Viajes de socios, conocer en terreno el trabajo de una organización

Algunas ONG organizan visitas a los lugares donde desarrollan los proyectos que financian con las cuotas de los colaboradores
Por Azucena García 12 de febrero de 2010
Img guatemala

Las aportaciones de los socios de una ONG son una parte fundamental para la financiación de sus proyectos. La actualización de la Guía de ONG de EROSKI CONSUMER destaca cómo sólo el 35% de las organizaciones analizadas obtiene sus ingresos mediante subvenciones públicas. Por este motivo, algunas entidades invitan a los colaboradores a comprobar los resultados de su ayuda en el lugar donde se invierte. Es posible conocer al niño apadrinado y a su familia o constatar que el pozo que se subvencionó abastece de agua potable a la población de una región.

Visita de los padrinos

Imagen: Heriberto Herrera

El apadrinamiento es una colaboración a largo plazo. Dura varios años y, durante este tiempo, es posible que los padrinos deseen conocer al pequeño y comprobar in situ los resultados de su aportación. En este caso, la propia ONG que media en la relación se encarga de organizar el encuentro, cuyos costes afronta siempre el colaborador.

La experiencia supone tanto una práctica de transparencia como un modo de implicar a los socios en el trabajo de la entidad y mostrarles a qué se destina su dinero. Los responsables del proyecto en terreno detallan su desarrollo y aclaran cualquier duda a los padrinos, quienes pueden conocer el trabajo del resto de voluntarios o cooperantes desplazados en la misma zona.

La propia ONG organiza el encuentro, aunque el colaborador afronta los costes

Es frecuente que se contacte con la contraparte local (entidad con la que trabajan las ONG españolas en el lugar de destino) para que atienda a los socios e, incluso, les asesore en el modo de llegar o un lugar donde alojarse. En ocasiones, comparten con ellos sus instalaciones.

Ayuda en Acción es una de las entidades que organiza estas visitas. Los colaboradores pueden llevar obsequios, pero siempre que se repartan entre la comunidad. Las normas son las mismas que en el apadrinamiento. Todo es para la comunidad, con quien se comparte tiempo y que, en algunos casos, permite asistir a reuniones locales para conocer sus preocupaciones e inquietudes. La cuota mensual del padrino se destina a la comunidad. Esta aportación no se personaliza, aunque se represente en un menor, de quien recibe fotografías e información.

La Fundación Vicente Ferrer propone cinco rutas distintas por India, que culminan en Anantapur. El periplo dura cuatro días, con un guía-traductor, en el que las personas interesadas conocen al niño apadrinado y visitan los proyectos que se llevan a cabo. Se plantea como un modo de «apreciar la transformación» que la colaboración promueve en esta región y «descubrir los resultados de la solidaridad».

Desarrollo de proyectos

México, Ecuador, Honduras, El Salvador, Etiopía, Nepal… Los países donde trabajan las organizaciones son innumerables. Se puede viajar a ellos sólo para conocer los proyectos o aprovechar otras circunstancias (viaje de negocios, vacaciones, etc.) para ser testigo del trabajo de la ONG. En función de la fase del proyecto, es posible informarse acerca de las previsiones o constatar los resultados. En general, son proyectos a largo plazo que pretenden beneficiar a cientos de personas, pero los avances se aprecian un tiempo después de ponerse en marcha.

La presencia de los socios se entiende como un factor de motivación, gracias al interés que demuestran no sólo por los proyectos, sino por la población en general. Tienen la oportunidad de conocer sus tradiciones, el modo de vida, las costumbres de los niños para divertirse o la situación de las mujeres en las diferentes culturas.

Intermón Oxfam (IO) prepara estos viajes desde 2004. Ya ha visitado Perú, Mozambique, Nicaragua, República Dominicana, Burkina Faso y Ecuador. Este año se desplaza a Tanzania, donde trabaja desde 1993 en un programa de cooperación centrado en proyectos de desarrollo y comercio justo para cubrir necesidades básicas, como la salud y la educación.

El viaje se realizará durante la primera quincena de julio, aunque la fecha se concretará, como máximo, un mes antes de la salida. Las plazas se sortearán entre los socios mayores de 18 años, titulares de una tarjeta de crédito de IO o quienes hayan hecho alguna donación entre el 1 de enero de 2009 y el 9 de abril de 2010. Las inscripciones en el sorteo comenzaron el pasado mes de enero y será en mayo cuando se conozca la identidad de los ganadores y sus suplentes. Los cinco afortunados (y sus parejas) viajarán con personal de Intermón Oxfam y deberán contribuir en los gastos de desplazamiento y dietas. El resto del importe lo cubren los patrocinadores del sorteo.

Normas y consejos

Las organizaciones establecen una serie de normas que todos los colaboradores deben cumplir. En primer lugar, es obligatorio informar de los planes a la sede central. Los socios deben coordinar la visita con la ONG, que decidirá el momento idóneo para viajar, a la vez que comunicará los planes al personal del lugar de destino. Ayuda en Acción precisa que el plazo mínimo de antelación con que se debe avisar es de un mes y medio. En el caso de querer visitar a niños apadrinados, de este modo, se confirma que la familia estará en las fechas previstas.

Los socios deben coordinar la visita con la ONG, que decidirá el momento idóneo para viajar

La entidad debe conocer todos los datos del viaje: número de vuelo, fecha y hora de llegada, días que permanecerán los socios en el país e intereses. Esto permite, indica Ayuda en Acción, integrar en la visita el plan de trabajo de la organización y “elaborar una agenda de actividades, ayudar en la reserva de alojamiento en la zona del proyecto y, en general, resolver todas las cuestiones relativas a la visita”.

Quienes sigan un tratamiento médico especial deben viajar con la cantidad suficiente de medicinas, además de consultar con el médico la posibilidad de exponerse a cualquier riesgo. También se debe confirmar la necesidad de vacunarse, en función del país que se visite. En el caso de viajar a India con la Fundación Vicente Ferrer, no es obligatoria ninguna vacuna, pero la entidad recomienda acudir al médico para que informe acerca de las vacunas aconsejables. “Las habituales son contra el tétanos, tifus, hepatitis y el preventivo de la malaria”, señala la Fundación. Respecto a los medicamentos, recomienda portar sólo para uso personal, además de un repelente de insectos, un lápiz de amoníaco para aliviar y desinfectar las picaduras y un protector de estómago si se padecen problemas digestivos, “ya que en ocasiones las comidas pueden ser muy picantes”.

Cuando se visite a niños apadrinados, no se permitirá salir con ellos del país o viajar a otras zonas del mismo, hay que evitar los regalos individuales y nunca se debe entregar dinero al niño o a su familia, comprometerse a enviar ayuda directa o facilitar los datos personales. La organización será siempre la intermediaria.

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