Más de dos millones de personas mueren de hambre cada día, más que por la malaria, el sida y la tuberculosis juntos, según el relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler. «En 2003 murieron 841 millones de personas por el hambre y al año siguiente, en lugar de reducir esa cantidad, tal y como nos comprometimos con los Objetivos del Milenio, esa cifra aumentó en 11 millones más», dijo ayer Ziegler durante una rueda de prensa.
Con ocasión de la celebración mañana, domingo, del Día Mundial de la Alimentación, el relator apuntó que se calcula que el mundo puede producir comida suficiente para alimentar diariamente a 12.000 millones de personas, el doble de la población mundial.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, también recordó a través de un comunicado que más de 850 millones de personas sufren hambre en el mundo, una cifra que la comunidad internacional se ha propuesto reducir a la mitad en 2015.
La situación es especialmente preocupante en África, donde «la masacre provocada por el hambre aumenta cada vez más», dijo Ziegler. En ese continente, el número de personas malnutridas ha pasado de 88 millones en 1999 a más de 200 millones en 2001.
Entre los ejemplos citados por Ziegler destacan el de Burkina Faso, donde «la escasez de alimentos alcanza al 70% de la población»; Mali, donde «más del 10% de la población no tiene qué comer»; Sudán, donde «3,5 millones de personas son víctimas del hambre», o Etiopía, donde «más de 3,8 millones de habitantes necesitan urgentemente asistencia alimenticia».
El relator lamentó también la situación en Níger y denunció la «lenta» respuesta internacional, que se intensificó después de que los medios de comunicación difundieran imágenes de la población nigerina.
