Ayudar a los seis países más pobres de África a hacer frente a la situación creada por el encarecimiento del precio de los alimentos y el cambio climático es el objetivo de un plan que estará dotado con 60 millones de euros, según anunció la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega durante la segunda jornada de la visita oficial a Níger.
«España es consciente de la gravedad del problema, de la crisis humanitaria que supone a nivel mundial, y por eso ha respondido de forma inmediata al llamamiento urgente de Naciones Unidas aportando a la reserva alimentaria 15 millones de euros», a los que hay que sumar otros cuatro millones y medio aportados previamente, detalló De la Vega en una rueda de prensa con la ministra de exteriores de Níger, Aichatou Mindaoudou. La vicepresidenta primera mantuvo una reunión con ministros de Níger, Burkina Faso, Sierra Leona, Guinea Bissau, Mali y Benin, así como con representantes de organismos internacionales, la Comunidad de Estados de África Occidental, la Unión Africana y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUD).
Tres ejes
El Gobierno español ha propuesto la necesidad de adoptar no sólo medidas de choque, sino también actuaciones a medio y largo plazo que sean eficaces, que se han incluido en un plan de la cooperación española dotado con 60 millones de euros y que tendrá tres ejes a desarrollar hasta 2010. El primer eje es una línea de ayuda humanitaria y urgente, dotada con 25 millones de euros y destinada a paliar las situaciones de crisis que sufra la población. La segunda actuación es un programa centrado en medio ambiente y agua, de 25 millones de euros, que incluye la celebración de un seminario en Madrid sobre energías renovables, mientras que la tercera es una línea de proyectos de al menos 10 millones de euros que llevarán a cabo las ONG sobre el terreno.
España apuesta por un África «en paz, estable y próspera y que, por ese motivo, el Gobierno va a seguir apoyando al continente, y en especial a sus países más pobres, en su desarrollo político, social, cultural y económico», destacó la vicepresidenta.
«España nos ha escuchado y ha hablado de soluciones duraderas», como medidas fiscales, «para mantener los precios y que las poblaciones puedan aguantar esta crisis alimentaria», señaló, por su parte, Aichatou Mindaoudou.
