Regalos de Navidad, ¿son demasiados?

Siete de cada diez padres considera que sus hijos tienen demasiados juguetes
Por Marta Vázquez-Reina 22 de diciembre de 2016
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Imagen: nejron

Aunque los niños españoles son de los que menos juguetes reciben al año en comparación con los de otros países europeos, los tienen casi siempre de golpe y en lote por Navidad. Este exceso de regalos es contraproducente, y los padres son conscientes de ello. En este artículo se analiza si son demasiados juguetes los que se les da a los pequeños, qué piensan los padres sobre este aspecto y por qué no es bueno el exceso. También se detallan tres pautas para regalar sin excederse.

¿Demasiados juguetes?

En 2015, los españoles gastaron más de 1.065 millones de euros en juguetes, casi el 60% solo en Navidad. La Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) prevé que este año esta cifra se incremente alrededor de un 9%, lo que supone unas ventas cercanas a los 700 millones de euros en la campaña navideña.

Los niños españoles reciben una media de nueve juguetes al año

A pesar de lo elevado de estas cifras, que reflejan la alta estacionalidad del mercado nacional de juguetes, los niños españoles, en comparación con los de otros países europeos, no reciben tantos regalos a lo largo del año. Según los datos de NPD Group, empresa de investigación de mercados con el mayor panel de la industria juguetera en España, los pequeños de entre 0 y 11 años de nuestro país reciben «solo» una media de 9 juguetes al año (170 euros por niño), mientras que a los alemanes les regalan 23 obsequios (313 euros) y a los franceses una media de 21 (346 euros).

¿Qué piensan los padres?

Los padres son conscientes del valor positivo que tienen los juguetes para los pequeños. Entre otros aspectos, destacan que, además de fuente de diversión, son herramientas de aprendizaje que ayudan a desarrollar la imaginación y la creatividad, estimulan la sociabilización o favorecen las destrezas físicas y motoras. Así lo apunta el estudio «Percepción adulta sobre los juguetes» del Instituto Tecnológico de producto infantil y ocio (AIJU).

Sin embargo, la percepción mayoritaria de los adultos es también que sus hijos poseen demasiados juguetes: siete de cada diez padres consideran que son excesivos. Uno de los argumentos más frecuentes (60%) es que «toda la familia le regala y se junta con muchos»; «hay pocos niños en la familia y a todo el mundo les hace ilusión comprarle juguetes», esgrimen algunos progenitores. Aunque son conscientes de este exceso, muchos padres que no ponen límites. Según otro estudio de un fabricante de juguetes, el 39% de las familias reconoce que sus hijos reciben todos o casi todos los juguetes que piden y el 38% les conceden al menos la mitad de sus deseos.

Por qué no es bueno el exceso

Obsequiar a los pequeños con demasiados juguetes, sobre todo cuando se entregan todos de golpe, llega a ser abrumador para ellos. Tal como apunta la psicóloga Inmaculada Delgado, autora de ‘Juego infantil y su metodología’ (Paraninfo, 2011), «para que los niños disfruten del juego no es necesario que tengan la habitación inundada de juguetes; es más, es contraproducente». Y es que, el valor pedagógico y terapéutico del juguete puede perderse cuando tiene demasiado donde elegir, «el vinculo afectivo entre el niño y el juguete es menor, puesto que es un recurso fácilmente sustituible», señala la psicóloga, la atención del pequeño se dispersa y «pasa de uno a otro sin explotar todas las posibilidades educativas que cada uno tiene».

Un exceso de regalos puede provocar actitudes de capricho, aburrimiento y menosprecio por ellos

Un exceso de regalos puede provocar «actitudes de capricho, aburrimiento y menosprecio por los mismos», señalan los expertos de AIJU, además de «desorden y falta de interés por conservarlos«. Un estudio reciente de la Universidad de Missouri publicado en el Journal of Consumer Research coincide con estas opiniones y advierte sobre los posibles efectos negativos que puede tener un exceso de obsequios a los niños, asociándolo a un comportamiento materialista en su vida de adultos.

Tres pautas para regalar sin excesos

  • 1. Limitar el número de regalos. No dejar que el niño elabore una lista interminable de presentes, ayudarle a limitar los obsequios y a priorizar los que él considera «imprescindibles».
  • 2. Turnos entre familiares. Se puede establecer un turno rotatorio de regalos para los tíos, abuelos, padrinos y demás familiares que quieran obsequiar a los pequeños: unos regalan en Navidad, otros por el cumpleaños y otros por el santo. De este modo, los presentes se reparten durante todo el año.
  • 3. Esconder regalos. En ocasiones, sobre todo cuando son muy pequeños, los niños no se dan ni cuenta de todos los obsequios que reciben. En este caso se pueden guardar algunos de ellos y entregárselos en otro momento cuando aprecien más su valor.
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