Las autoridades de Francia, Alemania y Holanda piden que se limite el consumo de electricidad

Las reservas de energía en estos países se encuentran bajo mínimos debido a la ola de calor
Por EROSKI Consumer 13 de agosto de 2003

Las altas temperaturas han obligado a las autoridades de Francia, Alemania y Holanda a tomar medidas de precaución para evitar los riesgos de una escasez de energía, llamando a la población a limitar su consumo de electricidad.

El Gobierno holandés renovó ayer la alerta roja lanzada el lunes -la primera en nueve años- por temor a una escasez de corriente, debido a que las reservas de energía han caído a sus niveles mínimos. Llamó a la población a limitar lo más posible su consumo de electricidad, pidiéndoles que no utilicen el aire acondicionado, ni siquiera en las oficinas.

En París, donde el termómetro se acercó ayer a los 40 grados, la ministra francesa de Medio Ambiente, Roselyne Bachelot, instó a la población de Francia a dar muestras de «civismo», pidiéndoles incluso dejar durante algunos días el coche en casa y no utilizar el aire acondicionado.

Debido al sofocante calor, los gobiernos han autorizado derogaciones limitadas sobre las temperaturas de enfriamiento de las centrales nucleares y térmicas. Para evitar los riesgos de escasez de electricidad, las centrales podrán aumentar la temperatura de las aguas que vierten a ríos cercanos tras haber sido utilizadas para refrigerar las instalaciones, decretaron los gobiernos de dichos países.

Estas derogaciones han generado una fuerte indignación de los ecologistas, que temen que las aguas más calientes puedan causar la muerte de los peces. «Cuanto más caliente esté el agua, más baja es su proporción de oxígeno, lo que podría aumentar la mortalidad de los peces», declaró Susanne Ochse, de Greenpeace.

El calor ha provocado asimismo fuertes caídas de la producción de energía. En Eslovenia, la central de Krsko, administrada conjuntamente con Croacia, redujo su producción en un 80%, y en Suiza, la central de Beznau (centro) bajó la suya en un 15%.

También numerosas centrales hidráulicas funcionan más lentamente, debido a la sequía. La producción de electricidad de Austria, que depende en un 75% de las centrales hidráulicas, ha resultado seriamente afectada. «Las centrales hidráulicas situadas en las planicies al borde del Danubio o de otros ríos sólo producen a un 60 ó 70% de su nivel normal por el bajo nivel de las aguas», indicó un responsable de OEST, primer productor de electricidad austriaco, que garantizó, sin embargo, que no existe ningún riesgo de desabastecimiento.

Esta situación ha causado además el alza de los precios de la electricidad, que ha alcanzado records en los mercados de cambio de electricidad europeos.

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