Las mujeres con discapacidad se enfrentan a una doble discriminación, además de otras circunstancias que agravan su situación y vulneran sus derechos humanos: entre otros, mayor riesgo de padecer situaciones de violencia y otro tipo de abusos, cotas mayores de desempleo, salarios inferiores y menor acceso a los servicios de salud y educación y a otros programas dirigidos a la mujer en general. En este artículo se ponen de manifiesto las cifras de violencia de género que afectan a las mujeres con discapacidad y la realidad de la discapacidad femenina en España.
Discapacidad y violencia de género
De acuerdo con los datos recogidos en la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015, elaborada por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, las mujeres con certificado de discapacidad de grado igual o superior al 33% que afirman haber sufrido violencia física, sexual o miedo por parte de sus parejas o exparejas representan el 23,3%, una cifra superior a la de quienes no tienen certificado de discapacidad, que son el 15,1%.
Cuatro de las 54 mujeres asesinadas por violencia de género en 2014 tenían alguna discapacidad
Según la Fundación CERMI Mujeres, cerca de un 10% de las mujeres que son asesinadas en España cada año por violencia de género eran personas con discapacidad. En 2014, cuatro de las 54 mujeres asesinadas por violencia de género tenían algún tipo de discapacidad o dependencia reconocidas. Es probable que las cifras sean más altas si se tiene en cuenta que no todas las mujeres cuentan con un certificado acreditativo de dicha situación. A esto habría que sumar quienes adquieren una discapacidad como consecuencia de las situaciones de violencia padecidas.
Los números que hoy en día se barajan en Europa refieren que casi un 40% de las mujeres con discapacidad sufre o ha sufrido alguna forma de violencia. En la mayoría de los países solo se manejan datos recogidos en la prensa y que de manera accidental ofrecen información puntual de una mujer víctima que, además, tiene discapacidad. Por tanto, no hay cifras para cuantificar el número de mujeres con discapacidad que denuncian situaciones de violencia de género, cuántas retiran las denuncias, cuántas se niegan a declarar contra su agresor o cuántas adquieren una discapacidad o ven agravada la que tienen debido a los malos tratos sufridos. Las principales barreras para obtener ayuda incluyen: miedo a la venganza del perpetrador, la precaria salud de la mujer con discapacidad, la falta de la movilidad y la falta de transporte. Según advierte la Fundación CERMI Mujeres, «no hay una estrategia europea ni española que con seriedad afronte esta realidad oculta».
Mujer y discapacidad en España
Solo el 17,98% del total de mujeres con discapacidad trabajan y el resto están paradas
Según la Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de Dependencia elaborada por el INE, de los 3,85 millones de personas que declaran tener alguna discapacidad el 59,8% son mujeres. Se puede observar que de las 2.302.300 mujeres con discapacidad que existen en nuestro país, 747.672 se encuentran en edad de trabajar; de ellas solo el 17,98% tiene empleo y el resto están paradas. Además, tres de cada cuatro cuidadores de las personas con discapacidad son mujeres con una edad entre los 45 y 65 años y, a menudo, sufren dificultades para realizar estas tareas, cansancio y deterioros de salud.
El número de años que viven las mujeres sin discapacidad es superior al de los hombres. Pero a pesar de que las mujeres esperan vivir sin discapacidades más años que los hombres, también viven con discapacidades durante más tiempo, debido a su mayor esperanza de vida.
Hasta los 45 años, la diferencia en años de la esperanza de vida libre de discapacidad entre hombres y mujeres se mantiene a favor de las mujeres, pero a partir de los 45 años la diferencia de género disminuye hasta hacerse casi imperceptible. Las mujeres sufren enfermedades crónicas antes que los hombres y también ven peor su salud general. Con buena salud percibida, las mujeres viven 53,4 años y los hombres 57,3 años.
Contemplar la perspectiva de género en el diseño de políticas en materia de discapacidad es determinante para avanzar hacia la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Este enfoque considera las diferentes oportunidades y necesidades que tienen hombres y mujeres no solo por sus diferencias biológicas, sino por el papel específico que desempeñan en la sociedad según el patrón social y cultural.
La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), la Asociación Nacional de Agencias de Colocación (ANAC) y la Fundación Universia han culminado el proyecto RedEM+ con la presentación de la web www.redemdisc.es, una herramienta diseñada de forma específica para facilitar el acceso de las mujeres con discapacidad física y orgánica al mercado laboral.
Esta web muestra las principales utilidades en la búsqueda de empleo. Para ello, aporta información de interés para las usuarias, ofertas de empleo y foros de información y debate entre otras funciones, como la opción de que las candidatas suban sus currículums en vídeo y potenciar mejor su candidatura.
El proyecto RedEM+ promueve las competencias profesionales de las mujeres a través de itinerarios de orientación y formación; genera una plataforma digital de networking activa que facilita la interacción entre las participantes y las empresas; e impulsa y desarrolla procesos de intermediación laboral real basados en el compromiso de las entidades empleadoras con la contratación de las mujeres con discapacidad participantes en el programa.
