Más de 15.000 alumnos de 84 centros educativos españoles participan este curso 2007-2008 en el Programa MUS-E, un programa educativo ideado por el prestigioso violinista Yehudi Menuhin, destinado a fomentar la enseñanza de las artes en aquellos centros donde existe un alto porcentaje de alumnos que presentan riesgos de exclusión social, como medida para favorecer la integración. Y es que las prácticas artísticas ofrecen una oportunidad única para que alumnos que pueden pasar todo un curso en la misma aula sin relacionarse socialmente entre ellos creen unos lazos de unión imposibles de conseguir en el desarrollo de una clase habitual.
«Prender la chispa creativa que existe en todos y cada uno» y «dar voz a las voces silenciosas de los niños desgraciados, de las culturas oprimidas» era el sueño que Yehudi Menuhin, uno de los músicos más consagrados del último siglo y a la vez un humanista comprometido con la defensa de los derechos humanos, perseguía con la creación de MUS-E, un programa pedagógico dirigido a promover la enseñanza de las artes dentro de la escuela, como medio para favorecer la integración de niños desfavorecidos, prevenir la violencia y el racismo y fomentar la tolerancia y el encuentro entre las distintas culturas.
Este curso, el programa se imparte en 84 centros favoreciendo a más de 15.000 alumnos
El Programa MUS-E comenzó a desarrollarse en Suiza en 1994 a través de la Fundación Internacional Yehudi Menuhin, desde entonces, el proyecto ha ido expandiéndose de manera que en la actualidad se desarrolla en más de 350 escuelas de trece países europeos, Israel y Brasil, y cuenta con la participación de cerca de 40.000 alumnos y más de 750 artistas en activo. En 1997, gracias al convenio suscrito entre el Ministerio de Educación y Ciencia y la Fundación Internacional, se implantó el programa en España en siete centros públicos de Madrid, Extremadura, Cantabria, Asturias y Murcia; dos años después, con la constitución de la Fundación Yehudi Menuhin España en 1999, se llegó a distintos acuerdos de colaboración con las diferentes consejerías de educación de las comunidades autónomas, de manera que hoy en día el programa se imparte en 84 centros educativos de todo el país, favoreciendo a más de 15.000 alumnos.
Cómo Funciona
De acuerdo con su finalidad esencial de utilizar las artes como herramienta para favorecer la integración social, educativa y cultural de los niños, el Programa MUS-E está destinado preferentemente a aquellos centros educativos que se sitúan en zonas consideradas de intervención prioritaria, donde los niños y niñas presentan mayor riesgo de exclusión, ya sea por problemas de destructuración familiar, marginación social o segregación racial. Normalmente, estos centros son propuestos por las diferentes consejerías de educación a la Fundación Nacional y al Ministerio de Educación, que son los encargados de decidir su inclusión en el proyecto.
El programa se desarrolla dentro del horario lectivo y durante todo el curso escolar
Una vez que el centro es admitido dentro del proyecto, debe integrar el Programa MUS-E dentro su Plan General Educativo, ya que el programa no es una actividad extraescolar, sino que se desarrolla dentro del horario lectivo y se prolonga durante todo el curso escolar. En un principio, se inicia en el primer ciclo de educación primaria y se va incorporando paulatinamente a todo el centro, aunque en algunas comunidades autónomas, como Madrid y Andalucía, el proyecto se está desarrollando también en Institutos de Educación Secundaria como medida para favorecer la integración de jóvenes y adolescentes.
El programa se desarrolla a través de talleres de distintas disciplinas artísticas (música, danza, teatro, canto o artes plásticas), que son impartidos por artistas en activo, seleccionados por su elevada formación artística y su experiencia pedagógica, en colaboración con los tutores de los distintos cursos. Pero el objetivo de estos talleres no se centra sólo en ampliar los conocimientos de los alumnos en estas disciplinas, sino que va más allá; a través de estas enseñanzas se utiliza el arte como herramienta para estimular la curiosidad por el aprendizaje, el conocimiento de los otros y de su cultura y el trabajo colectivo, a la vez que se favorece la creatividad de los niños y se refuerza su autoestima. Esto es posible gracias a que, como recoge el programa MUS-E en sus principios, «las artes contribuyen de forma decisiva al desarrollo intelectual de las personas y favorecen la expresión de la personalidad, además de permitir establecer lazos entre individuos de diferentes culturas facilitando la construcción de una cultura común».
Pero no sólo los niños se ven favorecidos por estos talleres, ya que a los profesores esta experiencia les sirve asimismo para descubrir otras capacidades en los niños que en la enseñanza tradicional pueden quedar escondidas, además de enriquecerse pedagógicamente y mejorar sus conocimientos artísticos.
En los centros se observa una disminución del nivel de conflictividad y del absentismo escolar
Lo más importante es que el programa funciona, y funciona bien. Así se desprende de las diferentes evaluaciones que se realizan tanto a nivel nacional como internacional a través de informes, encuestas o encuentros de evaluación. Además de algunos aspectos inmediatos que se observan en los niños que participan en el programa, como la superación de la timidez o la mejora de la integración, en los centros MUS-E se aprecia una disminución del nivel de conflictividad y se nota mejoría en el absentismo escolar. A nivel general el programa MUS-E ha favorecido la interrelación de todos los alumnos participantes, independientemente de su origen o su situación socioeconómica.
