Entrevista

Marco Marinucci, Director de Google Book Search Internacional

Google no gana dinero directamente del tráfico generado por libros de dominio público
Por Jordi Sabaté 9 de noviembre de 2006
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Marco Marinucci es responsable de adquisición de contenido para Google en varios países, y trabaja en la central de Mountain View (California) al frente de uno de los apartados del buscador que más polémica han suscitado a nivel internacional: la digitalización de obras literarias y su localización en Internet. Licenciado en Ingeniería por la Universidad de Génova (Italia), Marinucci cuenta con un MBA del Instituto de Empresa de Madrid. En su currículum se aunan, por tanto, experiencia en la gestión y conocimientos técnicos, con niveles de profundidad poco habituales en ejecutivos de su categoría. Marinucci ha trabajado en ámbitos que van desde investigación de inteligencia artificial, o la voz sobre IP, hasta la dirección de negocios de comercio electrónico a nivel internacional.

¿Puede explicar de un modo preciso que es Google Book Search?

“Los editores pueden analizar mediante estadísticas la popularidad de los libros para programar la distribución”
Es una potente arma de comunicación para autores, editoriales y lectores. El servicio de búsqueda de libros de Google permite ‘abrir las páginas’ de los libros en Internet a millones de usuarios en todo el mundo. Pero además de poder consultar el libro, y así multiplicar la difusión de su contenido, Google añade información de dónde puedes comprar ese libro en tu ciudad, o en que biblioteca lo puedes consultar físicamente. Es, en definitiva, un canal de marketing totalmente gratuito, manteniendo el control total sobre el contenido y con plena seguridad. Además, los editores pueden analizar mediante estadísticas la popularidad de los libros para programar la distribución, e incluso considerar si una determinada obra descatalogada merece la pena ser reimpresa de nuevo, si observan que se consulta en Internet y hay un interés por dicho libro. Para las librerías, supone una oportunidad de incrementar las ventas de sus libros, sin coste adicional de marketing, así como incluso ganar dinero con el tráfico generado por el portal. Finalmente, para Google este proyecto supone un paso crucial en su misión de intentar organizar la información del mundo, incrementando considerablemente el contenido de sus búsquedas. Hay que tener en cuenta que en la actualidad sólo está disponible en la Red un 15% de la información mundial.

¿Cuál ha sido el coste monetario de poner en marcha Google Book Search?

“En la actualidad sólo está disponible en la Red un 15% de la información mundial”
La inversión de Google en este proyecto es considerable, y puedo decirte que hemos realizado un gran esfuerzo en este sentido. Pero somos conscientes de que es un paso estratégico para nosotros y que supone la posibilidad de ofrecer un servicio de alto valor para nuestros usuarios. Piensa sólo en los miles de personas que no tienen oportunidad de acceder a una biblioteca en América Latina o África, por ejemplo. Sabemos que estamos dando un paso histórico en el futuro digital del mundo del libro, y eso merece todos nuestros esfuerzos.

El servicio de búsqueda de libros se aplica a libros previamente digitalizados. ¿Sólo los que han digitalizado Google dentro de su iniciativa Google Print o también los digitalizados por otras organizaciones como la Open Document Aliance, que les consideran a ustedes un sistema cerrado y de propiedad privada?

“Piensa sólo en los miles de personas que no tienen oportunidad de acceder a una biblioteca en América Latina o África”
En este momento los libros indizados en la base de datos de Google Book Search provienen, exclusivamente de las editoriales (o de aquellos que posean los derechos sobre la obra), así como de las bibliotecas que se han asociado a nuestro proyecto. Creo que, en un futuro, la iniciativas como la Open Content Alliance, la biblioteca digital europea u otros proyectos de varias editoriales van a abrirse a más colaboraciones, ya que su misma razón de ser es llegar a un mayor público.

La Open Document Aliance, en la que se encuentran fundaciones como Internet Archive o servicios como Yahoo!, les acusa de querer hacer negocio con material que está en la Red de un modo gratuito. Es decir, que Google se apropiaría de alguna manera de los textos ya digitalizados al indizarlos, y haría negocio (mediante publicidad) con ellos. ¿Qué pueden responderles?

“Creo que en un futuro la Open Content Alliance, la Biblioteca Digital Europea u otros proyectos de varias editoriales van a abrirse a más colaboraciones”
En realidad, la Open Content Alliance tiene exactamente el mismo enfoque que nuestra iniciativa: dar visibilidad a los libros de dominio público. La diferencia importante está en el tamaño del proyecto, que en nuestro caso es de mayor envergadura. Pero Google no gana dinero directamente del trafico generado por libros de dominio público (o sea, aquellos que ya no tienen derechos de autor). Si, por ejemplo, haces una búsqueda de un libro de dominio público, no verás publicidad al lado de sus páginas, sino enlaces para saber en qué biblioteca se puede encontrar el libro. La publicidad puede aparecer sólo al lado de las páginas de libros enviados por una editorial o un autor que ceda su libro. Pero esto lo elije la editorial o el autor, si quiere mantener la publicidad, y Google comparte la gran mayoría de sus ingresos con la editorial (o el autor) que ha cedido el contenido. O sea, ellos pueden beneficiarse de que su obra esté digitalizada, además de poner al servicio de todos los usuarios el contenido de la obra.

