Los usuarios finales podrían terminar beneficiándose, si bien levemente, de la resolución del Tribunal de Defensa de la Competencia que obliga a las entidades financieras a rebajar las tasas que cobran por los gastos que originan los pagos con tarjetas en los comercios. Los establecimientos trasladarán a sus precios este recorte de tasas, lo que implicará una rebaja de precios cifrada en un 0,25%, según aseguró ayer la Confederación Española de Comercio.
La decisión del Tribunal culmina más de tres años de lucha entre comerciantes y entidades financieras y supone un «varapalo a los medios de pago en España», según Miguel Angel Fraile, secretario general de la Confederación Española de Comercio, quien no duda en calificar de «escandalosos e injustificados» los costes que las entidades bancarias repercuten en el comerciante cuando éste aceptaba como forma de pago una tarjeta. Una tasa que llega a suponer entre un 2,75% y un 2,80% del precio final del producto. Este colectivo considera la decisión del TDC una «victoria importantísima» y entiende que «se abren una nuevas relaciones entre la banca y el comercio».
Si esta tasa tiene ahora que recalcularse con unos criterios «más transparentes», en cumplimiento de la resolución que afecta a Servired, 4B y Euro 6000, los comerciantes aventuran que repercutirá en el precio final del producto, sobre todo teniendo en cuenta que el 50% de las compras familiares se abonan con este medio de pago.
Pero no sólo el consumidor se podrá ver beneficiado por esta resolución, ya que los propios comerciantes aseguran que podrían ahorrarse unos 480 millones de euros, el 80% de los 600 millones de euros en que cifran el sobrecoste que tiene para ellos la comisión que les imponen las entidades financieras.
En total, serán un millón de establecimientos en toda España los que se beneficiarán de esta decisión, que tendrá que comenzar a hacerse efectiva dentro de tres meses. En este tiempo, la nueva tasa se tendrá que atener a los nuevos criterios de objetividad que marca el Tribunal de Defensa de la Competencia.
Las entidades afectadas no quisieron ayer pronunciarse sobre la posibilidad de recurrir la resolución y esperarán hasta la semana que viene para adoptar una decisión. Fuentes de 4B aseguraron que, en cualquier caso, «un nuevo sistema no se monta de la noche a la mañana y tres meses es poco tiempo para ponerlo en marcha». Servired se tomó ayer el «día de reflexión» hasta decidir qué hacer.
Por su parte, para Euro 6000 la situación es diferente, ya que considera que el TDC autorizó en 2001 sus tasas y consideraría «una decisión sin precedentes» que se modificaran, pues «desde que se autorizó no hemos incumplido nada y nuestra tasa de intercambio está ajustada a la competencia».