Migrañas o jaquecas

Más de cuatro millones de españoles la sufren a lo largo de su vida
Por Idoia Camacho 16 de junio de 2003

El dolor de cabeza o cefalea es molesto y puede impedir a quien lo sufre llevar a cabo sus actividades cotidianas, provocando un deterioro en su calidad de vida. Una de las cefaleas más habituales es la migraña o jaqueca, un dolor muy fuerte y localizado que, cuando es grave, puede llegar a provocar mareos y vómitos. Muchas personas que padecen este problema no consultan a su médico y recurren a la automedicación, lo que puede acarrear graves consecuencias para su salud. Conozca cuáles son los síntomas de esta enfermedad y cómo puede aliviarlos.

Qué es la migraña

La migraña afecta a más de una de cada diez personas de la población en los países industrializados y es tres veces más frecuente en las mujeres que en los hombres. Según un estudio de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, la edad de comienzo suele ser la segunda década de la vida, raramente se inicia antes de los 10 años de edad o después de los 40 años. La gran mayoría de los pacientes tienen antecedentes familiares de migraña, por lo que es una enfermedad con un claro componente genético y hereditario.

Todas las manifestaciones de la migraña están relacionadas con la dilatación de las arterias de la cabeza. La Sociedad Internacional de Cefalea ha presentado una clasificación de los síntomas de esta enfermedad:

  • El paciente debe haber padecido cinco o más crisis de dolor de cabeza de entre 4 y 72 horas de duración sin tratamiento.
  • Dolor unilateral, es decir, que afecta a un solo lado de la cabeza; aunque es usual que el dolor cambie de localización en su evolución.
  • Dolor de calidad pulsátil, que suele ser descrito por el paciente como “latidos”, “golpes”, “martillazos” o “como si tuviera el corazón dentro de la cabeza”.
  • Dolor intenso, que se puede presentar con una frecuencia desde una vez al año hasta varias veces por semana, aunque lo más habitual es sufrir entre 1 y 4 episodios al mes.
  • Empeoramiento con los movimientos o el ejercicio físico, incluidos los esfuerzos normales de la vida diaria, como subir escaleras o caminar.
  • Aparición de otros síntomas, como náuseas y vómitos e hipersensibilidad a la luz y a los ruidos.

La mayor parte de las migrañas se presentan sin previo aviso. Sin embargo, una quinta parte de los pacientes manifiesta lo que se conoce como “aura”: síntomas de alucinaciones olfativas o auditivas, visión borrosa, ilusiones ópticas o alteración del lenguaje, que aparecen entre 15 y 60 minutos antes de iniciarse el dolor de cabeza y duran unos pocos minutos.

Factores agravantes

Susana Mederer y María Castro, médicos adjuntos de Neurología del Hospital Provincial de Pontevedra, exponen varios factores psicológicos, biológicos o ambientales que actúan como desencadenantes o agravantes de las crisis de migraña:

  • El estrés es la causa de jaqueca reconocida con mayor frecuencia por los pacientes y está claramente relacionado con la personalidad de cada uno. No se trata de que el afectado esté sometido a una situación vital distinta de los demás, sino que muestra una peor tolerancia a las situaciones provocadoras de estrés. El dolor de cabeza puede, incluso, aparecer en una situación de post-estrés, como ocurre en los casos de cefalea de fin de semana.

  • La alteración del ritmo del sueño provoca crisis en el 35% de los propensos a padecer migraña, tanto si es por defecto como por exceso. Este es otro factor a tener en cuenta en la cefalea de fin de semana, cuando el paciente trasnocha o duerme más que el resto de la semana.
  • Los factores dietéticos se reconocen como origen del 38% de los casos de jaqueca. Destacan el ayuno prolongado, alcohol, condimentos y conservantes, derivados del cacao, derivados lácteos, frutos secos, café, cítricos y huevos, entre otros.
  • La menstruación. Aproximadamente el 50% de las pacientes con migraña reconoce que algunas o todas sus crisis se presentan junto con el ciclo menstrual. El porcentaje aumenta hasta un 65% a partir de los 30 años.
  • El tratamiento con anticonceptivos orales puede agravar la jaqueca y afectar tanto a la frecuencia como a la intensidad y a su carácter. Por tanto, son considerados una contraindicación en las pacientes con migraña.
  • Cualquier tipo de actividad que comporte un esfuerzo físico es un potencial factor precipitante de la migraña. Incluye tanto ejercicios prolongados como esfuerzos intensos de breve duración.

