Google, el rey de los buscadores

El buscador más utilizado por los internautas es también un enorme negocio en expansión
Por Nacho Rojo 26 de junio de 2003

En sólo cinco años Google se ha convertido en la estrella de Internet y una de las marcas más conocidas del mundo. Su rapidez y eficacia arrasa entre los usuarios, hasta el punto de que googlin’ es ya en inglés sinónimo de buscar en la Red. Pero Google es mucho más que un buscador: sus ingentes aplicaciones, compras y estrategia comercial le han convertido además en medio de comunicación, herramienta de publicación y central de medios.

Su majestad Google

Desde que en 1996 dos estudiantes de la Universidad de Standford, Sergey Brin y Larry Page, concibiesen Google (la empresa se creó en 1998) el mundo de los buscadores, y no es exagerado decir que Internet, no es el mismo.

Sólo con su extraordinaria rapidez y eficacia, unidas a la sencillez de uso, Google ha conseguido sin ningún esfuerzo publicitario convertirse no sólo en el buscador preferido por la comunidad internauta, sino también en una de las marcas más conocidas en todo el mundo. Actualmente, es responsable de alrededor del 75% del tráfico generado por los buscadores.

Con una página espartana -el cajetín de búsqueda y poco más- Google realiza búsquedas casi instantáneas sobre una base de datos que contiene más de 3.000 millones de páginas web, gracias al trabajo de los cerca de 20.000 servidores Linux repartidos en siete puntos por todo el planeta.

Pero quizá la clave de su éxito radique en que su sistema de búsqueda ha ganado la confianza de los internautas, que ‘se sienten afortunados’ cada vez que introducen un término en el buscador. El orden de los resultados lo determina el PageRank, un valor numérico asignado a cada página en función del número de enlaces que apuntan hacia ella. Cada enlace cuenta como un voto para Google, pero no todos los enlaces valen igual: no es lo mismo un link en una página ‘importante’ que en otra con poco tráfico.

Así, en un panorama antes dominado por Yahoo! y Altavista, Google se ha convertido casi en un monopolio entre los buscadores. Pero el resto de jugadores (Overture/Fast, Yahoo!/Inktomi, MSN, AskJeeves/Teoma, etc.) afinan su tecnología y forman nuevas alianzas para hacer sombra a Google y quedarse un trozo de tarta de este pujante negocio.

Mucho más que un buscador

Google no se ha limitado a plantar una bandera en la cima de Internet y retirarse; crece a pasos agigantados. Detrás de esa página limpia y sencilla esconde multitud de aplicaciones y varios ramales de negocio.

Últimamente ha añadido nuevas posibilidades a la docena de funciones relacionadas con su motor de búsqueda y sigue experimentando con muchas otras. Además de buscar en la Web, Google facilita la localización de imágenes, grupos de noticias y busca dentro del directorio temático del Open Directory, un proyecto internacional de voluntarios que catalogan páginas web a mano. Y también ofrece:

  • news.google.com organiza automáticamente las noticias de más de 4.500 medios de comunicación online, todos en inglés. Recientemente recibió el Oscar de Internet en esta categoría.

  • Froogle: buscador de productos que se venden en la Red.
  • catalogs.google.com: también busca productos, pero dentro de los catálogos de venta por correo.

  • Traductor: traduce palabras, frases o páginas web enteras entre varios idiomas.

  • answers.google.com: por 2,5 dólares responde a cualquier pregunta en 24 horas.
  • toolbar.google.com:integra el cajetín de búsqueda en el navegador.
  • labs.google.com: sitio experimental donde se pueden crear series de palabras, conocer su significado, ver los resultados de búsqueda en imágenes, localizar frases que contengan la palabra buscada, búsquedas por voz y búsqueda de atajos de teclado.

    También han nacido páginas a la estela de su fama: www.googlealert.com: remite por email los cambios en los resultados de búsqueda de Google, www.googlism.com: dice lo que Google opina sobre alguien, google.indicateur.com: destripa Google y elgooG es un espejo (literal) del buscador.

    Un gran negocio

    Una de las adquisiciones de Google más sonadas ha sido Blogger, el mayor editor de bitácoras o blogs. Los blogs son páginas web en las que resulta muy sencillo publicar contenidos, incluso para usuarios inexpertos. Seguramente Google termine por desarrollar un buscador específico de bitácoras, lo que ayudará a encontrar información en la blogosfera (esto es, en el conjunto de blogs) además de ‘limpiar’ sus páginas de resultados de mensajes sin contenido relevante.

    Por encima de la venta de tecnología a otros buscadores o medios online, los anuncios son la mayor fuente de ingresos de Google. A través de Adwords vende palabras clave a más de 100.000 clientes, que crean sus propios anuncios de texto que aparecen en recuadros de color, claramente diferenciados como ‘enlaces patrocinados’, cada vez que alguien busca una de las palabras contratadas. Así, la publicidad resulta menos intrusiva: el anuncio está relacionado con lo que se busca, está separada de los resultados ‘objetivos’ y no contiene más que texto, sin destellos ni movimiento.

    Un paso más allá, Google acaba de lanzar AdSense, que promete revolucionar el mercado publicitario, sobre todo entre los sitios web más pequeños. Con este sistema Google coloca publicidad de terceros en los sitios web, cobra a los anunciantes por cada clic y cede un porcentaje a la página que alberga el anuncio. La novedad, además de que se trata de publicidad de texto no intrusiva y de un servicio al que también pueden acceder los webs con un volumen de tráfico pequeño, es que Google sólo pondrá anuncios que tengan que ver con la página.

