas de gama muy alta: Contrax Steg
  • Última novedad: fundas textiles antideslizantes

Las cadenas más comunes son las metálicas de aro flexible con precios que van desde los 12 euros de las más básicas hasta 90 euros, aproximadamente. Dentro de este tipo existen varias calidades según la cadena y la forma que tengan. El funcionamiento de estas cadenas metálicas, según explica Iñaki García, responsable de compras del concesionario Fiat Deltavi consiste en “abrazar al neumático para evitar que sea la propia rueda la que vaya por la nieve. Hace que el coche no patine porque permite un mayor agarre en nieve y hielo, ya que la cadena se asienta en el suelo y el neumático puede hacer tracción”.

Existen tres modelos distintos de cadenas metálicas: la transversal, la de rombos y la de 8 milímetros. “Estas variaciones dependen del dibujo de la cadena, ya que hay algunas que tienen más superficie y por lo tanto mayor adherencia al suelo”, aclara Iñaki García. La transversal es la más simple porque deja partes de la rueda sin cubrir. La de rombos cubre toda la superficie y por tanto el neumático va pisando siempre cadena. El aro de 8 milímetros “está indicado para coches con suspensión muy pegada que no pueden meter cadenas más anchas como la medida habitual de 12 milímetros.”, comenta María José Fernández, de Auto Pastor.

Las de gama media son las cadenas metálicas que incorporan un tensor autobloqueante o en algunos casos dos, para evitar que la cadena se salga de su sitio cuando el coche está en marcha. Consiste en una cuerda elástica que se fuerza hasta engancharla en un hueco metálico. Este modelo mantiene las cadenas centradas en su sitio y reduce las vibraciones, aunque esta ventaja también se refleja en el precio, que sube un poco respecto a las metálicas simples.

La mayoría de los especialistas coincide en que casi todas son fáciles de montar si se ha practicado con anterioridad. Para Iñaki García, “el montaje se complica a menudo por la nieve y el frío. Se trataría de abrazar la cadena a la parte de dentro del neumático, e ir cubriendo poco a poco toda la rueda. Finalmente se tensaría y amarraría por la llanta, es decir por la parte exterior para que la cadena quede perfectamente ajustada”.

Spikes Spider, montaje más fácil y rápido

Otro tipo de cadena más sofisticado y muy fácil de colocar es el conocido como “Spikes Spider“, que significa patas de araña. El montaje de sujeción (la parte más difícil) debe hacerse de antemano y consiste en cuatro tornillos que se ponen en la llanta, donde después se ajustaría la cadena cuando llegara el momento. “Algunas llantas tienen unos discos negros salientes que parece que salen del neumático. Se trata de un centro que se amarra a la llanta y se queda fijo en el coche aunque no haya nieve porque no molesta para la conducción. Después lo que se hace es acoplar la cadena a este sistema. Así que la cadena en lugar de amarrarse a sí misma se amarra a este centro”, detalla García, del concesionario Fiat.

Celestino Perianes, jefe de repuestos del servicio técnico de Volvo asegura que esta cadena se encuentra entre las más demandadas por los clientes. “Sobre todo para la gente que practica el esquí o que vive en zonas con mucha nieve. La “Spikes Spider” va atada a los tornillos de las ruedas y es rígida. Parece que se abrieran 5 ó 6 patas de una araña que van enganchadas al neumático, de ahí su nombre. Son más fáciles de poner, pero su precio es muy elevado al superar los 300 euros”.

El modelo de gama más alta es “Contrax Steg“, basada en el mismo mecanismo de la “Spikes Spider“. La diferencia es que las primeras sólo necesitan del montaje de un tornillo en la llanta, en lugar de los cuatro que llevan las otras. Cuando la nieve sea abundante, conviene sobreponer una estructura de caucho y cuatro radios metálicos con un núcleo central, del que sale una cuerda elástica para tensar perfectamente la estructura. Aunque tienen una apariencia aparatosa, se colocan en menos de un minuto. Estas cadenas son las más caras del mercado y dependiendo del tamaño del neumático su precio puede acercarse a los 400 euros.

La funda de tela

Desde hace algo más de un año encontramos en el mercado una novedad que sustituye a las cadenas de toda la vida. Se llaman fundas textiles antideslizantes, y tal y como explica Iñaki García “se trata de fundas plásticas no metálicas que ofrecen el mismo rendimiento que las cadenas. La colocación es más sencilla porque se trabaja con un material más flexible que la cadena, que es más rígida y más complicada de ajustar. Es como poner un guante de tela al neumático, tensándose de la misma manera que las cadenas”. Además del montaje fácil, estas fundas de tela tienen otras ventajas: ocupan mucho menos espacio, pesan menos, y permiten su utilización en neumáticos de diferentes tamaños según se tensen más o menos.

