Hipotecas urgentes

Se consiguen con rapidez sin apenas requisitos ni documentación, aunque las comisiones por impago y los intereses por demora son superiores a las hipotecas ordinarias
Por Elena V. Izquierdo 22 de febrero de 2010
Img hipoteca
Imagen: roland maier

Las dificultades para que un banco o una caja de ahorros otorguen en la actualidad una hipoteca son evidentes. La situación empeora para quienes carecen de ingresos fijos, un aval o una elevada cantidad de dinero con la que respaldar la compra de la vivienda. Otro de los aspectos que genera el rechazo de las entidades financieras es el hecho de que el solicitante aparezca en un registro de morosos. Pero la necesidad de tener un piso propio es una realidad, de modo que, a pesar de las negativas, los ciudadanos están dispuestos a persistir en la búsqueda de financiación para su vivienda. Conocedores de esta situación y de los obstáculos que plantean las entidades tradicionales, las consultoras y las empresas dedicadas al préstamo de dinero emergen para ofrecer un nuevo producto: la hipoteca urgente. Con poca documentación y escasos requisitos, estas compañías aseguran poder conceder el crédito en poco más de una semana. Pero esta solución puede salir muy cara. Si la persona interesada carece de solvencia, un nuevo endeudamiento puede empeorar su situación y llegar a perder la casa utilizada como aval.

¿Conviene contratar una hipoteca urgente?

La hipoteca urgente es una variante del crédito hipotecario que ha surgido para intentar dar una solución a los problemas de financiación que impone el mercado, igual que en su momento proliferaron los créditos exprés o la reunificación de deudas.

Las entidades que conceden este tipo de crédito no son, en general, las tradicionales. En muchos casos son agentes o consultoras que actúan como mediadores entre el cliente y el banco, aunque en otras ocasiones actúan de modo directo como prestamistas.

La hipoteca urgente se dirige a trabajadores por cuenta propia, autónomos, pensionistas o empresas que tengan dificultades económicas o financieras y necesiten dinero, pero debido a estos problemas de financiación no puedan acceder a un crédito en las condiciones que exigen los bancos y cajas de ahorro.

La llegada de la crisis ha puesto fin a un sistema que había crecido a la sombra del endeudamiento. La facilidad para conseguir un crédito al consumo o una hipoteca hace unos años facilitó que casi cualquier persona pudiera comprar una vivienda, incluso sin nómina, con un préstamo del 100% del valor de tasación del piso o superior. Hoy todo ha cambiado y las duras condiciones impuestas por los bancos complican la financiación de empresas y ciudadanos, que se ven incapaces de solucionar sus problemas económicos sin ayuda bancaria. Sin embargo, acudir a opciones como la hipoteca urgente no es la mejor salida.

La experiencia de los dos últimos años ha puesto de relieve que si el ciudadano se halla en una coyuntura de poca solvencia, un nuevo endeudamiento no mejorará su situación. Más bien sucederá lo contrario. La hipoteca urgente puede dar un pequeño respiro, pero si la situación laboral o económica no mejora, se puede perder la casa utilizada como aval, además del dinero invertido en el inmueble. Conviene además desconfiar de ofertas demasiado buenas con respecto a los productos de las entidades tradicionales. Es frecuente que oculten letras pequeñas que conllevarán consecuencias negativas sobre el patrimonio del contratante.

Las condiciones, que en principio parecen favorables, no lo son tanto tras aplicar las tarifas de intermediación

A pesar de que las empresas que conceden estas hipotecas aseguran que el estudio previo que realizan es gratuito, en el caso de que se conceda la hipoteca, el cliente deberá abonar una comisión establecida por estas compañías. La publicidad sólo destaca las ventajas de la entidad que pretende mediar o conceder la hipoteca urgente, por lo que será necesario preguntar estos datos en la consulta que se realice por vía telefónica o a través de Internet. Lo cierto es que las condiciones, que en principio parecen favorables, no lo son tanto tras aplicar las tarifas de intermediación. La hipoteca urgente se consigue de manera muy rápida, pero puede llegar a ser muy cara.

