Crowdfunding: financiar proyectos con pequeñas donaciones

El crowdfunding aprovecha Internet y las redes sociales para lograr pequeñas donaciones que impulsen nuevos proyectos
Por Jordi Sabaté 11 de junio de 2012
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Imagen: Michael Faes

Conseguir dinero para financiar ingeniosas y creativas iniciativas no es más difícil hoy que en tiempos de bonanza. Gracias a la suma de Internet y las redes sociales, han aparecido plataformas capaces de recaudar pequeñas donaciones de los internautas hasta conseguir la cantidad necesaria para llevar a cabo un proyecto. A esta modalidad de financiación se le llama crowdfunding.

«Por fin tienes ante tus ojos el primer trailer de «El Cosmonauta». Nos ha llevado casi tres años conseguir estas imágenes. Ahora entramos en la recta final de este proyecto, tan tuyo como nuestro. Somos 3.757 productores y 502 inversores, y ya casi estamos ahí.» Esto es lo primero que se puede leer al abrir la página web del proyecto «El Cosmonauta», una película financiada por las aportaciones de más de 4.000 personas que desde Internet han aportado pequeños capitales para hacer realidad el rodaje.

Algunos de los grandes proyectos de la era de las nuevas tecnologías, como la Wikipedia, se finanzan con este método

Han recaudado ya 462.340 euros, la mitad de su presupuesto, y ya han terminado la filmación. El resto de la colecta se dedicará a la posproducción, difusión y distribución de la cinta, que se hará por canales del todo independientes. «El Cosmonauta» es solo uno de los miles de proyectos que se financian desde la Red mediante el crowdfunding.

Otros son discos, como el del grupo de rock Marillion, cuya gira fue financiada al 100% por sus fans, novelas o incluso diarios. Tal es el caso de la cabecera del diario «Público», que cerró hace unos meses y que ahora los trabajadores tratan de comprar a través de crowdfunding para retomar el proyecto como «Más Público».

Redes sociales, Wikipedia y crowdfunding

El crowdfunding no es ninguna novedad y nació casi a la vez que Internet. De hecho, algunos de los grandes proyectos existentes de la era de las nuevas tecnologías se finanzan con este método; el más emblemático es, sin duda, Wikipedia. Al llegar diciembre, cada año en las páginas de esta enciclopedia on line aparece la imagen de su fundador o de un miembro destacado que pide donaciones para el siguiente año, entre seis y diez millones de dólares. Cada año las han conseguido.

En España, una de las primeras experiencias de este tipo fue la de la televisión en Internet MobuzzTv, que intentó evitar su cierre en 2008 a causa de la crisis pidiendo financiación a sus seguidores. Finalmente, la iniciativa fracasó, no exenta de polémica porque el proyecto se evaporó junto con las donaciones recaudadas.

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Imagen: Lanzanos

Pero ha sido a partir del boom de las redes sociales, en los últimos años, cuando el crowdfunding se ha generalizado y ha cogido altura. Han nacido muchas plataformas centradas en conseguir financiación para proyectos independientes que utilizan la estructura de una red social y además promocionan con éxito sus iniciativas en las más importantes, como Facebook y Twitter. En ellas los usuarios pueden tener la certeza de no ser los únicos en creer en un determinado proyecto y se produce un efecto de simpatía que lleva a otros a participar.

La financiación casi siempre tiene un retorno para el donante, ya sea en forma de uso exclusivo del producto o bien en beneficios económicos

Además, se da el hecho de que la financiación casi siempre tiene un retorno para el donante, ya sea en forma de uso exclusivo del producto si tiene éxito -por ejemplo, ir al concierto gratis si un disco o una banda triunfa, o asistir a charlas privadas con el autor de una novela financiada- o bien traducido en beneficios económicos, como accionista. Este último aspecto ha tomado fuerza con una serie de nuevos servicios que se dedican a buscar financiación para proyectos empresariales con potencial. Si la empresa tiene éxito o consigue ser comprada por otra mayor, los donantes pueden recibir dinero por sus acciones.

Plataformas de crowdfunding

Kickstarter y Seedquick son dos plataformas centradas en la financiación de proyectos empresariales de nuevos emprendedores.

Kickstarter, en la que solo se puede participar en y desde Estados Unidos, se ha hecho famosa porque algunas de las empresas que han acudido a ella han conseguido financiación en tiempos récord para empezar desarrollarse, entre ellas Diaspora, una red social similar a Facebook pero que otorga a sus usuarios la propiedad total de sus datos.

Seedquickes la vertiente española de Kickstarter, y tiene un fuerte acento social, ya que para participar hay que inscribirse y formar parte de la red. Además, los proyectos presentados no reciben financiación de buenas a primeras, sino que pasan por la criba de los miembros de la red, que proponen mejoras, estudian cómo se introducen las mismas y aprueban o censuran la salida de los proyectos. Es un modo social de hacer el trabajo de un inversor privado, un llamado «business angel».

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Imagen: Kickstarter

Detrás de Seedquick está, sin embargo, Lanzanos, uno de los primeros servicios de crowdfunding que surgieron en España. Lanzanos tiene una orientación más amplia y busca financiación para proyectos de toda índole, desde libros, reportajes o documentales a diarios y revistas. Las donaciones se realizan mediante la plataforma PayPal. Los proyectos tienen una duración determinada y una cantidad a recaudar. Si consiguen llegar al 100% de la financiación antes de que termine el tiempo, el proyecto sale adelante.

Otros servicios son Partizipay Goteo. Partizipa es pionero en España en las microdonaciones y cuenta entre sus logros haber financiado parcialmente la película de mediometraje «Los amores difíciles». El segundo destaca por combinar crowdfunding y crowdsourcing, ya que, además de financiar el proyecto, los usuarios de la red también participan en su elaboración.

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