Entrevista

Soledad Suárez, presidenta nacional de Manos Unidas

Acabar con la pobreza es posible, depende de todos nosotros
Por Azucena García 27 de marzo de 2015
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La última campaña de Manos Unidas recuerda el esfuerzo de la organización por contribuir a reducir la pobreza e implicar a toda la sociedad en este objetivo. “Luchamos contra la pobreza, ¿te apuntas?” Con este lema, Manos Unidas destaca el trabajo realizado en los últimos años e invita a todas las personas a unirse a su misión. Acabar con la pobreza “es posible y depende de todos nosotros, individuos y gobiernos”, señala Soledad Suárez, presidenta nacional de Manos Unidas. En esta entrevista, explica cómo combatir la pobreza entre todos y se refiere a otras preocupaciones, como la epidemdia del virus del Ébola o la reducción de las ayudas a la cooperación internacional, una coyuntura en la que “no hemos dejado de trabajar con esperanza e ilusión”, asegura.

“Luchamos contra la pobreza, ¿te apuntas?” es el lema de la última campaña de Manos Unidas. ¿Cuál es su finalidad?

Con el lema de esta Campaña 56, queremos recapitular el trabajo realizado durante estos últimos ocho años dedicados a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), propuestos por la comunidad internacional en el año 2000. En este año se cumple el plazo propuesto para su consecución y nuestro propósito es sensibilizar a la sociedad para que sea consciente de que se ha avanzado mucho juntos y que hay que seguir haciéndolo.

¿Es posible acabar con la pobreza en el mundo?

Sí, es posible y depende de todos nosotros, individuos y gobiernos, trabajando juntos países en desarrollo y desarrollados. La historia y otros ejemplos, como la abolición de la esclavitud, el sufragio femenino o la caída del muro de Berlín, nos demuestran que, si las personas ponen su empeño en ello, cambios que parecen muy difíciles son posibles.

¿Hay voluntad para ello?

“Hay que educar en la solidaridad desde la infancia”

En algunos sectores de la sociedad y en algunos gobiernos, sí, pero no en todos. Por eso hay que educar en la solidaridad desde la infancia y aplicar, de forma simultánea, muchas líneas de trabajo e incidencia, tanto en España como coordinados con otras organizaciones internacionales que trabajan por el desarrollo.

La campaña de Manos Unidas invita a toda la sociedad a “acabar con la indiferencia”. ¿De qué manera podemos los ciudadanos contribuir al cambio?

Solo hay una manera: cambiar nuestra mentalidad indiferente, nuestros hábitos consumistas, nuestros modos insolidarios y abrir los ojos a las terribles realidades del hambre, la mortalidad infantil, la falta de educación en niños y niñas, la lentitud del progreso social de los pueblos empobrecidos y acaso esclavizados.

Este año, como novedad, ofrecemos a todas las personas que lo deseen la posibilidad de unirse a la campaña y su misión, apuntándose desde www.manosunidas.org/luchamoscontralapobreza y, como siempre, toda la información, recursos y materiales informativos y de sensibilización están disponibles en la página de la organización www.manosunidas.org.

El virus del Ébola ocupa cada vez menos espacio en los medios de comunicación, pero las ONG siguen trabajando con las personas afectadas y el avance de la enfermedad continúa. ¿Cuál es la labor de Manos Unidas en este contexto?

“Hasta el momento, hemos atendido emergencias por valor de 400.000 euros para combatir el Ébola”

Una epidemia de esta virulencia afecta a toda la vida de los países donde se produce. El primer drama es el número tan alto de fallecimientos. A esto se añade que estas personas enfermas eran quienes participaban en mayor medida de las actividades que generan riqueza a su país, que además se ve obligado a desviar una mayor cantidad de su presupuesto a combatir la enfermedad, lo que provoca un mayor empobrecimiento de todo el país.

