Actualmente, la seguridad en la utilización de todos los elementos que necesitan del gas para su funcionamiento, ha avanzado mucho. De todas formas, es obligación legal que la empresa instaladora revise las instalaciones cada cuatro años, en el caso del gas natural o del propano medido por contador, y de cinco años para el propano envasado y butano.
Pese a las medidas de seguridad que se toman, por muy diversos motivos, pueden producirse escapes. Bien sea gas butano, propano o natural, se debe actuar siempre de la misma manera en caso de que se tengan indicios de que haya sucedido una posible fuga:
1. Abrir las ventanas y puertas para ventilar el área.
2. Si el olor es muy fuerte, es conveniente salir inmediatamente del lugar y advertir a toda persona que se encuentre cerca para que también salga.
3. Si el olor es débil, no hay que provocar fuego ni chispas para lo que es recomendable no encender fósforos, aparatos eléctricos, luces, ni tan siquiera una linterna, en el área donde se detecte un olor a gas. Todos estos artículos pueden producir chispas que podrían incendiar el gas y causar una explosión.
4. Tampoco se deben hacer llamadas telefónicas desde el área del escape.
5. Cerrar la llave de paso del gas, pero no intentar encontrar la fuga usando un encendedor o una cerilla.
6. Avisar a un instalador autorizado.
Siguiendo estas pautas y manteniendo en todo momento la serenidad, se logrará que una fuga de gas no se convierta en una tragedia.