Fernández, de Auto Pastor, insiste en su fácil manejo al alcance de cualquiera. “No se requiere ningún tipo de habilidad ni de fuerza”. La colocación es muy sencilla y tiene la suficiente resistencia para que el coche no patine con nieve y hielo. Se debe colocar por la parte superior de la rueda y mover el coche hacia delante y hacia atrás para cubrirla entera”. Aunque son entre 10% y 15% más caras que las metálicas de gama media, su precio, unos 100 euros, es más asequible que el de las “Spikes spider“.

Además de todos estos sistemas, se encuentran los “sprays antideslizantes” para las ruedas. Desde Michelín España, Jesús Villar no los recomienda más que para una emergencia. “Son poco fiables y sólo sirven para salir de un apuro. Te puede ayudar a sacar el coche de un atolladero pero no te puedes desplazar muchos kilómetros. Si tienes que subir una rampa con nieve, por mucho “spray” que le pongas, el coche patinará en la pendiente”. García opina lo mismo sobre este tema. “Es mejor que no tener nada, pero donde esté una buena cadena o funda, que se quite lo demás. Puede venir bien para salir de una rodada ya hecha, pero en una profunda no sirve”.

Neumáticos de nieve y normas a seguir

Hasta hace unos años, los neumáticos de nieve sólo se usaban en los países del norte de Europa, donde la nieve está presente durante muchos meses al año, pero cada vez más conductores optan por esta solución para no tener que estar pendientes de las cadenas. Celestino Perianes, de Volvo, ha constatado, que los clientes suelen cambiar de neumáticos dos veces al año. “El usuario tiene dos juegos de ruedas, las normales y las de invierno. Las primeras las ponemos desde marzo hasta octubre y el resto del año se montan las de nieve. El problema es que se tiene que tener cuatro cubiertas y cuatro llantas de repuesto”.

Estos neumáticos para nieve cuestan un poco más que los normales, entre el 5% y 10% más, según Villar. “Son ruedas con unas pequeñas láminas que sustituyen perfectamente a las cadenas en situación de carretera con nieve. Cuando no hay nieve se puede rodar igual que con los otros neumáticos, la única limitación es no superar los 210 km/h. Al principio eran un poco más ruidosas que las normales, pero las nuevas gamas han corregido los errores primitivos y en estos momentos no presentan ningún problema”.

La dirección general de tráfico permite llevar estos neumáticos en lugar de las cadenas siempre que estén homologados. Para ello deben llevar la inscripción M + S (Mud and Snow, barro y nieve), que indica que la cubierta ha sido especialmente diseñada para usarla sobre barro y nieve. Aunque son muy cómodas para la nieve, en caso de hielo no hay nada que sustituya a la cadena, reconoce Villar, “porque la rueda no tiene nada donde agarrar y el agarre sólo se produce rompiendo ese hielo con la cadena. Esto se puede lograr también con ruedas de clavos, que en algunos países están prohibidos. Se recomiendan únicamente para países con condiciones meteorológicas extremas”.

Normas de seguridad para poner y usar cadenas

Una vez elegidas las cadenas, cuando llega el momento de colocarlas y usarlas hay que tener en cuenta varias recomendaciones o medidas de seguridad:

  • Intentar llevar el coche hasta un lugar seguro en el arcén para no entorpecer el tráfico. Lo mejor es aparcar el vehículo en recta y en un tramo sin pendiente.
  • Ponerse el chaleco reflectante.
  • Colocar los triángulos de seguridad antes de montar las cadenas.
  • Poner las cadenas siempre en las ruedas que llevan la tracción.
  • Si se utilizan cadenas convencionales, una vez puestas hay que retensarlas a los pocos metros. Si son autotensables no es necesario.
  • No circular a más de 50 km/h en ningún caso .
  • Conducir de forma muy suave y evitar siempre que se pueda cambios de marchas.
  • No hacer adelantamientos peligrosos ni frenadas violentas.
  • Quitar las cadenas en cuanto desaparezca la nieve para evitar daños en el vehículo por las vibraciones.
  • Después de su uso, lavarlas con agua y secarlas para que no se oxiden.
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