El manejo de los mini-taladros

Hay que procurar no tapar las rejillas de ventilación del motor durante su empleo
Por EROSKI Consumer 27 de enero de 2005

Los mini-taladros son muy prácticos, ya que permiten realizar múltiples funciones propias de sus «hermanos mayores» pero en lugares de difícil acceso o sobre superficies de menor tamaño.

El manejo de un mini-taladro es similar al de un lápiz o un pincel, aunque a la hora de sujetarlo se ha de tener la precaución de no tapar las rejillas del motor para evitar que éste se queme por falta de ventilación.

Si se monta esta herramienta sobre un eje flexible, se pueden incluso emplear ambas manos para manejarla y, de esta forma, llegar a los lugares más recónditos de las piezas que haya que lijar, grabar, serrar, fresar o amolar.

Si se puede trabajar con un eje flexible, el mini-taladro dispondrá de un collar o arandela que permitirá colgarlo cuando se almacene en el armario de herramientas. Así se podrá localizar más fácilmente, ya que por su reducido tamaño podría quedar sepultado entre otras herramientas de bricolaje.

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