Una encuesta desvela que la droga de los ejecutivos son los tranquilizantes

El sondeo, elaborado por el Plan Nacional sobre Drogas, alerta de que el consumo de cocaína, marihuana y éxtasis ha aumentado entre los parados
Por EROSKI Consumer 13 de julio de 2002

Los directivos y gerentes de las empresas son los que más tranquilizantes consumen entre la población laboral y son también los terceros que más beben, por detrás de los trabajadores no cualificados y los funcionarios, según un informe elaborado por el Plan Nacional sobre Drogas, la Fundación de Ayuda a la Drogadicción y Caja Madrid.

El estudio, presentado ayer por el subdirector del Plan, Emiliano Martín, es el primero que se ocupa de la incidencia de los estupefacientes en el mundo del trabajo desde 1996. Tras entrevistar a 2.000 personas con empleo y a 300 parados, los autores concluyen que el consumo disminuye de forma generalizada entre la población ocupada y aumenta entre los desempleados -marihuana, cocaína y drogas de diseño-. Esta tendencia creciente se explica por la mayor presencia de jóvenes en las listas del INEM. «El paro se ha convertido en un factor de riesgo, tanto en la población adulta como entre los jóvenes sin empleo», aseguró Martín.

Una de las conclusiones del estudio es que el 90,4% de la población laboral ha fumado, bebido o tomado alguna droga en el último año; y el 83,5%, en el último mes. Hay el doble de fumadores en la población activa que en el resto, aunque a la mitad de ellos le gustaría dejar el hábito. El porcentaje es similar en el caso de los bebedores abusivos, pero desde 1996 se constata una importante reducción de la cantidades medias ingeridas.

Por grupos profesionales, los directores y gerentes aparecen como los mayores consumidores de tranquilizantes y los terceros que más beben y fuman. No obstante, descienden hasta el quinto puesto en el cannabis y ocupan la última posición en la cocaína. En cambio, los trabajadores no cualificados son los que consumen más coca y marihuana, mientras que los empleados o funcionarios son los que más beben.

Uno de los directores técnicos del estudio, Eusebio Megías, explicó que el cannabis es la «sustancia bisagra», porque aparece en todos los modelos de policonsumo; es decir, se combina con todas las sustancias y es el comodín para las drogas legales y para las ilegales.

Entre la población ocupada, la tendencia es a la disminución del consumo en todas las sustancias, salvo los hipnóticos. En cambio, entre los parados se estima un claro incremento de la marihuana, la cocaína, los alucinógenos y las drogas de síntesis, y un descenso del alcohol, la heroína, las anfetaminas y los tranquilizantes e hipnóticos.

Por ramas de actividad, las que presentan más riesgo son la construcción, la minería, la energía, y los sectores químico, eléctrico, metal y automoción, aunque es destacable que, respecto a la cocaína, las áreas de educación y sanidad ocupan el tercer lugar en incidencia.

Los factores laborales pesan menos que los personales para consumir, pero, entre ellos, los que más peso tienen son la peligrosidad del trabajo, la nocturnidad, la rutina, sentirse mal pagado, la insatisfacción con los superiores y la precariedad laboral. Otra conclusión del estudio es la gran discrepancia entre la demanda de formación e información planteada por los trabajadores y la que reciben por parte de las empresas, que en muchos casos ha sido nula.

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