Comprar un home cinema

Elegir el equipo adecuado a cada situación permite disfrutar de imagen y sonido de calidad
Por Antonio Delgado, Jordi Sabaté 21 de abril de 2009
Img homecinema portada
Imagen: Cpchannel

Los sistemas “home cinema” nacen de la necesidad de recrear en los hogares las mismas experiencias conseguidas en la sala del cine: visión panorámica, sonido envolvente y alta definición. Un sistema así se puede conseguir simplemente con un televisor, un reproductor de DVD y un conjunto de altavoces. A partir de ahí, lo más práctico son las soluciones integradas, pero hay que saber elegir ponderando diversos factores, entre los que se encuentra el precio.

Imagen: Cpchannel

Los dispositivos más básicos, y de menor coste, para disfrutar de un sistema de home cinema son los denominados equipos compactos o kits. Estos sistemas integran todos los elementos principales en este tipo de plataformas. Es decir: amplificador, lector de CD y DVD, descodificador de sonido, altavoces envolventes y, en algunas ocasiones, grabador de video DVD.

A pesar de que este tipo de soluciones con precio más o menos asequible son una buena opción para un segmento de los consumidores, no disponen de toda la calidad que se puede conseguir comprando los componentes por separado. Sin embargo, para el común de los usuarios resulta más sencillo optar por un equipo compacto que buscar, y pagar, uno por uno los elementos adecuados a sus preferencias.

Si no se es un empedernido jugador de videojuegos o un cinéfilo con conocimientos técnicos avanzados, es mejor adquirir equipos integrados

Por lo tanto, si no se es un empedernido jugador de videojuegos (los home cinema son ideales para otorgar más realismo y definición gráfica al videojuego) o un cinéfilo con conocimientos técnicos avanzados, es mejor adquirir equipos integrados. Aun así, no está de menos tener en cuenta una serie de cuestiones que pueden ayudar a evitar que a la postre se lamente la compra. Lo mejor es interrogar al vendedor antes de efectuar la elección con el fin de que nos proporcione el aparato más acorde con nuestras necesidades.

Sistema de sonido

Un sistema de audio pensado para ver DVD en un home cinema debe disponer de una calidad Dolby Surround 5.1. Este sistema, también conocido como formato estéreo 3/2, consiste en un conjunto de cinco altavoces y un descodificador que permite reproducir sonidos en este formato de audio de alta calidad.

El conjunto de altavoces suele estar formado por dos delanteros, dos traseros, un altavoz principal y un subwoofer (un altavoz diseñando para reproducir los sonidos más graves). Como norma, los altavoces deben estar situados en torno al conjunto de televisión, formando un círculo o un cuadrado, dependiendo del número de altavoces disponibles, y tomando la posición del usuario como centro del conjunto.

Los altavoces traseros, a pesar de producir un efecto envolvente, no son tan fáciles de colocar

Ahora bien, existen otras alternativas al 5.1. (o 5+1) que pueden adecuarse más a las necesidades del usuario. Hay que pensar que este tipo de sistemas sólo se optimizan con títulos en DVD de última generación, ya que son los que tienen los cinco canales de audio establecidos. En otros más antiguos el usuario puede verse decepcionado al observar cómo el sonido sale sólo por los dos altavoces laterales. Si se piensa en ver pocas películas y en cambio en usar el home cinema también como cadena de alta fidelidad para reproducir CD, una opción nada desdeñable, es mejor optar por un sistema de dos altavoces y un subwoofer (2+1) y prescindir del sonido envolvente.

Además, la colocación de los altavoces traseros, a pesar de que produce un efecto envolvente, no resulta sencilla. Se necesita tener un enchufe en la pared detrás de donde se sitúa el espectador para activar los altavoces, aunque también se pueden conectar con el sistema de modo inalámbrico o por cables. Siempre es mejor escoger la conectividad inalámbrica, pero teniendo en cuenta que no debe haber interferencias ni físicas ni de radiofrecuencia si se desea que los altavoces funcionen. Si se tiene un sofá grande y largo que hace de barrera, mejor optar por la conexión por cable.

Reproductor de video

La elección del dispositivo de reproducción de vídeo es una de las partes fundamentales dentro de un equipamiento de «home cinema». De la calidad del aparato dependerán las señales de audio y vídeo que se reproducirán en la sala. En cuanto al video, un sistema lector de discos DVD compatible con los formatos DVD-R, DVD+R, CD-RW y otros formatos de disco DVD y CD es esencial en este tipo de reproductores para no tener problemas a la hora de visualizar cualquier tipo de contenido. Por otra parte, si se tiene pensado adquirir DVD internacionales, fuera de la zona asignada al usuario (en Europa, zona 2), se recomienda adquirir un reproductor DVD multizona.

