Cuando ya han pasado más de cuarenta días desde la entrada de la nueva moneda europea y pasados también los plazos de prudencia para su adaptación, los comercios comienzan a notar la falta de monedas de un euro y, en menor medida, de dos euros.
Son pocos los ciudadanos a quienes no han devuelto en alguna tienda dos monedas de 50 céntimos por carecer el comerciante de piezas de 1 euro. Esto es porque en España circulan 1.230 millones de monedas de 50 céntimos, pero sólo 439 millones de piezas de la unidad monetaria europea.
Fuentes de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre afirman que ellos se han limitado a acuñar las monedas que ordenó el Banco Central Europeo (BCE). No obstante, estas mismas fuentes señalan que el BCE ya ha ordenado dar prioridad a la producción de monedas de 1 euro.
El secretario general de la Confederación de Asociaciones y Federaciones de Empresarios del Recreativo (Cofar), Miguel Durán, exculpó de la falta de monedas a las entidades bancarias. En su opinión, la responsabilidad de lo que sucede es de aquel que apostó por que la moneda de 50 céntimos sería la más usada, al ser la más próxima a la de 100 pesetas (0,60 euros), pero el mercado ha apostado por la de 1 euro.
Tragaperras
Por su parte, la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) reconoció ayer la escasez de monedas de un euro y de dos, y achacó esta situación a la gran cantidad de unidades que consume el circuito de las máquinas tragaperras.
Sin embargo, los reponedores de este tipo de máquinas aseguran que en la mayoría de las tragaperras hay más monedas de 50 céntimos que de 1 euro, en una proporción aproximada de dos a una.
La CECA reconoce que las sucursales no tienen suficientes monedas para satisfacer la demanda ya que ésta ha sido mayor a la esperada.
Desde el Consejo Superior de Cámaras de Comercio admiten también la falta de monedas, aunque creen que esta escasez se concentra en zonas muy concretas y tiene poca trascendencia.
