España es uno de los países europeos con un suministro de gas natural más seguro a corto y a largo plazo. Así lo manifiesta un informe conjunto de la Asociación Española de Gas (Sedigas) y la consultora Mercados EMI, que destaca el elevado número de proveedores y el gran peso del gas natural licuado, que representa el 70% del total de importaciones.
Califican este sistema de aprovisionamiento como el más diversificado y flexible de Europa, lo cual otorga al país mucho margen de maniobra a la hora de modificar el origen de sus abastecimientos de gas. De este modo, se protege frente a eventuales cortes de suministro, tanto a corto como a largo plazo. Según este estudio, España importó en 2009 carburante de 10 mercados diferentes, una cifra que se ha incrementado durante 2010 con el establecimiento de relaciones comerciales con Estados Unidos.
El gas natural es una alternativa energética ventajosa en la mayor parte de los sectores productivos, por lo resulta importante que su suministro esté garantizado. El informe destaca las ventajas del emplazamiento geográfico de España en este sentido, gracias a su posición estratégica entre las dos grandes áreas de producción, la de la cuenca del Atlántico y la de la cuenca del Pacífico.
