En septiembre se produce la vuelta al colegio de los niños y de los que no lo son tanto, pero muchos de ellos tienen en común la fastidiosa costumbre de dejar sus mochilas tiradas en las habitaciones.
Como consecuencia de esto más de una vez nos hemos dado un tropezón al entrar en sus dormitorios, pero desde aquí vamos a ofrecer un sencillo consejo para que esto no vuelva a ocurrir, y que los jóvenes estudiantes no tengan excusas para tener su material recogido.
La solución se trata de algo tan simple como atornillar una hembrilla en uno de los laterales del escritorio en cuestión. La hembrilla que elijamos debe ser abierta, a modo de gancho, para poder colgar las mochilas por las asas que suelen tener éstas en la parte superior.
La hembrilla es muy fácil de colocar, en un principio es necesario darle un par de golpes con el martillo para meter la punta pero luego atornillando con la mano será suficiente. Este manera de proceder será así siempre que estemos trabajando en escritorios fabricados con maderas blandas, en el caso de que éstos escritorios estén construidos con maderas más nobles, la colocación de la hembrilla requerirá un mayor esfuerzo.
