Investigadores europeos apuestan por la biotecnología en la lucha contra el hambre

Consideran necesario conocer los efectos de esta técnica "para asegurar el abastecimiento agrícola"
Por EROSKI Consumer 12 de febrero de 2003

Aplicar la biotecnología en el sector alimentario puede ser una de las principales soluciones para luchar contra la pobreza y el hambre en los países en vías de desarrollo, según el Grupo Europeo de Ciencias de la Vida (EGLS), del que forma parte el comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin.

«Europa tiene una obligación hacia los países en vías de desarrollo para ayudarlos a combatir el hambre y las enfermedades», asegura Busquin, que propone recurrir a la biotecnología para luchar contra estos dos grandes males que azotan a la población de estos países.

Este grupo analiza en la actualidad el impacto de la biotecnología en la agricultura de las naciones más desfavorecidas. En opinión del comisario europeo, la falta de alimentos que padecen muchos países del mundo hace necesario intentar conocer los efectos de la biotecnología «para asegurar el abastecimiento agrícola».

Florence Wambugu, directora de la Fundación Internacional de Biotecnología para las Cosechas y una de las principales genetistas de África, coincide con Philippe Busquin en la necesidad de incrementar la producción alimentaria en los países más pobres a través del incremento biológico de los campos de cultivo.

«La aplicación de prácticas biotecnológicas en zonas agrícolas de África ayudaría eficazmente a luchar contra la pobreza en el continente», afirma la botánica keniana. «Estas técnicas permitirían crear plantas más resistentes a la aparición de plagas y, en consecuencia, una reducción del uso de pesticidas o herbicidas», asegura, por su parte, Busquin.

La alteración genética de las plantas facilitaría además la maduración de los cultivos, que crecerían de forma más rápida, consiguiendo así una reducción de las pérdidas poscosechas y un aumento de la calidad nutricional de los productos, según los expertos.

No obstante, la aplicación de técnicas genéticas aún no cuenta con la aprobación del público general. Por esta razón, Wambugu insta a aprobar el fin de la moratoria que afecta a los productos modificados genéticamente en Europa. «Esta moratoria impediría a los países en vías de desarrollo que usan las técnicas genéticas exportar sus productos a Europa, lo que provocaría unas pérdidas económicas importantes», afirma esta experta.

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