Fracturas por osteoporosis

Una de cada tres personas mayores de 65 años padece osteoporosis, y se calcula que en España son más de tres millones y medio los afectados
Por Jordi Montaner 2 de enero de 2008

El 80% de los pacientes que reciben el alta tras una fractura osteoporótica no recibe ninguna recomendación que le ayude a prevenir nuevas fracturas. ¿Resultado? Más fracturas que comprometen la supervivencia y la calidad de vida de los afectados. Además, los expertos advierten de que las cifras de afectados aumentan progresivamente con el creciente envejecimiento de la población.

Cuatro de cada diez camas de los servicios de traumatología de los grandes hospitales españoles están ocupadas por pacientes que han sufrido una fractura osteoporótica. Se contabilizan hasta 65.000 fracturas de cadera al año en España, sólo en la franja poblacional de personas mayores de 70 años. A ellas hay que añadir las fracturas vertebrales, cuya incidencia es tres veces superior a las de cadera, así como 275 fracturas humerales y 250 fracturas de radio producidas al año, por cada millar de habitantes.

Los expertos prevén que, en los próximos años, debido al progresivo envejecimiento de la población, estas cifras se dispararán y complicarán el panorama en lo que ya es un problema de salud pública de primer orden.

Prevenir, mejor que curar

Precisamente, la elevada prevalencia de las fracturas osteoporóticas en personas de edad avanzada hace necesaria la intervención de especialistas procedentes de diferentes campos para prestar asistencia multidisciplinar al paciente durante todo el proceso patológico. Antonio Herrera, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, sostiene que el proceso de una fractura osteoporótica «no consiste exclusivamente en una operación, sino en lograr la completa rehabilitación del paciente y prevenir la aparición de nuevas fracturas».

A propósito de estas fracturas, Adolfo Díez Pérez, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital del Mar de Barcelona, incide en la necesidad de coordinar a los profesionales médicos para prestar al paciente una atención integrada. «Un flujo asistencial organizado y armónico conseguirá mejorar la atención hospitalaria y extrahospitalaria y elevar la calidad de vida del paciente, facilitando su reintegración a la vida social activa». Asegura Díez que «menos de un 50% de los pacientes fracturados puede volver a llevar la vida que antes llevaba».

Las mujeres españolas están a la cola de Europa en lo que respecta a consumo dietético de calcio

El internista ratifica que el 80% de los pacientes que reciben el alta tras una fractura osteoporótica no recibe ninguna recomendación que le ayude a prevenir la aparición de nuevas fracturas. «En este sentido, un correcto tratamiento farmacológico anti osteoporosis y la instauración de ciertos hábitos higiénico-dietéticos y de rehabilitación son los factores que mejor influyen a la hora de conseguir un completo restablecimiento del paciente», añade.

Díez subraya que la rehabilitación no debe centrarse exclusivamente en el aspecto motor. Añade el experto que «la integración del paciente en su medio de vida previo y la adaptación a su lugar de residencia son dos aspectos igualmente claves para lograr una completa rehabilitación de la persona fracturada». En tal sentido, juzga Díez, resulta fundamental la aportación profesional de asistentes sociales que velen por la correcta adecuación del domicilio del paciente.

Problema sociosanitario

La osteoporosis ocurre por una pérdida de masa ósea. Determinados puntos del esqueleto se vuelven porosos, sumamente esponjosos y frágiles. Este declive óseo tiene lugar de forma asintomática, pero determina un riesgo grave de fracturas ante gestos tan cotidianos como un resbalón o traspiés, un estiramiento prolongado al tender la ropa, un estornudo fuerte o un giro súbito de cadera. Junto con las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, la osteoporosis preside el catálogo de enfermedades más importantes en el hemisferio occidental.

Una de cada tres personas mayores de 65 años padece osteoporosis, y se calcula que en España son más de tres millones y medio los afectados, en su mayoría mujeres. Se sabe de varias causas que inciden en la aparición de esta enfermedad: la deprivación estrogénica posterior a la menopausia, el consumo crónico de tratamientos antiasmáticos o antiepilépticos y una dieta pobre en calcio y vitamina D. A este respecto, los expertos critican que las mujeres españolas estén a la cola de Europa en lo que respecta a consumo dietético de calcio (menos de 500-600 mg/día).

NACE SEFRAOS

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Hizo su presentación en Madrid el pasado octubre la Sociedad Española de Fractura Osteoporótica (SEFRAOS), integrada por profesionales de siete especialidades médicas (anestesiología, cirugía ortopédica y traumatología, medicina interna, geriatría, reumatología, rehabilitación y atención primaria), que pretende ofrecer al paciente una atención multidisciplinar y personalizada en todo el proceso osteoporótico. Organismos como la International Osteoporosis Foundation (IOF) o la Bone and Joint Decade (BJD) constatan la necesidad de impulsar el desarrollo de estrategias multidisciplinares en la atención clínica de los pacientes fracturados, y abogan por la implantación de unidades de fractura en los hospitales.

Además, SEFRAOS se propone reducir el número de fracturas que se produzcan al año y mejorar la calidad de vida de los pacientes una vez que reciben el alta hospitalaria. «Dicha mejora pasa por impulsar la creación de unidades con un diseño transversal, multidisciplinares y basadas en la implantación de trayectorias clínicas», explica Antonio Herrera, del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Miguel Servet, elegido presidente de la Sociedad. «El reto de SEFRAOS es impulsar que lo que ahora son casos excepcionales en algunos hospitales españoles acabe convirtiéndose en norma para toda la red pública».

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