El baño del perro, un hábito de higiene fundamental

El baño del can, con agua y un jabón adecuado, debe formar parte de los cuidados cotidianos de nuestra mascota
Por Eva San Martín 30 de enero de 2012
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Imagen: Dan Bennett

Todos los perros necesitan contar con una rutina de baño, que incorpore el agua y el jabón adecuado para nuestra mascota. Se trata de un hábito esencial para cuidar de su higiene, que ayuda al animal a eliminar malos olores y a mantener su pelaje y piel sanos. No es difícil bañar a nuestro perro en casa. Pero existen algunos consejos que conviene conocer antes de emprender el aseo de nuestra mascota.

Los paseos al aire libre por terrenos con barro o arena, la contaminación de la ciudad, las plácidas siestas del animal en una superficie no siempre demasiado limpia y los animados juegos en el parque con otros canes son solo algunas de las situaciones que hacen obligado el baño periódico de nuestra mascota.

Incorporar el agua y el jabón (específico para canes) a los hábitos de higiene de nuestro perro es esencial, asimismo, para evitar infecciones en la piel y para mantener su pelaje sano y brillante. Sin embargo, el aseo del perro tiene algunos misterios que conviene conocer.

¿Cada cuánto conviene bañar al perro?

La primera pregunta evidente que surge al hablar del aseo en nuestra mascota es ¿cada cuánto debo asear al perro? No existe, sin embargo, una única respuesta para esta cuestión: la frecuencia de los baños depende del estilo de vida del animal. No es lo mismo un perro que pasa mucho tiempo a la intemperie, en un medio rural por ejemplo, que otro que vive en un piso de una ciudad.

Un perro de pelo largo puede necesitar un baño al mes, o uno cada tres meses si tiene el pelo corto

Un perro urbanita puede necesitar un baño al mes (si tiene el pelo largo) o bastarle con uno cada dos o tres meses (si es de pelaje corto). Si el animal vive en el campo, lo habitual es que precise baños con mayor frecuencia. El veterinario le aconsejará acerca del tiempo adecuado que debe dejar pasar entre baño y baño en cada caso.

Cuando se trata de hábitos de higiene, sea para un perro que vive en la ciudad o sea para otro que reside en el medio rural, la longitud del pelaje de nuestra mascota es un factor a tener muy en cuenta cuando se trata de planificar su rutina de baños. No es lo mismo un animal de pelaje (manto) corto que otro con el pelo largo, ya que éste será más propenso a ensuciarse.

El aseo debe ser un momento agradable

Bañar a su mascota puede ser una forma de estrechar la relación con ella. Sin embargo, como ocurre con ciertos niños, para algunos animales el momento del baño es, en principio, un momento poco atractivo. El nerviosismo del animal, cuando aparece, debe apaciguarse con palabras amables, amarrando al perro con un arnés para evitar que huya y con caricias constantes.

Conocer algunos secretos del baño del can puede ayudar a transformar el momento del baño en una experiencia más agradable, tanto para el animal como para su dueño. Regular de forma correcta la temperatura del agua de baño, que debe rondar los 39ºC, o empezar el aseo por la cabeza, son algunas claves para un aseo placentero.

Si el perro comienza a bañarse a partir de los tres meses, además, se acostumbrará mejor al agua y el jabón. La primera vez que se le asea, hay que tranquilizarle y procurar que asocie los baños con una experiencia agradable.

El jabón y el olor corporal del perro

Para un perro que sea poco amigo del agua, el baño puede tener un inconveniente añadido: reduce su olor corporal. Este puede ser un problema nada menor para su mascota, ya que el olfato marca su identidad frente a la manada. Conviene recordar que el can es un animal social, que interactúa no solo con la familia con la que vive sino, también, con los perros que encuentra en su entorno.

Las diminutas partículas olorosas que segrega el cuerpo del perro, y a las que llamamos olor, son utilizadas por el can como medio de comunicación con otros animales, a la vez que avisan de su presencia. Estos compuestos químicos volátiles son únicos en cada animal: le ayudan a crearse una posición dentro de esa manada y a distinguirse del resto de perros.

Esto explica que el aseo habitualmente excesivo, notablemente superior al recomendado, enrarezca las relaciones sociales de su mascota. Abusar de los baños con agua y jabón puede tener, además, consecuencias negativas sobre la piel y la salud del pelaje del perro.

Utilizar agua templada y palabras cariñosas pueden ayudar a que el animal se mantenga relajado durante el baño

Abusar de los baños con jabón en nuestro perro, con aseos por encima de la frecuencia recomendada por el veterinario, puede dañar la capa grasa que protege el pelo y la piel de nuestra mascota. Esta cubierta de lípidos es la responsable del brillo y de característica sedosidad del pelo del perro, y sirve como barrera natural ante ciertas enfermedades. Son motivos que justifican que convenga respetar, en la medida de lo posible, la periodicidad aconsejada de los baños.

Cuidado de la piel y el pelo

En el mercado existen muchos productos específicos para cuidar de la higiene de los perros. La cuestión es elegir los más adecuados y tener en cuenta ciertas pautas a la hora del baño. El champú de las personas no es adecuado para el perro, aunque sean hipoalergénicos y para bebés, ya que el PH de su piel es muy distinto al nuestro.

Un champú para perros debe ser eficaz para eliminar la suciedad, tener máxima tolerancia cutánea, efecto acondicionador para el pelo y la piel, una textura que facilite la aplicación y generar una espuma fina,no demasiado abundante, homogénea y con burbujas pequeñas.

Cada perro, en función de su piel y de las características de su pelo, cuenta con un champú adecuado para él. Existen productos para perros con pieles muy sensibles, para canes alérgicos y otros que son específicos, por ejemplo, para cada tipo de pelo, ya que no es lo mismo que su mascota tenga el pelaje rizado, corto, largo, oscuro o claro. El veterinario le ayudará a elegir el más adecuado para cada caso.

Consejos
  • Un perro de pelo largo puede necesitar un baño al mes, mientras que a otro de manto corto suela bastarle con uno cada tres meses

  • Bañar a su mascota puede ser una forma de estrechar la relación con ella: hágalo con cariño, y utilice agua templada de unos 39ºC.

  • El champú de las personas no es adecuado para bañar al perro: nuestro PH es distinto.

  • Existe una gran gama de productos específicos para casi cada tipo de piel y de pelaje canino: consulte con su veterinario cuál es el más adecuado para su perro.

  • Si el cachorro comienza a bañarse a partir de los tres meses, se acostumbrará mejor al agua y el jabón.

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