También existen otros estímulos que pueden desencadenar las crisis de migraña, como por ejemplo los cambios de altitud o presión atmosférica y el resplandor solar o la luz excesiva.

Es importante resaltar que no todos lo que sufren de migraña son sensibles a algunos de los factores descritos. Así, habrá pacientes que deban excluir de su dieta, por ejemplo, el chocolate o los frutos secos, porque se ha demostrado que son agravantes de sus jaquecas. Pero otros podrán ingerir estos productos sin sufrir ninguna crisis relacionada con ellos. Por eso, es fundamental descubrir cuáles son las causas desencadenantes de la migraña para cada persona en particular.

Tratamiento

“No existe ningún tratamiento para suprimir de forma definitiva la migraña y sus síntomas. Sin embargo, sí se le puede proporcionar al paciente alivio en sus crisis e, incluso, disminuir la frecuencia de las mismas. Con ello, vivirá de forma más adecuada su dolencia, conociendo la forma más correcta de tratarla”, según Francisco Morales, Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza. Si bien, es cierto que con la edad avanzada las migrañas suele mitigarse en su intensidad y frecuencia.

Muchos pacientes con jaqueca no consultan con su médico y deciden tratarse tal y como vieron que lo hacía algún familiar próximo, o se medican según los mensajes recibidos a través de los anuncios de los medios de comunicación. Esta práctica puede resultar muy peligrosa, ya que, según los expertos consultados, con frecuencia el abuso de analgésicos transforma la migraña en una cefalea crónica que se presenta de forma diaria o casi diaria. Por eso, es importante consultar con el médico de cabecera cuando se presenten los primeros síntomas, ya que si se deja evolucionar la enfermedad luego será más complicado tratarla. Él decidirá cuál será el tratamiento a seguir, dependiendo de la intensidad de la crisis y del perfil de cada paciente.

Los especialistas aseguran que cuando los ataques de migraña son de intensidad moderada, basta con utilizar analgésicos simples, como aspirina o paracetamol. También son útiles los antiinflamatorios no esteroideos que disminuyen el dolor y la inflamación, entre los que destacan naproxeno, ibuprofeno, ketoprofeno y diclofenaco. En un tercer nivel se encuentran los fármacos ergóticos, que combaten la dilatación de los vasos sanguíneos. En el caso de episodios más agudos de migraña, los expertos recomiendan otros fármacos selectivos, dependiendo de la situación concreta del afectado. En cualquier caso, será siempre el médico de cabecera el que realice el diagnóstico y, como consecuencia, el que decida el tratamiento adecuado, y sólo será necesaria la consulta con el neurólogo cuando el paciente presente crisis especialmente graves.

Aparte del tratamiento médico, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria propone varias medidas no farmacológicas que puede tomar el paciente para aliviar los síntomas de la migraña:

  • Comer de forma regular, bebiendo mucha agua cada día.
  • Hacer ejercicio físico moderado, pero nunca durante uno de los ataques de migraña.
  • Tratar de conseguir un patrón de sueño regular, sin trasnochar ni dormir en exceso.
  • Evitar el estrés, la ansiedad y el alcohol.
  • Excluir de la dieta los alimentos que sabe que no le sientan bien, como el queso, chocolate y cítricos.
  • Buscar ambientes tranquilos, evitando las luces intensas y los ruidos.
  • Aplicar bolsas calientes o frías en el cuero cabelludo.
  • Realizar masajes en la cabeza o el cuello.
  • Hacer ejercicios de relajación.
Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube