Seguridad en alimentos infantiles

La iniciativa europea Babyfood pretende investigar los efectos que tienen sobre la salud de los bebés las sustancias que se encuentran en alimentos infantiles
Por Maite Pelayo 24 de agosto de 2007

Nadie duda de la gran importancia de la alimentación durante los primeros años de vida. Además de proporcionar los nutrientes necesarios para el correcto crecimiento y desarrollo durante esta etapa, en la que además se forjarán los hábitos alimentarios, los alimentos pueden aportar otras sustancias no tan recomendables, con un posible efecto negativo en nuestra salud. Cada vez es más común que se alimenten a los bebés durante sus primeros meses de vida con leches maternizadas y preparados industriales a base de purés de verduras, frutas u otros ingredientes. La comodidad de estos productos, sin embargo, no está reñida con la preocupación de proporcionarles alimentos de calidad que, además de alimentarles de acuerdo a sus necesidades, garanticen la inocuidad de su consumo.

La seguridad de los alimentos es un derecho del consumidor que la industria alimentaria debe garantizar y las administraciones públicas supervisar. Este derecho es prioritario en el caso de la población infantil, cuyo organismo es más vulnerable a los posibles agentes que pueden contener los alimentos que se les ofrecen. Esto es así debido a que, además de tener un mayor efecto sobre sus tejidos aún en fase de desarrollo, son más difíciles de eliminar a través de unos órganos todavía en periodo de maduración.

Proyecto Babyfood

Con el objetivo de investigar los efectos que tienen sobre la salud de los bebés las sustancias que se encuentran en los alimentos infantiles comerciales, nace el proyecto Babyfood, una nueva iniciativa de la Unión Europea financiada con fondos comunitarios. Esta investigación, surgida en el Centro Nacional de Investigación GSF de Alemania y en la que participarán otros países, incluido España, se centrará en las repercusiones que tienen sobre el sistema hormonal las sustancias químicas aportadas a través de la alimentación en las fases más tempranas. Ya hay estudios que demuestran cómo algunas sustancias, incluso a niveles muy bajos, interactúan con los receptores celulares imitando nuestras hormonas pudiendo provocar, a largo plazo, problemas de salud.

Entre las sustancias analizadas están metales pesados como el cadmio, pesticidas, dioxinas y BPC (bifenilos policlorados). El estudio se realizará en tres grupos de bebés alimentados con diferentes tipos de preparados infantiles: normal de leche, leche de soja y leche hipoalergénica durante los primeros cuatro meses, para continuar luego con alimentos sólidos tipo purés de verduras. La investigación se completará con observaciones de cómo interactúan in vitro estos compuestos en los receptores celulares, así como en larvas y huevos de pez cebra (Danio reriro) y un tipo de ranita (Xenopus lavéis) cuyos receptores son similares a los de los humanos en una fase temprana.

ALIMENTOS SEGUROS

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A través de estudios como el descrito se trata de crear un sistema de evaluación de riesgos para los diferentes tipos de alimentos de una manera global a través del cual poder elaborar recomendaciones sobre el tipo de alimentos infantiles más idóneos durante los primeros meses de vida. El proyecto Babyfood forma parte de la red CASCADE, para la coordinación e integración duradera de las investigaciones europeas sobre los efectos que producen en la salud de los seres humanos los residuos químicos que contienen los alimentos. CASCADE reúne a 24 grupos de investigación de nueve estados miembros de la UE y la Comisión Europea financia la red.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha difundido recientemente un informe en el que se alerta del peligro que representan tanto los contaminantes del medio ambiente como las sustancias tóxicas presentes en el agua y alimentos a los que están expuestos los niños, siendo la causa de alrededor un tercio de las enfermedades infantiles. En el mencionado informe se señala que los niños tienen una mayor susceptibilidad, siendo especialmente vulnerables a las influencias de su medio ambiente, además de reaccionar a las agresiones del entorno de forma distinta a los adultos.

Bibliografía
Regulación de alimentos para lactantes y niños de corta edad:
  • Real Decreto 490/1998, de 27 de Marzo de 1998, por el que se aprueba la Reglamentación Técnico ? Sanitaria específica de los alimentos elaborados a base de de cereales y alimentos infantiles para lactantes y niños de corta edad. (B.O.E. 07/04/98). Transposición de la Directiva 96/5/CE. Modificado por Orden 14 de Julio 1999 que actualiza los anexos (B.O.E. 21/07/99) , Real Decreto 1445/2000, de 31 de Julio (B.O.E.01/08/00) y Real Decreto 480/2004, de 26 de Marzo (B.O.E 02/04/04).
  • Real Decreto 72/1998, de 23 de Enero de 1998, por el que se aprueba la Reglamentqación Técnico?Sanitaria específica de los preparados para lactantes y preparados de continuación. (B.O.E. 04/02/98). Transposición de la Directiva 91/321/CEE modificada por la Directiva 96/4/CE. Modificado por Real Decreto 1446/2000, de 31 de Julio (B.O.E. 01/08/00) y Real Decreto 500/2004, de 1 de Abril, B.O.E. 02/04/2004.
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