Entrevista

Mercedes Fernández, profesora de Economía de la Universidad Pontificia Comillas e investigadora del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones

Sería muy positivo avanzar hacia la migración temporal de manera regular
Por Azucena García 6 de marzo de 2007
Img mercedesfdzd
Imagen: CSIC

La experiencia profesional de Mercedes Fernández (Madrid, 1966) en el ámbito económico es dilatada. Licenciada en Derecho y Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales, en la actualidad trabaja como profesora de Economía en el departamento de Organización Industrial de la escuela superior de Ingeniería (ICAI) de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid y es investigadora del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones. En esta entrevista, Fernández hace un repaso a la economía española en general, en la que advierte una posible recesión o fase de descenso, y destaca la importancia de los inmigrantes en los resultados. Precisamente, su obra más reciente es el libro “El codesarrollo en España. Protagonistas, discursos y experiencias”, del que es coautora. En él, se explica la importancia del codesarrollo, un término que refleja la vinculación entre migración y desarrollo, y se apuesta por una llegada circular de inmigrantes regulada por los gobiernos. “Frenaría la inmigración irregular y estaríamos beneficiándonos todos”, defiende la profesora.

La economía española atraviesa un buen momento ¿Puede cambiar esta situación a corto o medio plazo?

Evidentemente, la economía es cíclica y llevamos muchos años de auge, por lo que es de esperar que en medio plazo entremos, si no en una recesión, sí en una fase descendiente del ciclo. No obstante, todavía no hay unos indicadores que objetivamente nos permitan presuponerlo, quizá el repunte de la inflación sea lo más indicativo, pero el hecho es, repito, que la economía es cíclica y todo lo que sube baja, aunque hoy por hoy todavía estamos en una fase de bonanza indudable.

¿Asistimos a un proceso de internacionalización de la economía? ¿Se asemeja cada vez más la economía española a la de los países más avanzados?

Todas las estadísticas sitúan a España entre los países con un índice de desarrollo más elevado. Además, también tiene muy buen nivel en cuestiones de renta per cápita. Definitivamente, hay datos que muestran que nos estamos situando progresivamente entre los países ricos.

Sin embargo, esa riqueza no se refleja igual en el consumidor. Los tipos de interés suben cada vez más, con ellos las hipotecas? El sobreendeudamiento es una realidad preocupante

Sí, eso es obvio y objetivo. Los tipos de interés han subido después de un tiempo muy dilatado en el que han estado muy bajos. Esa situación propició el acceso a créditos por parte de las familias, lo que generó un aumento de la demanda del sector inmobiliario, la subida de los precios de las viviendas y, finalmente, la subida progresiva de los tipos de interés. Pero si la coyuntura del mercado de trabajo se mantiene estable, las consecuencias no serían catastróficas. Habrá qué ver qué ocurre si entramos en una fase de descenso, ya que podría darse el caso de que en lugar de heredar pisos, dentro de poco se heredaran las hipotecas, es decir, pisos con cargas .

Habrá qué ver qué ocurre si entramos en una fase de descenso, ya que podría darse el caso de que en lugar de heredar pisos, dentro de poco se heredaran las hipotecas, es decir, pisos con cargas

Esta preocupación por el futuro de la economía influye, sin duda, a la hora de tener un hijo. ¿La decisión de ampliar la familia es, sobe todo, una cuestión económica?

No es solamente una cuestión económica, sino que va paralela al hecho de que no hay ayudas por parte de los poderes públicos. Independientemente de la coyuntura de mercado, el Estado tiene que garantizar unas coberturas sociales, y en este aspecto estamos en la cola de Europa.

¿Y en que puesto nos encontramos respecto a los sueldos, cobramos poco o gastamos mucho?

Hay que reconocer que somos bastante consumistas, las pautas de consumo son excesivas. Cada vez hay más consumo de bienes y servicios, viajes, comunicaciones, etc. Evidentemente, el nivel de consumo de un ciudadano ha aumentado.

Siguiendo con el tema de los sueldos, ¿veremos pronto una equiparación de salarios entre hombres y mujeres?

En este aspecto hemos dado un paso agigantado y, conforme más mujeres vayan llegando a puestos directivos, la sociedad irá siendo más consciente de que funcionamos igual que los hombres. A medida que la mujer se vaya incorporando al mercado laboral y demuestre que puede resolver con la misma solvencia las responsabilidades que tradicionalmente ha resuelto el hombre, habrá más equiparación porque la preparación es la misma, el inicio de las carreras profesionales es el mismo, los roles domésticos dejan de repartirse de la manera tradicional. Vamos abocados a ellos.

