Un estudio revela que la exposición prolongada al ordenador aumenta los casos de fatiga visual

Los oftalmólogos han catalogado esta nueva patología como "síndrome visual informático"
Por EROSKI Consumer 15 de mayo de 2003

La Academia Americana de Optometría ha publicado un informe en el que afirma que el uso prolongado de los ordenadores provoca problemas de fatiga visual a más del 70% de los empleados que requieren de algún terminal para desempeñar su profesión. Los oftalmólogos han catalogado esta nueva patología como «síndrome visual informático». Los afectados experimentan hipersensibilidad a la luz, picores, irritación, mareos constantes, lagrimeos y enrojecimiento de los párpados y córnea. En la mayoría de las ocasiones, los especialistas achacan esta enfermedad a problemas en la ubicación de los equipos informáticos en el puesto de trabajo. Una deficiente iluminación en la sala y los contrastes molestos favorecen la aparición de este tipo de patología.

¿Cómo detecta alguien que padece fatiga visual? «Si al acabar el día que trabajas frente al ordenador terminas con la vista cansada, pero cuando estás de fiesta te encuentras perfectamente de los ojos, es que padeces fatiga visual. Se detecta por la sensación de cansancio en la vista o porque te frotas asiduamente los ojos» explica el oftalmólogo Javier Mendicute, jefe del servicio de oftalmología del Hospital Donostia, en San Sebastián.

Los usuarios en edad de padecer presbicia son los pacientes que más cuidados deben adoptar ante una pantalla de ordenador. «Porque tienen que trabajar a diferentes distancias. Necesitan gafas de cerca, para leer a una distancia de 30 centímetros; pero trabajan con un ordenador a más de medio metro. Hay que adaptar sus gafas y por lo tanto su vista a esas medidas. Es problemático. Hay que plantearse gafas trifocales o progresivas: de cerca, medio y lejos. Y ver el nivel de exigencia del propio paciente y el trabajo que debe realizar», señala Mendicute.

Reducción del parpadeo

Los oftalmólogos lo primero que hacen es descartar que exista algún defecto de visión, como miopía, hipermetropía o astigmatismo, presbicia si se es mayor de cuarenta años, o patología ocular. Una vez corregido ese defecto «para que el trabajador se encuentre en su medio laboral en las condiciones idóneas», se deben realizar pruebas de los motivos de las molestias visuales. Uno de ellos, quizá el más habitual, es la reducción de la frecuencia del parpadeo. «Está muy estudiado. Cuando una persona trabaja frente a una pantalla de ordenador, baja su frecuencia de parpadeo. Al disminuir, la lágrima no se distribuye bien. Otra consecuencia es que la lágrima se evapora antes ante la mayor exposición ocular, con lo que aparece antes la fatiga visual», detalla Mendicute.

La influencia de los ordenadores sobre la vista de quien los maneja asiduamente es bastante alta. «Los que tienen rayos catódicos, con un fondo largo tras la pantalla, pueden emitir radiaciones ultravioletas, infrarrojas y electromagnéticas. Estas eran al principio las más relevantes y contra las que había que protegerse con aquellos filtros de pantalla», recuerda el oftalmólogo. Con las normativas europeas y la nueva tecnología, la radiación electromagnética o de rayos X es mínima. Las pantallas líquidas no emiten radiación, «pero tienen un inconveniente para aquellos que trabajan en diseños o gráficos: arrastran la imagen, es decir, no es nítida completamente».

Polvo en el monitor

Perjudica también el hecho de que la superficie del monitor esté llena de polvo o el lugar donde se encuentra no sea el apropiado por la iluminación, o el calor que se acumula en el espacio donde se encuentra la pantalla y la ventilación de toda la oficina donde se trabaja con terminales. «Si vas a trabajar varias horas seguidas, la pantalla debe estar delante; debe estar inclinada hacia atrás cinco o diez grados respecto a la vertical, porque la tendencia del usuario es a trabajar con la cabeza un poco más baja de lo habitual y ver la imagen más centrada; el texto debiera estar un poco por debajo de la línea de la mirada», apunta Mendicute.

En cuanto a la iluminación ambiental, el responsable de Oftalmología del hospital guipuzcoano señala que «no se debe tener un solo fluorescente porque produce un parpadeo inapreciable por su frecuencia de vibración. Hay que tener dos encendidos». Y cuando se funde uno, cambiar los dos si no vienen en la misma luminaria «para que oscilen en distintos momentos».

Ojos húmedos

Otro punto clave es mantener los ojos húmedos. Bien porque la secreción lacrimal es correcta, o favoreciéndola con un ambiente con cierto grado de humedad, entre un 40 y 65%. No abusar de la calefacción ni del aire acondicionado. Recalca Mendicute que es recomendable no fumar «porque el humo irrita los ojos». Y ventilar bien la oficina o el cuarto donde se halla el ordenador. La pantalla debe tener un fondo blanco y el texto debe ser negro, para que haya contraste y no se fuerce la vista.

Otras recomendaciones son descansar la vista cinco minutos de cada cuarenta y cinco, mirando a un punto lo más distante posible, bien por la ventana bien en la misma oficina o bien alternar el trabajo de atención visual minucioso -por ejemplo si se trabaja con listados-, con otro más relajado. «Conviene que detrás del ordenador no esté la pared para no acostumbrar al ojo a la visión próxima, que la ventana esté en un lateral y que no provoque reflejo, ni sombras en la pantalla porque esto exigiría forzar constantemente el ojo», aconseja Mendicute.

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