Anticonceptivos en la madurez

Más allá de los 40 años, la mujer sexualmente activa abandona a menudo la anticoncepción, pese a que aún es necesaria
Por Clara Bassi 17 de junio de 2011
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Imagen: Matthew Bowden

La Fundación Española de Contracepción advierte de que, si bien la fertilidad disminuye en la edad madura, el riesgo de embarazo persiste hasta la menopausia. Por ello, recuerda la importancia de recurrir a la anticoncepción tanto para impedir las gestaciones no deseadas como para evitar otra consecuencia: el aborto. El 50% de las mujeres que se quedan embarazadas con más de 40 años deciden abortar. Para no llegar a este extremo, hay métodos anticonceptivos, como la minipíldora, que se pueden utilizar sin problemas en esta franja de edad.

El 80% de las mujeres utilizan algún método anticonceptivo antes de los 40 años, ¿pero qué sucede al llegar a esta edad madura de la edad fértil? Alrededor de los últimos diez años de fertilidad, el porcentaje de mujeres que recurre a un método anticonceptivo para evitar el embarazo decrece de forma notable. Entre los 40 y los 45 años, lo utilizan cerca del 72% y, a partir de los 45, el porcentaje de usuarias baja hasta un 60%-65%, según datos proporcionados por Ezequiel Pérez Campos, presidente de la Fundación Española de Contracepción y jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Requena, en Valencia.

Riesgo de embarazo y aborto

Algunas mujeres que rebasan los 40 años no utilizan anticonceptivos porque ya no mantienen relaciones sexuales o se han practicado una histerectomía, expone Pérez Campos. Pero otras bajan la guardia con la anticoncepción porque tienen la percepción errónea de que ya no son fértiles.

Muchas mujeres a partir de 40 o 45 años piensan que tienen una fertilidad muy disminuida y mantienen relaciones sexuales sin utilizar métodos anticonceptivos o recurren a técnicas de eficacia más baja. No obstante, Pérez Campos señala que, «aunque es cierto que hay menos fertilidad, el riesgo de que se queden embarazadas persiste». «Y este es el grupo de edad donde se registra un mayor porcentaje de interrupciones sobre el total, por embarazos no deseados», añade.

La tasa de abortos entre esta edad en España es de 11,2 por 1.000 mujeres. En esa etapa de su vida, las féminas embarazadas son menos porque son menos fértiles, pero abortan en más casos -igual que las menores de 20 años-. «Cada dos embarazos por encima de los 40 años acaba en una interrupción voluntaria, es decir, el 50% de las mujeres por encima de esa edad abortan», destaca Pérez Campos. «Al principio y al final de la edad fértil, es importante tomarse en serio la anticoncepción para evitar este tipo de situaciones», añade.

En el grupo de mujeres entre 40 y 45 años se registra un mayor porcentaje de interrupciones por embarazos no deseados

Lo mismo sucede con la píldora de urgencia, conocida como «píldora del día después». Como ocurre con el aborto, las mujeres de edad madura son, junto con las jóvenes de 20 años, uno de los grupos que más recurren a este método tras un desliz o accidente sexual. «Sabemos que el 10% de las mujeres que utilizan este método de urgencia están en situación de no tomar anticonceptivos y de riesgo de embarazo no deseado», explica Pérez Campos. La píldora del día después no es un método que deba emplearse de forma regular. En la etapa de la madurez, es posible recurrir a otras opciones que funcionan muy bien para los últimos años de fertilidad.

De la píldora a la minipíldora

Otro factor que conduce a las mujeres de mediana edad a dejar los anticonceptivos es -junto con la errónea percepción de bajo riesgo de embarazo- la idea de que estos métodos suponen un riesgo para su salud. «Efectivamente, los perciben como un mayor riesgo debido a su edad», admite Pérez Campos. La píldora clásica, que el 1 de junio ha cumplido 50 años y cuyo lanzamiento en Europa constituyó una auténtica revolución, está contraindicada por encima de los 45 años en mujeres fumadoras o con factores de riesgo cardiovascular.

Esta píldora, que es el tratamiento anticonceptivo hormonal clásico, contiene en su composición una combinación de dos hormonas: el estrógeno y el progestágeno. De ambas, el progestágeno es la que actúa como anticonceptivo, mientras que el estrógeno se incluye para controlar el ciclo menstrual y puede tener efectos secundarios para las más mayores, susceptibles por fumar o por riesgo cardiovascular (como diabetes, obesidad, altos niveles de lípidos).

En estos casos, sobre todo en las pacientes con antecedentes cardiovasculares, la píldora está contraindicada. No obstante, se puede tomar sin problemas la minipíldora, que solo contiene progestágeno y que no entraña ningún peligro para su salud.

Un amplio abanico de soluciones

La minipíldora oral no es la única solución a su alcance para evitar un embarazo no deseado. Si la mujer mayor de 40 años está sana, puede utilizar cualquier método anticonceptivo. Si no lo está y tiene ciertas limitaciones, también hay disponibles numerosos métodos de anticoncepción hormonal, con solo progestágeno, que se le pueden suministrar sin riesgos para su salud, a través de diferentes vías: oral, subcutánea, inyectable, intrauterina o vaginal.

La pauta de administración varía, ya que es diaria (minipíldora oral), trimestral (progestágeno inyectable), de administración cada tres años, (implantes subcutáneos) o cada cinco, (implantes subcutáneos y DIU hormonado con progestágeno), según distingue la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. En los últimos años, gracias al desarrollo de todas estas opciones contraceptivas, no es descabellado hablar de anticoncepción a la carta también para la mujer madura.

A todo ello hay que sumar la esterilización quirúrgica. «En la edad madura, también hay quienes siguen la anticoncepción a rajatabla. De hecho, a partir de los 40 y 50 años es cuando más procedimientos quirúrgicos se registran, tanto masculinos como femeninos, como la vasectomía y la ligadura de trompas, que son irreversibles», explica Pérez Campos.

HASTA LA MENOPAUSIA

Las mujeres maduras sexualmente activas y concienciadas con la anticoncepción deben seguir con ella hasta que dejen de menstruar y se inicie la sintomatología característica de la menopausia. “Mientras haya regla, hay posibilidad de embarazo y se debe mantener la anticoncepción”, insiste Ezequiel Pérez Campos. “Es importante que más allá de los 40 años no se baje la guardia”, agrega el presidente de la Fundación Española de Contracepción. A esta edad, son posibles gestaciones más problemáticas y peor aceptadas. Por ello se cuenta con “un abanico amplio y seguro de métodos, que son muy eficaces, con pocos efectos secundarios y que se adecúan al perfil concreto de cada mujer”, que debe consultar siempre a su ginecólogo.

El tratamiento hormonal combinado se puede continuar hasta cerca de los 50 años, momento a partir del cual puede comenzar a ser más peligroso para la salud. A partir de esa edad, el ginecólogo individualiza los casos en función de la situación y riesgo de cada una. Para saber si se ha entrado en la menopausia y cuál es el momento idóneo para retirar el tratamiento anticonceptivo hormonal, después de los 50 se realizan unas determinaciones hormonales concretas.

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