¿Cinco años con el euro en los monederos han sido suficientes para que dejemos de pensar en pesetas?

Depende de la edad. Está claro que las generaciones más pequeñas no saben calcular con pesetas, pero que todavía existe un colectivo amplio, el de las personas mayores, que no sabe calcular con euros. En medio de ambos grupos estarían los jóvenes, que para la cesta de la compra calculan en euros, pero a los que las grandes cifras se les escapan.

Aparte de este error de cálculo ¿hemos salido ganando con la moneda única?

Si nos fijamos en lo que se llama ‘coste del menú’, hemos salido ‘súper ganando’, porque hay una moneda única que, más o menos, es inteligible en todas las listas de precios de toda Europa. Respecto a España, el euro ha generado una inflación enmascarada porque aparentemente las cifras de inflación se han mantenido iguales, pero lo que ha ocurrido en realidad es que se ha cambiado la metodología para estimar esta variable. Y eso es revelador: que la manera de estimar el índice de precios al consumo, que es una de las variables que mide la inflación, se cambie. Da mucho que pensar. Creo que el euro ha generado inflación y que, además, esa inflación en cierto sentido se ha maquillado por parte de los poderes públicos.

Creo que el euro ha generado inflación y que, además, esa inflación en cierto sentido se ha maquillado por parte de los poderes públicos

Usted es coautora del libro “El codesarrollo en España. Protagonistas, discursos y experiencias”. ¿En qué consiste exactamente el codesarrollo?

El codesarrollo es una de las líneas de investigación en la que estamos avanzando en el Instituto de Migraciones. Es un término que refleja la vinculación que existe entre migraciones y desarrollo, que exige que haya un país emisor de inmigrantes y un país receptor en el que se supone que los actores están en plano de igualdad, se supone que ambos países se benefician de la transacción. Hay algunas voces críticas hacia esta visión que argumentan que el codesarrollo es una excusa para frenar los flujos migratorios, pero sería muy interesante y positivo avanzar hacia este término en el futuro porque puede implicar un freno de los flujos, pero también puede mejorar la situación de los países de origen de emigrantes.
Precisamente, una de las líneas del codesarrollo apuesta por el fomento de la migración circular, es decir, la migración temporal de manera regular. Se trataría de permitir que una persona inmigrante venga unos meses a trabajar a España y que regrese a su país. Esto sería beneficioso porque frenaría la inmigración irregular y estaríamos beneficiándonos todos. Es una de las posibles vías que se pueden adoptar en el futuro.

Pero ¿sería fácil convencer a quienes todavía son reticentes a la llegada de personas inmigrantes?

La inmigración tiene su origen en las desigualdades socioeconómicas y políticas entre Norte y Sur, simplificando, pero es muy necesaria para las economías de los países de destino. Ahora bien, es verdad que en estos países, que están configurados con un cierto sistema de bienestar y de prestaciones públicas para los ciudadanos, vemos dos peligros: un hipotético colapso del sistema y el peligro de un virtual descenso del ciclo económico. Por ello, la gestión de flujos migratorios tampoco es rechazable, porque el hecho de que no se haga genera tráfico de personas, inmigración irregular, explotación, etc. Además, no se trata de permitir la entrada a ‘todo el que quiera’ porque puede ser que la infraestructura del país de destino no tenga capacidad para garantizar a esas personas que llegan una supervivencia en condiciones dignas.

¿Es previsible que la población inmigrante genere el mismo problema de envejecimiento que la población española? ¿Qué puede ocurrir con las pensiones?

Pueden ocurrir dos cosas, dependiendo de si la inmigración es definitiva o temporal. Si es definitiva, se supone que las personas inmigrantes van a vivir en España y sus hijos van a continuar aportando, con lo que estarían cubriendo las pensiones de estas personas. Pero también puede ocurrir que, como en Francia, el proyecto migratorio sea transitorio, es decir, que estén en España trabajando y cotizando, pero con intención de volver a su país. Esto implica que si han cotizado el mínimo de años que les da derecho a recibir una prestación por parte del Estado y luego regresan a su país, sus hijos no estarían cotizando, sino que serían los hijos de españoles los que estarían cotizando para pagar las pensiones de las personas inmigrantes.

En cuanto al envejecimiento, muchos estudios dicen que los inmigrantes pueden ayudar a mitigar esta situación porque sus pautas reproductivas indican una mayor fertilidad, pero también es cierto que otros muchos estudios indican que, a medida que una población se va asentando, va adoptando las pautas del lugar de recepción, por lo que es previsible que la natalidad descienda entre las personas inmigrantes.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube