No es neumólogo, pero está considerado una de las principales autoridades mundiales en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). En esta entrevista, realizada en Viena, Fernando J. Martínez habla acerca de la quinta causa de mortalidad en el mundo. Este investigador del A. Alfred Taubman Health Care Center, de Ann Arbor, en Michigan (EE.UU.), acudió a la capital austriaca a propósito del XIX Congreso Anual de la European Respiratory Society (ERS), donde informó de los últimos avances en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
En efecto, se calcula que en menos de 20 años la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se convertirá, por detrás de la cardiopatía isquémica y los cánceres, en la tercera causa de fallecimiento entre la población general. Cada año mueren más de tres millones de personas.
Muchas muertes originadas por cardiopatía o cáncer se deben al tabaco, pero la EPOC es la enfermedad más vinculada a este hábito. Sufren esta dolencia, de manera casi exclusiva, las personas que fuman o que han fumado durante muchos años.
Cuanto más conocemos acerca de la EPOC, más heterogénea se nos antoja. Si nos ceñimos a los factores de riesgo, el tabaquismo acapara toda la atención. Sin embargo, ahora advertimos que el desarrollo fetal o la historia de enfermedades infecciosas en la infancia pueden explicar el origen de esta enfermedad.
Un matiz: el hecho de que no padezcan EPOC no significa que no vayan a sufrirla. El debut de esta enfermedad es más lento que el de la cardiopatía isquémica o el cáncer de pulmón… Por esta razón, los cardiólogos pueden calcular ya el efecto de las medidas antitabaco sobre la prevalencia de la enfermedad isquémica, mientras que nosotros deberemos aguardar todavía algunos años.
“La EPOC afecta a un 10% de la población entre 40 y 60 años”
La EPOC afecta a un 10% de la población entre 40 y 60 años. Es cierto que hay fumadores que nunca llegan a desarrollar la enfermedad. Estos son los individuos que nos interesan para conocer qué les protege contra el deterioro de la función respiratoria y el enfisema.
Los pacientes de EPOC no siempre registran los mismos síntomas, la calidad de vida varía mucho de unos enfermos a otros, al igual que las exacerbaciones (los afectados no coinciden en los cuadros de agudización) y la comorbilidad asociada (más enfermedades además de la patología primaria). No siempre hay insuficiente aporte de oxígeno (hipoxemia) o alta concentración de dióxido de carbono en sangre (hipercapnia). Las TAC de dos enfermos pueden ser muy distintas. Algunos no tienen destrucción ni ensanchamiento de las vías respiratorias mayores (bronquiectasia) e, incluso, hay pacientes con respuestas muy distintas al ejercicio… Algunos expertos hablan ya de que no hay una sola EPOC, sino varias.
En estos momentos estudiamos la relación entre los genotipos y los fenotipos de EPOC.
En estos últimos años, los avances terapéuticos han hecho variar la propia definición de la enfermedad. La degradación de los bronquios puede ser irreversible, pero determinados tratamientos detienen el avance de la lesión pulmonar, mejoran la función respiratoria y previenen las exacerbaciones. Muchos pacientes no llegarán ni siquiera a utilizar oxigenoterapia.
Hemos descubierto que muchas exacerbaciones están vinculadas a una infección por bacterias o virus que, en su mayoría, ha pasado desapercibida.
No todos los pacientes las desarrollan ni éstas aparecen siempre con la misma frecuencia. Hasta en un 50% de los casos, según las encuestas, no se ha registrado ningún agravamiento en los últimos 12 meses.
Sí, y generan un gasto sanitario muy elevado. El empleo combinado de broncodilatadores y antiinflamatorios ha conseguido frenar y reducir su incidencia. Muchos ingresos de pacientes con EPOC por exacerbación conllevan al menos 10 días de hospitalización, con todos los costes que esta medida comporta.
Un estudio reciente llevado a cabo por nuestro grupo revela que la EPOC afecta a las mujeres con intensidad creciente y de manera distinta a los hombres.
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica engloba a dos enfermedades pulmonares distintas: la bronquitis crónica (que lesiona el recubrimiento de las vías aéreas) y el enfisema (que lastima los alvéolos). El estudio citado por Fernando J. Martínez se llevó a cabo en Estados Unidos con más de 1.000 pacientes diagnosticados de EPOC. En el 38,8% de las mujeres se comprobó que la bronquitis era el problema más común. Por el contrario, el enfisema es la enfermedad más habitual en hombres.
“Los hombres y las mujeres responden de manera diferente a la exposición al humo del cigarrillo“, explica Martínez, “de forma que los tratamientos también serán, en un futuro, distintos”. En las encuestas, las mujeres participantes en este estudio informaron sobre una mayor falta de aire, mayor incidencia de depresión y menor calidad de vida que los hombres.
Este especialista añade que la cantidad de mujeres estadounidenses a quienes se ha diagnosticado una EPOC excede el número de hombres enfermos. En EE.UU., esta patología pulmonar lleva camino de convertirse en la cuarta causa principal de muerte. La cantidad de mujeres que fallece por causa de la afección ha excedido la carga de hombres durante cuatro años consecutivos, según datos de la American Lung Association.