El 25% de los niños en edad escolar sufre algún problema visual

El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas recomienda que los niños acudan a una revisión visual al menos una vez al año
Por EROSKI Consumer 20 de septiembre de 2010

El 25% de los niños en edad escolar sufre algún problema visual, como miopía, ojo vago o hipermetropía, lo cual puede afectar a su rendimiento académico si no se detecta a tiempo. De este modo, un estudio realizado por el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas indica que cerca del 30% de los casos de fracaso escolar se debe a problemas visuales, según informó el Colegio de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia (Coorm).

Estos defectos visuales dificultan a los escolares la posibilidad de seguir las explicaciones de la pizarra, la lectura y estudiar con comodidad. Además, el comportamiento de los estudiantes afectados puede ser distraído, empeorar su memoria visual y tener más dificultades para aprender las lecciones.

El Coorm también se mostró preocupado por el aumento del número de miopes. Según el Presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas y Decano del CNOO, Juan Carlos Martínez Moral, «los niños cada vez dedican más tiempo a actividades en las que se realiza un gran esfuerzo en visión cercana, como la lectura, ver la televisión, trabajar delante de un ordenador o jugar a la videoconsola. Esto produce un incremento de estudiantes con miopía».

Martínez Moral recomendó llevar a cabo revisiones visuales y evaluar también la capacidad de comprensión para detectar a tiempo los defectos visuales. «Lo más recomendable es acudir a la consulta del óptico-optometrista al menos una vez al año», señaló. Además, es necesario que los padres y profesores estén atentos ante una serie de síntomas de los escolares que indican problemas visuales, como escozor de los ojos, lagrimeo excesivo, frotarse los ojos o parpadear constantemente, cerrar o cubrirse un ojo, excesiva sensibilidad a la luz, fruncir el ceño cuando se lee o se escribe, mala postura del cuerpo o la cabeza, cansancio después de leer un rato o de realizar otra actividad que requiera de la visión, excesiva sensibilidad a la luz o fotofobia, baja comprensión de la lectura para su edad y pérdida entre líneas.

El Coorm indicó que si se detecta en el niño alguno de estos síntomas, es necesario acudir a la consulta del óptico-optometrista para someterle a un examen visual y ocular completo, «ya que la identificación temprana de los problemas de visión puede resultar crucial para su prevención y, tras su diagnóstico, para un correcto tratamiento».

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube