¿Caso fortuito o fuerza mayor?

Establecer esta distinción en determinados accidentes puede suponer la diferencia entre recibir o no una indemnización.
Por EROSKI Consumer 30 de abril de 2003

El problema surge en la tenue frontera que divide el significado de ambos términos. De hecho, según recoge la revista Dinero y Derechos publicada por la OCU, lo más probable es que no se pueda alcanzar un acuerdo amistoso y haya que recurrir a los tribunales.

El caso se ilustra con un suceso real en el que una persona, dentro de su coche, parado y con la ventanilla abierta sufrió lesiones en el ojo a consecuencia de una piedra que saltó al paso de otro vehículo. El afectado demandó a la aseguradora del coche que le provocó las lesiones, pero ésta se negó a indemnizarle alegando que el percance se había producido por causa de fuerza mayor.

La víctima recurrió a los tribunales que le dieron la razón al entender que la fuerza mayor se debe a un factor ajeno como un rayo o un huracán mientras que el accidente se produce por efecto de una actividad, en este caso la circulación y la existencia de gravilla en la calzada. Por tanto, y al tratarse de un caso fortuito, la aseguradora se vio obligada a indemnizar.

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