Usted declaró en marzo de este año durante el seminario ‘Libros hechos bits (el debate sobre la digitalización de las bibliotecas)’ que Google no contempla poner en descarga los libros que escaneen. ¿Se refería a aquellos que todavía están sujetos a una licencia de propiedad intelectual, o bien a todos en general?

“Desde hace unos meses todos los libros de dominio público se pueden descargar en formato .PDF”
Entonces dije que “en ese momento” los libros de dominio público no se podían descargar. Pero como sabes, desde hace unos meses todos los libros de dominio público se pueden descargar en formato .PDF. Para los demás libros (los cedidos por las editoriales) todavía no tenemos planes de ofrecer la descarga para los usuarios. Probablemente se pueda hacer en un futuro; eso lo elegirá la editorial misma. En nuestros contratos con los poseedores de los derechos especificamos que sólo mostraremos una parte restringida del libro, que puede ser unas frases o las páginas que ellos quieran. Pero son siempre ellos los que lo deciden para poder tener control sobre su obra.

Ustedes han llegado a un acuerdo con la Universidad Complutense para digitalizar su biblioteca, una de las más importantes del país. ¿No cree que cuando una entidad pública como la Universidad Complutense decide poner a disposición de Google su biblioteca, hay una cierta obligación en ambas partes de facilitar el acceso libre y gratuito al material digitalizado? Al fin y al cabo es el contribuyente el que financia las universidades públicas. ¿Qué política van a seguir al respecto?

“Ésta no quiere ser una herramienta de biblioteca electrónica sino una herramienta que permita a los internautas encontrar referencias de libros y saber dónde comprarlos en su formato clásico: ¡en papel!”
Esto es precisamente lo que estamos haciendo y es nuestra filosofía desde el principio. Por eso, todos aquellos libros que se digitalizan, insisto, de dominio público, están a disposición del público y su acceso es completamente libre y gratuito para todo el mundo que utilice Google Book Search. Además de la Complutense, que es la primera biblioteca en lengua no inglesa que digitaliza el contenido, se ha colaborado con otras seis prestigiosas bibliotecas como son Oxford, Harvard y Stanford, con quien ya empezamos a trabajar. Además, el acuerdo con la universidad Complutense va a incrementar considerablemente el contenido en español en Internet, y esto es una muy buena noticia no sólo para los más de 400 millones de personas que hablan nuestro idioma, sino para todos aquellos estudiantes de español así como amantes de la cultura hispana.

Por otro lado, desde que Google decidió anunciar su proyecto de digitalizar millones de libros en los próximos años, la polémica no ha cesado. Primero en el tema de la violación de los derechos de autor. ¿Es esa una polémica infundada, hubo un exceso de ingenuidad inicial por parte de Google y se digitalizaron libros con Copyright?

“La transición al formato digital no quiere decir necesariamente libro electrónico; quiere decir impresión bajo demanda”
Digitalizar no quiere decir que estén disponibles. Nunca tuvimos ninguna duda sobre el programa para editores ni con los libros de dominio público del proyecto con bibliotecas. La discusión está enfocada sobre la posibilidad de poder indizar libros de bibliotecas para que los usuarios del mundo se puedan enterar que en el libro X sale exactamente la frase Y. Ni una pagina del libro X se enseñará, sólo el titulo, el autor y como máximo un par de líneas. Pero los lectores sí que podrán saber en qué bibliotecas se puede consultar aquel libro. Esto es como decir que una biblioteca pueda indizar sus libros para que puedas encontrarlos; es totalmente factible. Igual con Internet, sólo indizarlos para saber de su existencia y dónde encontrarlos. Tanto Google, como las bibliotecas y editores asociados, así como miles de usuarios, pensamos que esto es un gran servicio. Y también que respeta totalmente las leyes vigentes en cada país, siempre nos hemos declarado muy respetuosos sobre esto.

En segundo lugar, se les ha discutido repetidamente que tratan de interferir en el negocio de las librerías y las grandes distribuidoras (incluso las distribuidoras online como Amazon). Es decir, que intentaban romper el negocio transversalmente al cambiar el formato libro físico por un archivo digital comercializable. ¿Cómo ven ustedes esta crítica?

