España es el octavo país de la UE que más contamina con el humo del tabaco, según un estudio

Bruselas insta a endurecer la ley antitabaco y a elevar el precio de los impuestos de los cigarrillos
Por EROSKI Consumer 31 de octubre de 2007

Somos el octavo país de la Unión Europea (UE) que más contamina a los ciudadanos y al medio ambiente con monóxido de carbono (CO) por el consumo de tabaco; ocupamos el puesto 12 entre los Veintisiete en cuanto a la efectividad y calidad de nuestra ley antitabaco, y nos situamos en la posición 17 en cuanto al precio de las cajetillas.

Estos datos aparecen recogidos en un informe elaborado por la Comisión Europea sobre la repercusión del tabaco en los países miembros, que fue presentado ayer por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Los autores de este trabajo, llamado «Help-Comets», instan a España a endurecer su legislación antitabaco para «proporcionar una mayor protección a los no fumadores» y a elevar el precio de los impuestos de los cigarrillos.

El tabaco es actualmente la mayor fuente de contaminación por CO en los ciudadanos de la UE, «por encima del tráfico y de la contaminación industrial», indica el informe. Afirma que la prohibición total de fumar en espacios cerrados reduciría en un 50% la contaminación entre los no fumadores. Además, añade, está demostrado que la tasa de CO se reduce en los países con altos precios de los productos del tabaco.

Riesgo de enfermedades

Este macroestudio, realizado entre casi 112.000 personas -el 53% fumadores y el 47% no fumadores-, revela que los niveles de CO a nivel europeo en fumadores ascienden a 17,5 partículas por millón (ppm), en no fumadores no expuestos a 3,9 ppm, y en no fumadores expuestos a ocho ppm, que es cuando comienza el riesgo de desarrollar enfermedades, según los especialistas.

En España, a partir de 5.126 mediciones realizadas en nueve ciudades -Zaragoza, Valencia, Toledo, Málaga, Segovia, Madrid, Gijón, Cáceres y Barcelona-, los niveles de CO ascienden a 3,6 ppm en los no fumadores no expuestos, a seis ppm en no fumadores expuestos y a 16,5 en fumadores.

El nivel medio de CO supera el nivel máximo aceptado para la calidad del aire (8,5 ppm) sólo con fumar entre uno y cinco cigarrillos al día. En todas las categorías de actividades, el monóxido de carbono medio en fumadores es dos veces más alto que este nivel de alerta, como demuestra que el CO medio registrado entre casi 50.000 europeos es de 17 ppm.

En países con prohibición absoluta de fumar en lugares públicos cerrados, como Irlanda o Finlandia, la contaminación de los pulmones en no fumadores es dos veces menor que en los países más permisivos, caso de Lituania, Polonia o Grecia.

Ante estos datos, el informe emplaza a todos los países europeos a «implantar una prohibición total para reducir la contaminación en interiores en beneficio de todos los ciudadanos y de la calidad del aire», y a incrementar el precio del tabaco.

1.500 fumadores pasivos muertos al año

«En España mueren cada año al menos 1.500 fumadores pasivos», afirma Rodrigo Córdoba, portavoz del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT). «Podríamos hablar de unos 6.200 fumadores pasivos fallecidos al año de las 60.000 personas que mata el tabaquismo, pero entre esos sí hay personas que han fumado alguna vez o que lo hacen de vez en cuando», precisa.

Para este experto, el motivo de la falta de espacios sin humo se debe a la presión de las empresas tabaqueras sobre los medios de comunicación. «Hay una anécdota sobre el cambio climático que lo ilustra muy bien. Se realizó una encuesta entre físicos sobre los postulados de Naciones Unidas entorno al calentamiento global. El 100% dijo estar de acuerdo. Después se hizo lo mismo entre periodistas y el 60% estaba en contra», comenta.

El consumo de tabaco va a suponer pagar una serie de peajes en el futuro. «El mayor número de cánceres de pulmón se dan 30 años después de comenzar la adicción. La enfermedad ya se ha disparado entre las mujeres, pero es que seguirá creciendo», advierte Córdoba.

Respecto a la ley antitabaco, el portavoz del CNPT señala que ha sido efectiva en los centros de trabajo. «En la administración pública el humo de tabaco en el ambiente se ha reducido un 75% y en las empresas privadas el 100%». En los bares es otra historia. «En los de menos de 100 metros cuadrados, un reciente estudio demuestra que la contaminación, por micropartículas en suspensión, es diez veces superior a la de la calle», afirma Córdoba, que espera que en un par de años se prohíba fumar en todos los lugares públicos sin excepciones.

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