En los últimos años un concepto tecnológico está ganando auge entre los usuarios. Es el denominado “yo cualificado” (“Quantified self”). Consiste en recopilar información de la actividad física propia y de otros parámetros, como los relacionados con los hábitos alimentarios, de manera que se puede alcanzar un control del movimiento diario y analizar cuál es el comportamiento más saludable. Es una información muy útil para usuarios que quieran mejorar su calidad de vida y bajar de peso, o modificar algunos patrones de conducta para poder elevar su actividad física. Existen centenares de aplicaciones y servicios orientados a este concepto, pero los más interesantes son los que residen en un dispositivo que se encarga de controlar el ejercicio diario y pasa los datos a otra aplicación móvil o a una plataforma web. En este artículo se presentan algunas de las propuestas para controlar la actividad vital más interesantes del mercado, como Fitbit y Nike+ Fuelband.
Fitbit: Zip, One y báscula
Fitbit es una plataforma para monitorizar la actividad del usuario a lo largo del día. Para ello cuenta con varios dispositivos para la toma de datos que funcionan a modo de cuentapasos digital.
Los monitores de actividad inalámbricos Zip y One son los encargados contabilizar los pasos, la distancia y las calorías quemadas. Poseen una batería interna, que dura una semana, recargable a través del puerto USB del ordenador. La colocación del dispositivo en el cuerpo se realiza mediante una pinza para colgar enganchada a la cintura, a un bolsillo o en el sujetador en el caso de mujeres.
One cuenta con un sensor para contabilizar el número de escaleras subidas y para registrar el ciclo de sueño
El modelo One también tiene un sensor para contabilizar el número de escaleras subidas y para registrar el ciclo de sueño. Dispone de una muñequera donde colocar el dispositivo en el momento de ir a dormir, que anota la actividad del usuario al moverse en la cama. Entre los datos disponibles en la medición del sueño se encuentran las horas reales de sueño, tras descontar las veces que el usuario se ha despertado.
Esta empresa norteamericana también dispone de una báscula para medir el peso, el IMC y el porcentaje de grasa corporal de hasta un máximo de ocho usuarios registrados. Estos datos se combinan con los obtenidos por el cuentapasos, para dotar de mayor información al usuario.
La gestión del dispositivo tiene lugar mediante una plataforma en línea en la web de Fitbit, donde la primera vez hay que registrar y sincronizarlo mediante un software disponible para los sistemas operativos Windows y Mac OS X. También se puede hacer sin necesidad de utilizar un ordenador mediante Bluetooth 4.0, si se posee un teléfono iPhone 4S, un iPad de tercera generación o un iPod Touch de quinta generación.
La web de Fitbit muestra los datos obtenidos de la sincronización de la actividad diaria del usuario, basados en los pasos dados. También permite llevar un registro de los alimentos y agua consumidos cada día, así como de otros parámetros de salud como peso, sueño, ritmo cardiaco, presión arterial o glucosa. De este modo el usuario dispone de esta información de forma habitual.
El aspecto social también es importante en los dispositivos de Fitbit: se crea una información que no solo atañe al usuario, sino que interesa a sus contactos e incluso a comunidades científicas, que pueden tratar datos conjuntos. De ahí que sea posible añadir a otros contactos como amigos y comparar y medir la actividad diaria con ellos. Además, esta plataforma también utiliza los trofeos virtuales para animar a los usuarios a rivalizar con ellos mismos o sus amigos y así aumentar su actividad física diaria.
En Fitbit se crea una información que no solo atañe al usuario, sino que interesa a sus contactos e incluso a comunidades científicas
Sin embargo, los cuentapasos de Fitbit no son capaces de anotar actividades deportivas que no estén basadas en andar o correr, como montar en bicicleta o nadar en la piscina. Por eso, la web de Fitbit tiene un registro de actividad deportiva que permite incluir estos datos de forma manual o bien sincronizarlos desde otras plataformas de medición de la actividad física como Endomondo.
El precio estimado del Fitbit Zip es de 59,95 euros, mientras que el del Fitbit One es 99,95 euros. Por su parte, la báscula Aria con conexión wifi tiene un coste de 119,95 euros.
Esta empresa ha presentado en fechas recientes su nuevo producto: Fitbit Flex, un monitor de actividad en formato pulsera que estará disponible esta primavera en Estados Unidos a un importe de 100 dólares.
Nike+ Fuelband
Nike+ Fuelband es una pulsera que dispone de varios sensores para medir el movimiento del usuario. Para ello, cuenta con un acelerómetro de tres ejes que también calcula las calorías gastadas. Estas calorías se convierten en puntos denominados Nikefuel, que se pueden consultar a través de una pantalla LED, incluida en la pulsera, o bien en la plataforma en línea de Nike+.
Al sincronizar la pulsera mediante Bluetooth con un iPhone, o mediante un puerto USB conectado al ordenador del usuario, se produce la transferencia de datos. En la página web de Nike+, los usuarios pueden comprobar el nivel de su actividad física, mediante diferentes gráficas, y competir con otros según el número de puntos Nikefuel acumulados a lo largo de los días.
Al igual que los cuentapasos de Fitbit, esta pulsera de Nike tampoco mide la actividad del usuario en otros deportes, como el ciclismo o la natación, y por tanto estas actividades no pueden registrarse como actividad física diaria.
De momento, esta pulsera no se vende en la tienda Nike en España, pero es posible adquirirla desde nuestro país vía el acceso a la tienda de Reino Unido y tras seguir una serie de pasos. El precio estimado es de 139 euros.
Otro producto similar es la pulsera Larklife, ideada para medir la actividad diaria del usuario mediante diferentes sensores que registran tanto el gasto físico como el sueño. También dispone de un apartado para incluir las calorías de los alimentos y agua ingerida a lo largo del día. Por ahora solo se vende en Estados Unidos a un coste aproximado de 150 dólares.
El fabricante Jawbone, conocido por su línea de productos de sonido, en especial altavoces y auriculares, cuenta con una pulsera para medir la actividad de los usuarios denominada Up. Se comenzó a comercializar en Estados Unidos a finales de 2011 como un sistema de monitorización en la muñeca, pero a los pocos meses la empresa la retiró del mercado debido a las quejas de los usuarios sobre la mala calidad de los materiales que usaba. En 2013 tienen previsto lanzar una nueva versión después de haber resuelto estos problemas. El precio estimado es de 130 dólares.
