Impresoras 3D

Diferentes iniciativas permiten la impresión de objetos físicos en entornos domésticos
Por Antonio Delgado 5 de marzo de 2012
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Imagen: RepRap BCN

Las impresoras 3D se utilizan desde hace más de una década para la realización de prototipos de piezas que luego se quieran fabricar en serie: son habituales en campos como el diseño industrial, la ingeniería, la arquitectura, la educación u otros relacionados con las bellas artes y la creatividad con nuevas tecnologías. Ahora nuevos modelos adaptados al campo doméstico, y con precios más asequibles, buscan acercarse al consumidor con propuestas imaginativas.

Aunque hay diferentes métodos de impresión 3D, uno de los más utilizados, por su coste por pieza y velocidad, son las impresoras que permiten crear objetos tridimensionales mediante la superposición de capas de materiales, como plásticos o resinas, que se funden o ablandan parar crear las diferentes formas. También se utiliza el método de impresión por inyección, mediante la superposición de capas de polvo o resina que quedan pegadas entre ellas.

Permiten crear objetos tridimensionales mediante la superposición de capas de plásticos y resinas que se funden para crear las diferentes formas

En los últimos años, la impresión tridimensional se ha extendido a diferentes actividades y áreas más allá de la ingeniería, gracias a los avances en diseño en tres dimensiones y al descubrimiento de nuevos materiales que permiten crear piezas de forma más eficiente y sencilla. Todo ello se ha plasmado en modelos de impresoras que llegan por vez primera al usuario convencional. Pero a pesar de que su coste ha bajado en los últimos años -las primeras impresoras 3D para la realización de prototipos rápidos tenían un precio entre 100.000 y 500.000 dólares-, son todavía una tecnología solo al alcance de empresas y profesionales.

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El modelo ZPrinter 150 -uno de los más baratos del mercado en este segmento-, que realiza la impresión 3D de piezas monocromo, tiene un coste estimado en 15.000 dólares, mientras que el modelo de impresión de piezas a color de esta misma compañía, el ZPrinter 250, tiene un precio estimado que se eleva a 25.000 dólares.

La llegada el consumidor medio de los productos de la impresión 3D se desarrolla más bien mediante negocios que le ofrecen a precios asequibles los resultados de la impresión de objetos y esbozos o imágenes. Algunas tiendas en Madrid proponen por precios que oscilan entre 300 y 600 euros retratos en tres dimensiones de personas y mascotas.

Mercado doméstico de impresión 3D

Sin embargo, desde hace unos años, para el mercado doméstico conviven proyectos e iniciativas que permiten disponer de una impresora adaptada a estas características, entre 500 y 1.800 dólares, un coste más asequible por parte de los usuarios. Son proyectos que nacen del entorno hacker o artísticos, basados en la filosofía del «hágalo usted mismo». Es decir, se venden las impresoras por piezas y después es el usuario quien tiene que montarla en su domicilio. En España hay diferentes grupos de trabajo para experimentar con estas tecnologías, como el Grupo OpenFab, dentro de MediaLab-Prado de Madrid.

Para el mercado doméstico conviven iniciativas que permiten disponer de una impresora 3D por un precio entre 500 y 1.800 dólares

Estas iniciativas recuerdan la primera época de la informática personal, cuando la única forma de disponer de un ordenador propio era la compra del dispositivo desmontado, lo que permitía abaratar el coste de adquisición. Es el caso del ordenador personal Altair 8800, vendido en forma de kit de montaje en 1975 por parte de Micro Instrumentation and Telemetry Systems (MITS). Además, algunas de las iniciativas más populares están basadas en código abierto, lo que permite a los usuarios más expertos modificar y mejorar las impresoras. Estas usan un elemento parecido a los polímeros térmicos, que permiten su fusión y modelado para crear capas superpuestas de material.

El proyecto RepRap

RepRapes un proyecto para crear una impresora de prototipado -que realiza prototipos- rápido que sea capaz de autoreplicarse a sí misma, es decir, que una impresora RepRap sea capaz de imprimir todas las piezas necesarias para crear otra impresora de iguales características. De momento, los modelos actuales de RepRap permiten replicar la mayoría de sus piezas, menos algunos soportes y circuitos eléctricos necesarios para el control y programación.

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Imagen: Thingiverse

Hay varias tiendas on line que venden las piezas o kits completos para el ensamble posterior de este tipo de impresoras. Un kit completo del modelo RepRap Mendel se puede adquirir en Internet por 799 dólares en esta tienda o bien el modelo RepRap Prusa, por 795 dólares en esta otra tienda australiana. En España, RepRap BCN cuenta con una tienda en Barcelona donde se venden piezas y kits de este tipo de impresoras. Además, también cuentan con un servicio de impresión de piezas 3D. Printrbot es otro ejemplo de impresora 3D de bajo coste, basada en RepRap y que puede ensamblarse en pocas horas. Su precio es de 500 dólares.

El proyecto MakerBot

MakerBot Industries es un proyecto comercial para la creación de impresoras 3D que también se venden en kits para que los usuarios las ensamblen. Se da la circunstancia de que MakerBot está basada en los primeros desarrollos de RepRap, ya que sus promotores formaban parte del núcleo fundacional. El verano pasado, el fondo de inversión norteamericano Foundry Group invirtió 10 millones de dólares en esta empresa.

MakerBot dispone en la actualidad de dos modelos comercializados mediante kits completos de ensamblado. El modelo MakerBot Thing-O-Matic es uno de los más vendidos y reconocidos dentro de este segmento y tiene un coste de 1.099 dólares. Hace poco, MakerBot ha puesto a la venta el modelo Replicator, que permite imprimir a dos colores con un coste de 1.749 dólares para la versión que cuenta con un solo cabezal y de 1.999 dólares, para el modelo de dos cabezales. Esta impresora permite imprimir en plástico duro brillante o en material biodegradable de maíz.

Catálogos de impresoras 3D

El uso de impresoras 3D lleva consigo la realización del modelado de las diferentes piezas para su posterior impresión. Para ello, hay aplicaciones como 123Dde Autodesk, orientada a la creación de modelos tridimensionales para su impresión. Además, en la Red hay diferentes repositorios donde localizar modelos de piezas y productos realizados por otros usuarios. MakerBot mantiene el sitio Thingiverse, donde los usuarios de estas impresoras pueden buscar todo tipo de piezas y objetos para su impresión.

The Pirate Bay quiere promover el intercambio de obras en formato físico, lo que abre una nueva frontera en el campo del hardware libre

En fechas recientes, el buscador de enlaces P2P The Pirate Bay ha incluido una nueva categoría destinada a modelos 3D de piezas físicas. Según The Pirate Bay, con esta nueva categoría dan el paso de fomentar el intercambio digital de obras para promover el intercambio físico, lo que abre una nueva frontera de la llamada piratería o distribución ilícita de obras con derechos de propiedad intelectual, pero también el fomento del hardware libre.

Por su parte, Shapewayses una tienda virtual donde los usuarios pueden crear, personalizar y vender piezas realizadas en 3D, como artículos de joyería, dispositivos o piezas artísticas. Estas piezas, confeccionadas en diferentes tipos de material, como plástico o metal, son impresas por el servicio de Shapeways y enviadas entre diez y catorce días después a la dirección del comprador.

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