“Va a ser la editorial la que decida si el libro se va a reproducir en papel, ‘ebook’, audio o vídeo”
Me parece una crítica de quien no conoce el proyecto. El archivo, de ninguna manera, es comercializable. Esta no quiere ser una herramienta de biblioteca electrónica sino una herramienta que permita a los internautas encontrar referencias de libros y saber dónde comprarlos en su formato clásico: ¡en papel! De hecho, las que más se están beneficiando de este proyecto, a parte de las editoriales, son las librerías, en particular las que ponemos gratuitamente como enlace para comprar el libro. ¿Sabes la cantidad de tráfico que Google Book Search ha generado para encontrar un libro y querer comprarlo? Hablamos de millones de usuarios. Te aseguro que muchos puntos de ventas de libros están muy contentos con este programa. El paso siguiente es poder ofrecer la misma visibilidad a todas las librerías, integrando nuestra herramienta de mapas, mediante la cual se pueden ver rápida y fácilmente los puntos de venta del libro más cercanos desde tu casa.

¿Creen que pueden salvar ustedes la industria editorial de la caída libre a la que está siendo sometida en las últimas décadas? ¿De qué modo? ¿Es posible la transición del papel al formato electrónico?

“Es una herramienta de marketing con dos puntos de fuerza: es gratuito y es accesible a millones de usuarios”
Como en cualquier cambio tecnológico, la industria editorial se está enfrentando a estos cambios, pero también beneficiándose de ellos en muchas ocasiones. Parece que hay que evolucionar hacia una producción ‘just-in-time’ [donde el proveedor debe ajustar al máximo los tiempos de entrega], como casi todas las demás industrias principales. La transición al formato digital no quiere decir necesariamente libro electrónico. Quiere decir impresión bajo demanda. Quiere decir tener la posibilidad, en un futuro más cercano de lo que pensamos, de poder imprimir un libro directamente al punto de venta, mientras nos tomamos tranquilamente un capuchino. Piensa en los gastos de almacenaje, de envíos y distribución de libros, sobre todo los que luego no se venden. Yo, como ex editor, pienso que la digitalización, lejos de destruirla, va a rescatar a la industria editorial. Y proyectos como Google Book Search pueden poner su granito de arena para ayudar en esta transición sin necesidad de invertir a priori.

¿Es fundamental para que su proyecto salga adelante la consolidación del soporte electrónico, ya sean ordenadores de tabla, agendas electrónicas u otros soportes?

No. El futuro del proyecto es poder encontrar libros más fácil y rápidamente. Pero va a ser la editorial la que decida si el libro se va a reproducir en papel, ‘ebook’, audio o vídeo.

¿Qué modelo de negocio escogerían si pretendieran hacer de Google Book Search un negocio para las editoriales: descargas con publicidad AdSense o bien descargas mediante compra?

“Tenemos que recordar que los propios editores se benefician de los buscadores, ya que estos derivan un gran tráfico a sus propias páginas”
El modelo de negocio que creemos funciona mejor para las editoriales es… ¡vender más libros! Y ésta es la causa de que miles de editoriales nos envíen sus libros para que nosotros incrementos su visibilidad a través del programa. Es una herramienta de marketing con dos puntos de fuerza: es gratuito y es accesible a millones de usuarios que cada día hacen nuevas búsquedas en el motor. La experiencia con nuestros afiliados ya es muy positiva. Por ejemplo, la ‘Oxford University Press’ estima que cerca de un millón de personas han visto sus libros en Google Book Search. De hecho, este programa es el segundo utilizado por los usuarios para acceder a sus páginas, y el primero es nuestro propio motor de búsqueda general de Google. También se están estudiando futuros modelos adicionales de negocios, siempre contando con nuestro valor inicial, que es aumentar la visibilidad de unas obras y poder incrementar sus ventas.

Recientemente la Justicia belga ha sancionado a Google por indizar las noticias de diversos medios de comunicación sin haber obtenido previo permiso. Se alega que, a pesar de ser un vehículo que pone en contacto el lector y la noticia, gana con la publicidad más dinero que los mismos medios que la crean. ¿Qué se está discutiendo en el fondo de este pleito? ¿Existe voluntad de extorsión por parte de algunos medios de comunicación? ¿Cómo puede traducirse este conflicto en el ámbito de las editoriales?

Google está contento de que las autoridades belgas vayan a reconsiderar el caso el próximo noviembre. Indizar es totalmente legal y creemos que Google cumple estrictamente la ley, y por eso hemos pedido la revisión del caso. También hay que aclarar que no hay que llegar a los tribunales, ya que Google ofrece siempre la posibilidad de retirar cualquier contenido que sus autores no quieran poner a disposición de los buscadores. Google respeta estrictamente la decisión de los autores, y si no quieren que su contenido esté disponible, sólo tienen que pedirlo y se les retira inmediatamente. Pero también tenemos que recordar que los propios editores se benefician de los buscadores, ya que estos derivan un gran tráfico a sus propias páginas.

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