En todas las hipotecas, con más razón en las urgentes, es aconsejable estudiar todos los aspectos de las mismas y comparar las condiciones que establecen con las de otras empresas. Hay que analizar con detalle:

  • Las comisiones que se pueden imponer en caso de impago han de reflejarse en el contrato y, en general, son superiores a las fijadas en las hipotecas normales.
  • Los intereses de demora, muy superiores a los ordinarios.
  • También es muy importante leer con atención otros requisitos, como las cuotas aplicables a los diferentes conceptos o los porcentajes que se deben abonar sobre el total recibido.

Requisitos

Se dirige a trabajadores, pensionistas o empresas que no consigan una hipoteca debido a sus dificultades económicas

Las exigencias requeridas para conseguir estos préstamos urgentes son mínimas. Uno de ellos es disponer de una vivienda en propiedad que no tenga hipoteca -si la tiene ha de ser por una cantidad muy pequeña-. No es imprescindible que el inmueble sea propiedad del solicitante, también sirve la casa de un miembro de la familia o de un amigo si estos acceden a que el interesado la utilice como aval. La única documentación que se exige es presentar el DNI de la persona interesada y las escrituras de propiedad. No es necesario presentar justificación de ingresos ni se tiene en cuenta que forme parte de un fichero de morosidad (ASNEF, RAI, etc…). Tampoco es relevante tener embargos, impagados o cuotas atrasadas.

Los criterios para conceder la hipoteca urgente difieren entre empresas, aunque la necesidad de contar con una vivienda es inamovible. Las exigencias varían en función de si el trabajador es autónomo o presta sus servicios por cuenta ajena. En el primer caso, agencias como Consolida Brokers Hipotecarios solicitan, al menos, dos años de antigüedad al corriente de los pagos a de la Seguridad Social y Hacienda, así como que el cliente tenga unos ingresos justificables y haya abonado todas sus deudas. En el supuesto de que el solicitante no trabaje por cuenta propia, se exige que acredite que trabaja desde hace un año, por lo menos.

  • Las condiciones

Las condiciones son similares, en principio, a las de otras hipotecas obtenidas en el banco. Algunas incluso mejoran estas prestaciones y financian el 100% del préstamo. El endeudamiento oscila entre el 40% y el 45%, y el interés parte del Euribor más 0,35%. La diferencia está en la rapidez con la que se firma y en la escasez de requisitos solicitados.

Las compañías que gestionan la hipoteca exprés aseguran que pueden realizar mejores ofertas debido al volumen de operaciones y a los acuerdos que mantienen con las entidades financieras nacionales e internacionales. Ello les permite obtener condiciones más favorables que las que puede conseguir un particular. Además, son clientes preferentes de bancos y cajas, así como de notarías y sociedades de tasación. Cuando la empresa que anuncia la hipoteca urgente es un intermediario entre el banco y el cliente, casi siempre actúa también como asesor financiero.

Proceso para obtener la hipoteca

Una de las ventajas de tramitar una hipoteca urgente es la rapidez con la que se obtiene el dinero y la facilidad con la que se realizan las gestiones.

  • La persona interesada en solicitar una hipoteca debe dar la información básica sobre la cantidad de dinero que necesita o el tiempo en que quiere devolverlo.

  • Ha de aportar datos sobre la vivienda que quiere adquirir o el trabajo que realiza. Es habitual hacerlo a través de un formulario en Internet o por vía telefónica.

  • Tras revisar esta información, la empresa remite al solicitante un detalle con los gastos e impuestos que deberá abonar por la hipoteca y el cuadro de amortización. Cuando son empresas intermediarias, pasan los datos del usuario a los diferentes bancos o cajas con los que trabajan y reciben de ellos distintas ofertas para que el cliente valore cuál es la más beneficiosa.

  • Si el ciudadano está de acuerdo con las condiciones establecidas y desea contratar la hipoteca, debe enviar la documentación necesaria para que la empresa que va a conceder el dinero la estudie. Este expediente se analiza en el departamento de riesgos de la entidad seleccionada, que en 24 ó 48 horas da una respuesta al cliente.

  • En el caso de que se conceda la hipoteca, se abre una cuenta en la entidad y se realiza la tasación de la vivienda. Para este procedimiento se concede un plazo aproximado de tres días.

  • En poco más de una semana estará firmado el préstamo hipotecario. En total, desde que recogen la documentación, las consultoras que gestionan este tipo de hipotecas terminan el proceso en 15 días. Algunas incluso reducen este plazo a ocho días.

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