Si se tiene pensado adquirir DVD internacionales fuera de la zona asignada al usuario, es recomendable adquirir un reproductor DVD multizona

Un reproductor de Blue-ray es una opción aconsejable si se dispone de una pantalla de televisión de alta definición HD Full, o en su defecto HD Ready. Pero en este caso hay que ser conscientes de dos aspectos: el precio que se pagará por el equipo, que sube mucho con el lector de Blu-ray, y la escasez de títulos en este soporte. El disco Blu-ray está tardando en despegar en el mercado, por lo que se lanzan pocos títulos y a precio elevado. Por contra, se comercializan muchos más en formato DVD y la diferencia de precio del reproductor (que puede llegar a ser en algunos casos de 1.000 euros) hace que merezca la pena reflexionar qué se prefiere: calidad de definición o menos gasto y más títulos disponibles.

Conexiones

Un aspecto que se tiene poco en cuenta a la hora de comprar estos equipos son sus puertos de conexión. Sin embargo, tienen mucha importancia, pues de ellos depende que se puedan, o no, ampliar las funciones del home cinema conectando otros aparatos. Por ejemplo, es importante mirar si poseen salida USB, pues de este modo se pueden conectar algunas cámaras de vídeo, de fotos y también reproductores de MP3. Esto permite escuchar canciones grabadas a través de los altavoces con una calidad sonora considerable, aunque dependiendo siempre de la calidad de audio de cada archivo.

Muchos equipos incluso presentan clavijas especiales para los iPod Nano, pero en cambio no reproducen los iPod Touch

Ahora bien, estas conexiones sólo son compatibles con reproductores y memorias USB sencillas, pero para equipos más complejos necesitan estar configuradas adecuadamente. Este es el caso de los iPod. Muchos equipos incluso presentan clavijas especiales para los iPod Nano, pero en cambio no reproducen los iPod Touch. Es por ello que conviene preguntar al vendedor, e incluso llevar el iPod encima para probar en la tienda antes de elegir.

Siempre quedará el recurso de usar la entrada de audio analógico (el mini jack) para reproducir el contenido del iPod, pero la merma de la calidad es muy evidente. Por lo tanto, a no ser que se tenga el iPod adecuado, o se esté pensando en adquirirlo, es mejor no dejarse tentar demasiado por este tipo de soluciones.

Otros puertos imprescindibles son los de entrada de señalHDMI. Suele haber tres, y son fundamentales porque han sustituido a la mayoría los puertos de señal combinada de audio y vídeo, de modo que tanto el televisor como otros aparatos del estilo de cámaras de vídeo o fotografía deben poder conectarse por este sistema. Además tienen que tener los otros puertos convencionales (euroconector, S-Video, etc.), a fin de poder conectar aparatos antiguos que no tengan conexión HDMI.

La pantalla de televisión

Las pantallas más recomendables para un sistema de “home cinema”, son un formato panorámico 19:6 y un tamaño mínimo de 32 pulgadas (aproximadamente 81 centímetros de diagonal). En este sentido, son recomendables las pantallas de alta definición, ya sean equipos HD Ready o HD Full. Es importante que este aparato disponga de una gran cantidad de entradas y salidas para poder conectar diferentes dispositivos, igual que sucede con el home cinema.

Disponer de un proyector es otra opción que se puede considerar. Para ello, es recomendable en primer lugar saber las dimensiones de la sala y pensar de antemano donde se puede instalar el aparato para sacarle el máximo partido. Actualmente, existen diferentes modelos de proyector, y a la hora de adquirir uno es importante tener en cuenta la resolución y la luminosidad del dispositivo. En este sentido, la luz ambiente y el tamaño de la pantalla influyen de forma destacada sobre estas dos variables, ya que una luz directa sobre la pantalla y una distancia demasiado amplia entre la pantalla y el proyector inciden de forma negativa sobre la imagen proyectada.

Por último, hay que tener en cuenta la vida útil de las lámparas de los proyectores, ya que el elevado precio de las mismas puede suponer un desembolso extra en el presupuesto destinado al home cinema con el paso del tiempo.

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