Renta variable asiática, una alternativa de inversión

No conviene posicionarse en más del 20% de la cartera de valores sobre el total de capital invertido
Por José Ignacio Recio 29 de diciembre de 2008
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Imagen: C2 RINGO

Invertir en la renta variable asiática es una posibilidad que ofrecen los mercados financieros para recoger beneficios una vez agotadas las oportunidades que brinda la renta variable occidental, en especial la española. La inversión en Asia debe ir destinada al medio y largo plazo, y los analistas aconsejan no posicionarse en más del 20% de la cartera de valores sobre el total de capital invertido. Se puede operar en estos mercados a través de varias bolsas del Lejano Oriente, y hay dos mercados de referencia: el «Nikkei», en Japón, y el «Han Seng» en la República Popular de China. En este último caso, la caída bursátil que ha afectado a las Bolsas de todo el mundo ha sido la mitad que, por ejemplo, la sufrida por el mercado de valores español.

Elevadas comisiones

Se trata de dos mercados que, aunque ubicados en la misma área geográfica, tienen características opuestas ya que el «Nikkei» forma parte de las principales bolsas del mundo industrializado, y en él están representadas las principales compañías multinacionales. Empresas tecnológicas, automovilísticas, químicas o empresas de distribución son los valores por los que apostar a la hora de realizar la toma de posiciones en este mercado, que cuenta con una amplia selección de empresas: Canon, Citizen Watch, Daiwa, Fujitsu, Hitachi, Honda, Kawasaki, Mitsubishi, Osaka Gas, Pioneer, Sanyo o Sega, entre las más conocidas. El mercado chino «Han Seng», sin embargo, es representante de las bolsas emergentes, aunque en la zona asiática hay otras plazas bursátiles como Malasia, Corea del Sur o Taiwan, pero éstas son de difícil acceso para los pequeños inversores debido a las especiales condiciones de estos mercados.

Acudir a mercados que todavía no están agotados ofrece indudables ventajas, pero también hay inconvenientes, como el alto grado de desconocimiento de las empresas que cotizan en ellos -especialmente las chinas-, lo que hace muy difícil el seguimiento de sus valores por parte de los pequeños y medianos ahorradores. Es aconsejable que la apuesta bursátil vaya dirigida a valores contrastados internacionalmente y, por supuesto, alejarse de aquéllos de los que no se tenga referencia objetiva.

El mercado «Nikkei» japonés tiene una de las mayores y más variadas ofertas bursátiles del mundo

Además, para posicionarse en los mercados asiáticos, las comisiones son más caras que para invertir en otras Bolsas internacionales. La comisión media para este tipo de operaciones en los mercados asiáticos es de 40 euros, mientras para los mercados europeos es de 20 euros aproximadamente. A ello hay que sumar, en el caso asiático, un 0,35% sobre el total invertido que aplica el banco o caja de ahorros con quien se realice la operación, y otro 0,25% que corresponde a la comisión del broker. Teniendo en cuenta estos gastos, la inversión en Asia está indicada, especialmente, para cantidades no inferiores a 3.000 euros, a diferencia de la Bolsa española, por ejemplo, en donde se puede rentabilizar una inversión por sólo 600 euros debido a los bajos precios de las comisiones.

Cómo invertir

Para poder invertir en mercados tan peculiares como el chino y japonés, las entidades financieras cuentan con diversos mecanismos. Los difunden a través de sus páginas web, y entre ellos destaca el Ranking de Valores Techrules, que permite realizar un seguimiento y comparativa de los valores que mejor y peor se comportan en cada sesión, analizando:

  • Su tendencia y fortaleza
  • Los comportamientos relativos
  • El riesgo de cada valor
  • Las recomendaciones de compra y venta

También se presta ayuda a los inversores por medio de una comparativa entre las diferentes acciones, lo que ofrece la posibilidad de realizar una selección de los valores que pueden ser objeto de compra.

Cabe tener en cuenta que no todas las entidades operan con los mercados asiáticos; esta posibilidad es ofrecida, generalmente, por grandes grupos bancarios, entidades online, y sobre todo, por la banca de inversión. También algunos brokers ofrecen este servicio, e incluyen ofertas especiales para tomar posiciones en alguno de estos parqués bursátiles que pueden abaratar la operación entre en un 20% y 30%, aunque a cambio de ser cliente de su grupo financiero.

A TRAVÉS DE FONDOS DE INVERSIÓN

Para invertir en los mercados asiáticos y beneficiarse de sus ventajas sin asumir grandes riesgos, el pequeño y mediano inversor puede acudir a los fondos de inversión cuya cartera de valores está basada en los mercados asiáticos, parcial o globalmente. De hecho son la mejor alternativa para los inversores más conservadores.

Es una oferta cada vez más presente en las gestoras de estos fondos. Invirtiendo de este modo el ahorrador no tiene que estar pendiente de la evolución de unos mercados tan peculiares y complicados, y puede aprovecharse de la posibilidad de recoger hipotéticas revalorizaciones. No suponen mayor desembolso que el que tengan que acometer con otros fondos, pero es necesario contar con un servicio de asesoramiento por parte de las entidades financieras, debido a las especiales características de los mercados asiáticos.

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