La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía instalará radiomarcadores a buitres y córvidos para el control de venenos y otras amenazas de la fauna, con el objetivo de preservar las especies protegidas, además de contribuir a la erradicación de estos venenos.
Dentro de esta iniciativa se enmarca la puesta en marcha de una campaña de divulgación sobre los usos de insecticidas legales e ilegales, el adiestramiento de perros para la detección de veneno en los campos y la participación activa de la Guardia Civil, Policía Autonómica, agentes del Medio Ambiente, así como de asociaciones ecologistas, agrarias y de cazadores.
Además de la colocación de radiomarcadores a buitres y córvidos como bioindicadores del control de los venenos, se procederá al análisis de las especies carroñeras en los centros de recuperación de especies amenazadas, vivas o muertas, para realizar un mapa de venenos.
Igualmente, la Fundación Gypactus colaborará en alguna de las acciones diseñadas, en particular en campañas de divulgación y concienciación y en el desarrollo del «Certificado de buenas prácticas», con el que se prevé que los cotos de caza realicen un aprovechamiento y una gestión responsable de esta práctica.
En España, al igual que en otros países europeos, era una práctica común la eliminación de lobos, zorros y otras especies depredadoras, con la intención de proteger la caza y el ganado. A estos métodos se sumó otro especialmente peligroso: el empleo de cebos envenenados.