La segueta eléctrica es una herramienta que nos permite hacer unos cortes sinuosos propios de trabajos que requieren mucha precisión, como el aeromodelismo o la marquetería. En realidad ejerce las funciones de la sierra de marquetería manual y, al igual que ésta, sus hojas se denominan pelos.
Existen diversos tipos de pelos, cuya forma depende del tipo de trabajo para el que son más adecuados. Lis más habituales son las hojas cilíndricas o pelos redondos, como se les denomina comúnmente a los empleados en las sierras manuales de marquetería. Su principal ventaja estriba en que cortan por todos los lados, lo que permite realizar cambios en la dirección de corte con mayor rapidez y reduciéndose las probabilidades de que la hoja se rompa durante el proceso, al contrario que suele suceder con los pelos planos. Este tipo de sierras permite realizar los cortes sin parar, moviendo la pieza en la dirección del corte.
La hoja se fija a los bordes de los brazos con dos tornillos, es necesario ajustar la tensión de la hoja mediante una palanca que controla el cierre de los brazos del arco. Tenga en cuenta que la hoja se recalentará mientras trabajamos, uno de los motivos, junto con la tensión, que puede hacer que ésta se rompa, siendo este último extremo mas complicado cuando se trata del uso de pelos redondos.
Para evitar las roturas resulta recomendable reducir la presión aplicada sobre la pieza que se va a cortar o detener el proceso, aprovechando para retirar el exceso de serrín si la herramienta no dispone de un sistema de soplado que lo aparte o de un aspirador que lo recoja.
Una vez colocada la bancada en la posición deseada, las seguetas suelen disponer también de un sistema que ayuda a mantener estable la pieza que se va a cortar, sin tener que realizar la presión cerca de la hoja con la mano. Su velocidad puede controlarse mediante un regulador electrónico.
Para cortar materiales finos, o que puedan estropearse por el calor producido por la fricción del corte, como los plásticos; han de emplearse velocidades bajas, mientras que para materiales más duros, o en los que no se requiere un corte preciso, puede aumentarse la velocidad de corte. Si se trabaja con metales es recomendable lubricar la hoja para facilitar su deslizamiento, suele emplearse aceite de vaselina.
Si hemos de cortar madera frágil, una chapa por ejemplo, deberemos colocarla entre dos planchas de madera blanda de varios milímetros de grosor. Entre ambas tablas será necesario situar una hoja de papel cubierta con grafito, que lubrique la zona que se va a cortar. Además, la tabla de madera blanda colocada en la parte superior deberá tener dibujado el motivo que se pretende cortar.
Si deseamos cortar materiales como el metacrilato también deberemos emplear una velocidad lenta y una hoja de dientes anchos. Para evitar que se rompa es recomendable pegar cinta adhesiva bajo la línea de corte.
