Vuelos baratos en Internet

En los últimos años, la Red se ha convertido en la agencia de viajes perfecta: rápida, eficaz y barata. Ésta es una pequeña guía de consejos para encontrar las gangas sin salir de casa.
Por Marta Peirano 11 de enero de 2006

Primero: el destino

Todas las aerolíneas tienen una sede y sus ofertas más interesantes serán siempre las que van o vienen de allí. Por ejemplo, la delegación de Virgin en Europa, Germanwings y Hapag-Lloyd Express. Y si en algún momento falla la memoria, la manera más rápida de saber qué aerolínea es la más barata es consultar Whichbudget.com, votada por el diario The Guardian como uno de los mejores sitios web de la Red.

Which Budget (que se traduce como ‘¿Qué presupuesto?’ ) muestra una lista doble de países: los de origen y los de destino. De este modo, el usuario que sabe a dónde quiere ir podrá pinchar en la ciudad de destino y conocer las compañías más baratas que vuelan allí. Y aquellos que están por decidir dónde pasar las vacaciones pueden pinchar en su propia ciudad y escoger entre las opciones que están al alcance de su bolsillo desde allí. Los españoles que viven en ciudades de la costa están de suerte, ya que la mayoría de las compañías de bajo coste en Europa tienen debilidad por nuestras islas y playas.

Agencias, buscadores y blogs

Otra opción cómoda cuando ya se ha decidido el destino y las fechas es acudir a una agencia online. En España las más populares son Rumbo y Terminal A. Las dos ofrecen un sistema de búsqueda de billetes sencillo que, una vez introducidos los requerimientos básicos, rastrea cientos de bases de datos hasta encontrar las combinaciones más baratas. Una vez localizada la ganga, se abona el importe en la misma sesión; la agencia se encarga de todo.

Por otro lado, hay buscadores independientes que, sin pertenecer a ninguna agencia, hacen el mismo trabajo. Uno de los veteranos es Skyscanner, especialista en Europa y Asia. También existe Airtrecks para viajes alrededor del mundo, una opción muy a tener en cuenta cuando se viaja a las islas del Pacífico. Si bien estos motores incluyen más aerolíneas en su rastreo y pueden encontrar opciones más baratas, tienen el inconveniente de que sólo facilitan el contacto sin cerrar la compra final. El resto del proceso (pago y confirmación de reserva) se termina en la página de la aerolínea seleccionada.

Ofertas a la carta

Otra manera de estar al tanto de las ofertas más jugosas es sumarse a las listas de correo de cada compañía. Esto es, crear un perfil de usuario con una dirección de correo válida para estar informado de los ‘Precios Estrella’ de Iberia, el ‘Tijeretazo’ de Air Europa y otras promociones de temporada. Además, con algunas aerolíneas, estar registrado ofrece ventajas adicionales. Sterling, por ejemplo, ofrece el doble de peso en el equipaje (40 kilos en lugar de 20) y Virgin-Express envía primicias de sus vuelos más baratos para que los socios registrados tengan ventaja sobre los demás.

Esta opción no es, evidentemente, la más indicada para los maniáticos del spam, es decir aquellos usuarios a los que no les gusta que les llenen el buzón de correo electrónico con publicidad. Para evitar este hecho molesto lo mejor es utilizar el que tal vez sea el blog más popular de la ‘blogosfera’ española: Ofertas para viajar. Esta página recoge cada día los vuelos, paquetes de viajes, alquileres de vacaciones y promociones más interesantes dentro y fuera de España. Es la niña bonita de las agencias nacionales. Merece la pena mirarla de vez en cuando aunque sea sólo para saber todas las cosas que se pueden hacer con poco dinero.

Ojo con las tasas

Una cosa es el precio del vuelo y otra las tasas de aeropuerto, los gastos administrativos, el suplemento de seguridad, el suplemento por aumento coste del combustible y el cargo por emisión de billete. Aunque las compañías están obligadas a especificarlas previo pago del billete, todas esas cifras aparecen por arte de magia en el momento de pagar y pueden hasta triplicar el precio del viaje. Las palabras con las que se suele denominar a este elenco de cargas adicionales son ‘impuestos y tasas incluidos’. Si esas palabras no aparecen en la web en primera instancia, lo mejor es seguir con el proceso de compra hasta estar seguros del importe final. Eso debe ocurrir antes de pedir los datos de la tarjeta de crédito. Si al final de la búsqueda el usuario acaba comprando un billete más caro de lo que pensaba, o diez minutos más tarde da con una oferta mejor, no hay por qué apurarse: la Ley concede dos horas para cancelar la operación.

Lo muy barato sale caro

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Mucho cuidado con esos vuelos a precio de granizado: las compañías más baratas del mercado recortan algo más que el precio en sus vuelos de bajo presupuesto. Y no es sólo que esté malo el café. Para empezar, es habitual que vuelen entre aeropuertos pequeños y apartados de la ciudad, lo que sube el precio del viaje en concepto de trenes, autobuses especiales o taxis. Además, el avión es pequeño, el viaje es incómodo (los asientos parecen diseñados para personas sin rodillas) y es habitual que la letra pequeña que nadie lee incluya sorpresas desagradables. Ryanair, por ejemplo, ofrece un máximo de quince kilos de equipaje y cobra ocho euros por cada kilo extra.

Antes de comprar un billete de este tipo conviene medir las maletas con ojo de perito, mirar bien en el mapa dónde quedan los aeropuertos y calcular todos los gastos extra, no sólo en dinero sino también en tiempo y esfuerzo. Este tipo de compañías son interesantes para viajar a Londres un fin de semana de compras, pero no son aconsejables para el que viaja con maletones o quiere relajarse en el avión. Un vuelo agradable bien vale unos euros extra.

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