    Por tanto, Google se ha convertido ya en un portal de servicios, que cuenta incluso con una tienda, pero muy alejado de la imagen tradicional de éstos que representa Yahoo! o Terra

    Datos y curiosidades

    La importancia de este buscador es tal que entre las empresas nadie duda ya que “si no estás en Google no existes”, algo que se ha traducido también al terreno personal: para conocer algo más de una persona no hay nada mejor que hacer ‘googling’, esto es, buscar su nombre en Google para obtener información más o menos personal. Conviene hacerlo con el nombre propio para ver la imagen que los demás tendrán de uno.

    En páginas como trucosdegoogle.blogspot.com o google.dirson.com, o en la propia de Google, se pueden consultar noticias, interioridades y curiosidades sobre el buscador, como por ejemplo:

    • Su nombre procede de gogol, término acuñado por el matemático Edward Kasner para referirse al 1 seguido por 100 ceros.
    • Google responde más de 5.000 millones de consultas cada mes (unas 2.000 por segundo), gracias a los cerca de 20.000 servidores Linux que se reparten el trabajo.
    • Googlebot es el robot que rastrea los sitios de Internet con una frecuencia que depende de su PageRank. Una vez al mes Google pone en marcha el ‘Google dance’, que recalcula la valoración de cada página teniendo en cuenta los rastreos de ese mes. Durante los cuatro días que dura, los resultados conseguidos con una misma consulta pueden diferir mucho.

    • En el Zeitgeist están las palabras más buscadas en diferentes idiomas y otras estadísticas. Además se pueden encontrar datos curiosos, como comprobar cómo se fue extendiendo la canción Aserejé por todo el mundo a través de las búsquedas realizadas en distintos países a lo largo del tiempo.
    • Google guarda una cookie única por cada usuario, así que, hipotéticamente, podría hacer un seguimiento de las búsquedas realizadas por cada internauta. Y mantiene durante un tiempo una versión caché de las páginas, con lo que es posible ver ‘cadáveres’ de la Red (webs que ya no existen) o acceder a noticias que han sido retiradas.

    Google mundial

    El interfaz del buscador ya está disponible en 88 idiomas, reales (entre los que están, por supuesto, el español, catalán, galego y euskera) o inventados (klingon, hacker…), y hay cerca de cien más que están siendo traducidos. Además, quien eche de menos algún idioma, tiene la posibilidad de ofrecer sus servicios como traductor voluntario de Google.

    Eso no quiere decir que se puedan filtrar las búsquedas a páginas escritas en tantos idiomas, posibilidad hasta el momento limitada a ‘sólo’ 35. Y tampoco coincide con el número de países (74) que presumen de dominio propio de Google, entre los que hay sitios peculiares y países con presencia testimonial de Internet -como google.gg (Guernsey, una isla del canal de La Mancha), google.fm (Micronesia), google.dj (Djibouti), google.gm (Gambia) o google.td (Chad)-, así como grandes ausentes (España).

    En www.google.com/language_tools se encuentra una lista completa de los idiomas a los que ha sido traducido al buscador, las lenguas a las que se puede limitar las búsquedas y los países con bandera de Google.

    Infatigable pero no infalible

    El algoritmo utilizado por Google es muy sofisticado y ha conseguido satisfacer las exigencias de la comunidad internauta. Pero no es perfecto. Sobre todo por que tal es la importancia del buscador que es escudriñado a diario por todos los que aspiran a incrementar las visitas a su página web o, lo que es lo mismo, a estar bien situado entre los resultados.

    Los internautas han utilizado el poder del buscador como arma reivindicativa, en lo que se conoce como ‘Google bombing’. Aprovechando el sistema PageRank, se han organizado campañas -en España es famosa la relacionado con el Prestige- para aupar al primer puesto a una determinada página, apuntando hacia ella con una misma palabra enlazada desde centenares de sitios web. Otros, con intenciones comerciales, cultivan ‘granjas de enlaces’ (múltiples páginas huecas gestionadas por una misma empresa que cobra por enlazar desde ellas) para subir puestos en el PageRank.

    La tecnología PageRank también ha provocado una serie de anécdotas, que han llevado al enfado de más de uno: la búsqueda de la palabra ‘satan’ devolvía como primer resultado el artículo Is Microsoft the Great Satan?, (¿Es Microsoft el Gran Satán?) y en plenas elecciones presidenciales en EEUU al teclear “dumb motherfucker” (“estúpido hijo de puta”) Google conducía a la página del entonces candidato republicano George W. Bush.

    Otro caso notorio fue cuando, al principio de la alarma provocada por la neumonía asiática, Google se quedaba mudo al preguntarle por SARS (Severe Acute Respiratory Syndrome), ante lo que reaccionó colocando un primer enlace fuera de los resultados que llevaba a consejos prácticos y medidas de autoprotección contra la enfermedad. De la misma forma, tras los atentados del 11-S, la portada de Google enlazaba a cachés (versiones guardadas en sus servidores) de grandes medios y recomendaba seguir las noticias por radio o televisión ante el colapso de los sitios de noticias.

    Su logo cambia ante acontecimientos especiales (cumpleaños de Dalí, Día de la Madre?) y el día de los inocentes anglosajón (uno de abril) Google publica bromas sobre las búsquedas. Las dos más sonadas fueron el sistema de búsqueda telepática Mentalplex y la revelación de que las que ordenaban los resultados en cada búsqueda era una bandada de palomas adiestradas y no unos complejos algoritmos matemáticos.

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