Lo primero será la elección del lugar donde irá situada la parabólica teniendo en cuenta que entre ella y el satélite no debe haber ningún obstáculo y que debe orientarse más o menos hacia el sur. Una vez elegido el sitio se colocará un mástil totalmente vertical con la ayuda de una plomada. Con esto se conseguirá que la señal no se debilite por haber perdido alineación con el satélite.
Para montar el soporte sobre la antena parabólica es necesario, por un lado, sujetar los tornillos con un destornillador, y por el otro, apretar con una llave fija. Habrá que colocar sobre ella la pieza de elevación sin apretar los tornillos para luego poder orientarla. Esta pieza de elevación es la que mediante una abrazadera se sujetará al mástil. A continuación se instalará el LNB.
Después se conectará la parabólica, para ello será necesario pelar la funda exterior del cable coaxial unos 2 centímetros y un centímetro del recubrimiento exterior. A esta punta se le conectará un terminal especial que también se enroscará al LNB. Para recibir e interpretar la señal se puede utilizar un receptor para el televisor o una tarjeta receptora de satélite para el ordenador. Esta última es mucho más económica y práctica.
Para orientar la antena, habrá que tener en cuenta la altitud, es decir, la elevación de la antena respecto al suelo. Para ello se utilizará la escala en grados que tiene el soporte de la antena. El centro del tornillo debe coincidir con la altitud a la que esté el satélite. También habrá que tener en cuenta la latitud o posición del satélite con respecto al sur. Se hará una marca en el mástil señalando al sur usando una brújula y mover la antena hacia el este o el oeste dependiendo de su posición.
Ya solo queda mover la antena para localizar los canales definidos en el receptor. Para ello se puede utilizar un «satbeeper» que recibe una señal que convierte en pitido y que va aumentando según la intensidad de la señal.
