Lo primero, y más importante, es saber para qué vamos a usar la línea telefónica. También es interesante saber la cantidad de dinero que estamos dispuestos a desembolsar. La línea básica es la que nos da la posibilidad de hablar por teléfono. A la hora de conectarnos a Internet es cuando comienzan los problemas.
Con una tarifa plana normal, con horario de 6 de la tarde a 8 de la mañana y todo el día en festivos, cuando estemos usando Internet no se podrá usar el teléfono. Es la más adecuada para gente que usa «la red», pero sin abusar. Tiene a su favor el precio que oscila alrededor de los 18 euros al mes, variando según compañías.
El RDSI y el ADSL son más caros, pero tienen más prestaciones. Nos permiten conexiones de alta velocidad y podremos usar la línea de teléfono aunque estemos conectados a Internet.