Pinturas vinílicas para las estancias húmedas

Su fácil limpieza presta su empleo en la cocina
Por EROSKI Consumer 11 de abril de 2007

Tanto en baños como en cocinas, el vapor de agua y la elevada condensación son constantes que aconsejan el empleo de azulejos, puesto que son más resistentes a estos factores que la pintura.

En estas zonas húmedas, en la pintura al temple pueden aparecer manchas, e incluso puede llegar a desprenderse. En el caso de las acrílicas, la pintura puede llegar a abombarse y aparecer ampollas.

Si quiere pintar la pared o combinar este material con azulejos, es conveniente emplear pinturas vinílicas con un tratamiento anticondensación. Estas pinturas protegen la pared de una forma similar a los azulejos, permitiéndonos combinar ambos elementos de revestimiento sin que se presente ningún tipo de problemas.

Las pinturas vinílicas se secan rápidamente y son lavables, algo muy de agradecer sobre todo en la cocina. Su base es acuosa y se aplican fácilmente tanto con brocha como con rodillo, siendo recomendable el empleo de este último porque logramos administrar la pintura con mayor rapidez.

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