Bloques de termoarcilla

Compuestos por arcilla y aditivos aligerantes, destacan por sus posibilidades como aislante térmico y acústico
Por EROSKI Consumer 26 de noviembre de 2008
Img termoarcilla listado
Imagen: Hispalyt

Imagen: Hispalyt

Los materiales de construcción se renuevan. Se buscan productos que mejoren aspectos como el aislamiento o la resistencia a la humedad de los edificios. Es así como surgen alternativas a los elementos tradicionales y, entre ellas, se encuentra la termoarcilla, un bloque cerámico de baja densidad.

Este material es una mezcla de arcilla y aditivos aligerantes que se gasifican durante el proceso de cocción. De esta manera, se consigue que el bloque se rellene con «una fina porosidad homogéneamente repartida en la masa cerámica» -similar a la del hormigón ligero-, explica la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas, Hispalyt.

Otro aspecto clave de la termoarcilla es su forma. La geometría especial de cada pieza permite que los bloques se utilicen en la construcción de muros de una hoja, cuyas prestaciones son, sin embargo, equivalentes, «o superiores en algunos aspectos», aseguran sus fabricantes, a los muros compuestos por varias capas.

Aislamiento térmico y acústico

La termoarcilla pretende mejorar las posibilidades de aislamiento térmico y acústico. Para que un material sea considerado buen aislante térmico, ha de reducir el flujo de calor que se transfiere desde el ambiente más caliente al más frío. Por ello, este material se emplea en muros exteriores, donde trata de evitar que en invierno el calor que se genera en el interior de la vivienda se escape al exterior y, en verano, que la temperatura del exterior se transmita al interior.

Por otro lado, un buen aislamiento acústico se consigue cuando, al separar dos habitaciones, «en una no se oye el ruido que se produce en la otra». En este sentido, la porosidad de la termoarcilla aumenta el amortiguamiento del ruido para impedir el paso del sonido de un lado a otro, «siempre y cuando no se abran las juntas verticales entre piezas y exista un correcto encaje entre las mismas», precisa Hispalyt.

Resistencia al fuego y a la lluvia

Los muros de una vivienda han de ser resistentes al fuego. Los estudios realizados con termoarcilla revelan una resistencia alta de este material a las llamas, siempre que esté protegido con mortero de cemento por una cara y un enlucido de yeso -de 1,5 centímetros de espesor- por la otra cara. En cuanto a su reacción al fuego, al tratarse de un material cerámico es también incombustible, lo que implica que no aporta energía calorífica (al no haber combustión de materiales), ni se producen humos de combustión.

Presenta una elevada resistencia a las llamas siempre que esté protegido con mortero de cemento y un enlucido de yeso

Respecto a la lluvia, es importante que los materiales de construcción sean impermeables. Los ensayos realizados con termoarcilla revelan que este material cumple los requisitos, aunque la impermeabilidad depende del recubrimiento exterior, que ha de carecer de fisuras “especialmente en los encuentros entre distintos materiales o elementos”.

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