Desde agosto de 2014 estamos atendiendo situaciones de emergencia facilitando ayuda que nos ha sido solicitada, sobre todo, desde Sierra Leona. Hasta el momento hemos atendido emergencias por valor de 400.000 euros. Manos Unidas tiene 23 proyectos en Sierra Leona y uno en Liberia. Hay zonas en cuarentena, donde para entrar y salir se necesitan pases de la Oficina de Seguridad Nacional, que se consiguen si se están desarrollando proyectos para controlar el avance del virus. Las zonas en cuarentena dependen del exterior hasta para alimentarse. Esa limitación de movimientos paraliza nuestros trabajos y repercute en los precios de todo. Han muerto trabajadores y familiares entre el personal de algunas ONG con las que colaboramos. Estamos a la espera de ver cómo afectan la epidemia y las medidas excepcionales a la recolección del arroz.

Las ayudas a la cooperación internacional no atraviesan su mejor momento. Algunas organizaciones han cancelado proyectos o no han podido renovarlos debido a la falta de fondos. ¿Cómo ha afrontado Manos Unidas esta situación?

Es cierto, la cooperación internacional ha sufrido un parón, pero esperamos que con los inicios de la recuperación pueda volver la generosidad gubernamental. Manos Unidas sí que ha podido mantener sus proyectos gracias a la generosidad de nuestros socios y colaboradores, incluso disminuyendo en número. Hemos padecido la crisis, pero no hemos dejado de trabajar con esperanza y con ilusión.

Ha visitado los proyectos de Manos Unidas en Asia, África y América del Sur. ¿Qué destaca del trabajo que la organización apoya en todo el mundo?

Las necesidades de cada continente son muy diferentes, pero en los tres, Manos Unidas trabaja atendiendo las peticiones de los beneficiarios de cada país, apoyando y financiando los proyectos que controlamos de manera estricta. Es así como se consigue que las poblaciones mejoren su nivel de desarrollo. En la actualidad, Manos Unidas tiene activos más de 1.350 proyectos en 57 países de todo el mundo y buscamos la dignidad de la persona y su desarrollo integral trabajando en cinco sectores fundamentales del desarrollo: agrícola, educativo, sanitario, social y para la mujer.

Hablando de la mujer, ¿qué importancia otorga Manos Unidas a las mujeres en sus proyectos?

Manos Unidas sabe que ayudar y formar a la mujer es el mayor beneficio que puede hacerse a un pueblo. Apostamos por la mujer. Es prioritaria en nuestros proyectos, tanto en maternidad y salud, como en educación y en microcréditos, en apoyo agrario y otros sectores más. Así conseguimos que la mujer mejore su autoestima y tenga capacidad de reclamar el estatus que se merece. Es un trabajo lento, pero ineludible. Solo en 2014, en Manos Unidas hemos financiado 79 proyectos especialmente centrados en la mujer, con un importe superior a los cinco millones de euros.

Ejerce la presidencia de Manos Unidas manera voluntaria. ¿Qué papel juega el voluntariado en la organización?

En Manos Unidas, la presidencia, así como todos los cargos de responsabilidad, son voluntarios. En realidad, el 99% de las personas que trabajan en Manos Unidas son voluntarias, apoyadas por un 1% de personal contratado que es parte fundamental de la ONG. Es gracias a esto que podemos dedicar el 90% de nuestros ingresos a los proyectos y misión de Manos Unidas.

Manos Unidas defiende la transparencia en la captación, gestión y administración de los recursos. ¿Qué importancia otorgan a la confianza de los donantes en la organización?

“Cuidamos al máximo cada euro de nuestros donantes, de manera que se transforme en vida digna y un futuro más justo y sostenible para todas las personas”

La confianza, el entusiasmo y la lealtad de nuestros voluntarios, socios y colaboradores en España y en cada uno de los países en los que trabajamos son el motor y el corazón de nuestra organización. Y es precisamente la confianza en una ONG como Manos Unidas lo que hace que, año tras año, las personas se vinculen o hagan donativos a nuestra organización. Esa confianza la hemos ido ganando persona a persona, día a día, durante estos 56 años. Y también contamos con información muy completa en nuestra memoria anual, las auditorías anuales, la rendición de cuentas, los procesos de calidad que hay en el sector y a los que puntualmente nos sometemos. Cuidamos al máximo cada euro que nuestros donantes nos encomiendan, de manera que se transforme en vida digna y un futuro más justo y sostenible para todas las personas del mundo, con independencia del lugar donde hayan nacido.

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