La vacuna contra el cáncer de cuello de útero demuestra una eficacia del 100% en los ensayos

El fármaco protege frente al virus del papiloma humano, una infección que se transmite por vía sexual y que provoca casi todos los tumores de este tipo
Por EROSKI Consumer 8 de octubre de 2005

El fin del cáncer de cuello de útero, el segundo tumor más mortal entre las mujeres, está cada vez más cercano. Los ensayos a gran escala con la primera vacuna preventiva contra esta enfermedad han proporcionado resultados más que optimistas. La protección alcanza el 100%, según el estudio que se acaba de presentar en el congreso anual de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas. La vacuna protege frente al virus del papiloma humano, una infección que se transmite por vía sexual y es responsable de casi todos los tumores de cérvix o cuello de útero.

Dos laboratorios, Sanofi Pasteur y MSD, han desarrollado este esperanzador fármaco, la primera vacuna eficaz contra una forma de cáncer. Hasta la fecha, la única arma eficaz con la que contaban las mujeres era someterse a revisiones ginecológicas periódicas y a una citología anual para detectar el tumor en sus inicios. Cuando se pueda aplicar en la práctica clínica, la vacuna salvaría miles de vidas. Cada año se producen 500.000 nuevos casos de cáncer cervical y 290.000 muertes en el mundo.

La idea, que se acaricia desde hace años, es administrar la vacuna tanto a niños como a niñas entre los 10 y 13 años de edad, antes de que sean activos sexualmente. Inmunizando a ambos sexos se evitará la aparición del cáncer en las mujeres y que los chavales puedan transmitir la enfermedad en la edad adulta.

En farmacias, el próximo año

El desarrollo del fármaco es esencial porque la infección por papilomavirus es extremadamente común. Es tan frecuente que cerca del 75% de las mujeres la han sufrido en algún momento de su vida. Y además es difícil de evitar. El virus puede encontrarse en cualquier parte del área genital, por lo que ni siquiera los preservativos resultan del todo eficaces para evitar el contagio. Afortunadamente, la presencia en el organismo del virus suele ser inofensiva cuando es esporádica; sólo las infecciones persistentes derivan en este peligroso cáncer.

El ensayo que acaba de conocerse es esperanzador. Más de 12.000 mujeres de 16 a 23 años de edad de trece países han participado en esta investigación que se ha prolongado durante un año y medio. La mitad de las voluntarias recibió tres dosis de la vacuna, las dos primeras con un mes de diferencia y la tercera dosis a los seis meses de la primera. El resto siguió la misma pauta pero con placebo, una sustancia inocua sin valor terapéutico. Año y medio después, ninguna de las mujeres que recibió la vacuna desarrolló cáncer ni modificaciones precancerosas del cérvix uterino, en tanto que 21 miembros del grupo placebo sí las manifestaron. Con estos resultados está previsto solicitar antes de fin de año la autorización para que la vacuna pueda estar en las farmacias estadounidenses el próximo año.

Otros estudios preliminares habían demostrado que el tratamiento era seguro y proporcionaba beneficios clínicos. Sin embargo, es la primera vez que se cuenta con conclusiones de un estudio a gran escala. Estos datos deben ahora confirmarse en una segunda fase del ensayo que incluirá a 25.000 mujeres de 33 países del mundo, entre ellos España. Cinco hospitales españoles están participando con doscientas pacientes en el ensayo.

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