Un nuevo caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), comúnmente conocida como mal de las vacas locas, ha sido confirmado por los laboratorios de referencia de Zaragoza y Algete (Madrid) en una explotación ganadera en Mahón, por lo que el número de animales afectados en Baleares por esta enfermedad desde su aparición en el año 2000 se eleva a 18 casos, catorce concentrados en Menorca y cuatro en Mallorca.
El animal, que murió en la explotación, nació hace siete años y pertenecía a una ganadería de 41 vacas, según informó ayer el Govern en un comunicado. Las autoridades sacrificarán, como medida preventiva, los animales de su misma franja de edad y a sus descendientes, cuatro vacas. Los animales serán enviados a la Península para ser incinerados y el propietario de la explotación recibirá las ayudas para el sacrificio que establece la normativa.
La detección de este nuevo caso se ha producido por los controles sanitarios efectuados por la Administración en los animales que mueren en las explotaciones y en aquellos que se trasladan a los mataderos.