Instalar ventanas en el techo

La iluminación cenital con ventanas o claraboyas puede salvar los ambientes más oscuros de la casa, por un coste de entre 100 y 900 euros
Por Victoria Pérez 31 de octubre de 2007

Si hay un lugar en el que siempre sobra luz es en el techo de las casas. Entonces, ¿por qué no usar algo de esa iluminación gratuita para mejorar los ambientes internos? Un pequeño agujero en el techo puede dar mucha más luz que una ventana tradicional dos veces más grande. No hay que tenerle miedo a la idea, la luz natural cenital (la que viene desde arriba) fue utilizada durante siglos como recurso funcional y estético. Y precisamente con ese recurso un cuarto mal iluminado y ventilado puede convertirse en la mejor estancia del hogar. Los pasillos internos sin luz natural y hasta los altillos en desuso también pueden cambiar de la noche a la mañana, si se permite que la luz entre en ellos por el techo. Para conseguirlo, se puede colocar una simple cubierta o techumbre de vidrio: el clásico tragaluz. Además de la iluminación, una ventana o una claraboya en el techo pueden brindar ventilación de forma mucho más eficiente que cualquier abertura común ubicada en una pared, ya que el aire viciado se acumula en las partes altas de las habitaciones y es más fácil que salga por arriba que por abajo.

Hace años, tener un tragaluz era sinónimo de goteras. Ahora, los nuevos selladores de cristales y perfiles de aluminio son mucho más eficientes, y hacen imposible que el agua se cuele por alguna fisura. Por ello son cada vez más quienes deciden instalar ventanas en el techo de sus hogares, ya sea para dar luz a un cuarto, o salvar un pasillo oscuro. Existe un tipo de abertura para cada clase de techo. Así, en las cubiertas inclinadas es conveniente usar ventanas especiales, y en techos planos, claraboyas. Además del tipo de ventana, cuando se decide colocar una ventana en el techo es preferible evitar las orientaciones más soleadas, como el norte y el oeste.

Las ventanas instaladas en el techo funcionan bien en las cubiertas que tienen más de 15 grados de inclinación. En realidad están especialmente diseñadas para los techos de tejas o chapa de los chalés, y cuentan con el valor añadido de que se compran con todos los accesorios para que no penetre el agua de lluvia, aunque cuentan con un dispositivo para que entre ventilación sin tener que abrirlas totalmente. Además, tienen doble vidrio para evitar que las habitaciones se enfríen y que se condense la humedad.

Al colocar una ventana en el techo es preferible evitar las orientaciones más soleadas, como el norte y el oeste

Para colocar este tipo de ventanas hay que cortar el techo, que para este tipo de instalación suele ser de madera, e instalar las ventanas entre las vigas -también de madera- que corren verticalmente (cabios). Las ventanas más usadas, por ello, son las de 55 centímetros de ancho, justo la medida tradicional que existe entre cabios. Desde el punto de vista del diseño, pueden usarse de dos maneras: como una ventana tradicional, desde la que mirar hacia el exterior, o como un tragaluz, colocado en la parte más alta del techo. En ambos casos, el tamaño de la ventana depende de la superficie del ambiente que se va a iluminar. Si la ventana del techo es la única fuente de luz de la habitación, el sector vidriado no debe ser menor al 10% de la superficie del cuarto.

Para disfrutar de una cómoda visión del exterior, la ventana ubicada en el techo inclinado no debe ser muy alta. La parte inferior de este tragaluz no debe estar a más de 90 centímetros del suelo, y el dintel no debe superar los 2 metros. Sobre todo, porque estas carpinterías tienen las manijas para abrirlas de la parte de arriba. Cuando la ventana queda fuera del alcance de la mano, se puede usar una barra telescópica que sirve para accionarla a más de 4 metros de altura. También hay controles remotos, tanto para abrir la ventana como para bajar persianas y mosquiteras.

Claraboyas

Si el techo de la casa es plano, la mejor solución es colocar una claraboya. Para instalarlas hay que romper el hormigón armado, lo que no es un trabajo sencillo, pero el hueco que se necesita no es demasiado grande: Una habitación de 3×4 metros no necesita más que un tragaluz de 30×40 centímetros.

Desde hace unos años se venden claraboyas hechas con perfiles de aluminio y un acrílico ahumado que filtra los rayos solares. También se fabrican de poliéster reforzado con fibra de vidrio y aislamiento térmico a base de poliuretano. La mayoría trae una parte exterior rugosa para facilitar el sellado e impermeabilización. Además, se adecúan a los distintos tipos de techos y estilos porque sus zócalos pueden ser cuadrados, rectangulares y redondos. Las cúpulas suelen ser de metacrilato de alto impacto, para colocarlas en lugares con alto riesgo de rotura, o bivalvas, las más recomendables en zonas de condiciones climáticas extremas, para conseguir un aislamiento térmico, evitar condensaciones de aire viciado y ahorrar energía.

Las claraboyas tienen distintos sistemas de apertura:

  • Telescópica:Permite fácil acceso desde el interior, pero no es adecuado para la ventilación.

  • Directa:Es ideal para obtener una ventilación en aseos, pasillos, y cuartos de calderas.

  • Eléctrica:Se utiliza mediante un motor eléctrico que se acciona por un pulsador fijado a la pared y se usa para ventilar salones, despachos y huecos de escaleras, sin limitaciones en cuanto a las alturas de los techos.

  • Sistema automático y sistema mixto:Actúa como la apertura eléctrica, con un fusible térmico para la evacuación de humos, pero además permite la ventilación por accionamiento manual de un torno fijado a la pared y 10 metros de cable de acero. Estos dos últimos sistemas son ideales para grandes naves como garajes y almacenes que no dispongan de aire acondicionado ni calefacción.

La última tecnología

A finales de los años noventa, unos investigadores australianos unieron un tubo de aluminio a una pequeña cúpula transparente. Con ese invento crearon un artefacto pequeño, de 10 centímetros de diámetro, que puede iluminar naturalmente una habitación de 10 metros cuadrados. El aparato capta la luz diurna en el exterior de una casa independientemente de su orientación, y permite que la luz sea conducida por el interior de descarga del conducto hasta una distancia máxima de 60 centímetros y luego se desparrama por el interior de los ambientes.

La tecnología «spectralight infinity», que así se denomina, ofrece un sistema económico y ecológico para iluminar el hogar y el lugar de trabajo. Además, no requiere grandes trabajos de instalación, nunca deja pasar el agua y es muy fácil de mantener. Puesto que permite dar más luz de forma más económica que las grandes claraboyas tradicionales, constituye una alternativa para las empresas porque permite reducir costes en electricidad, al mismo tiempo que se contribuye a generar un ambiente de trabajo más cálido y confortable: lo frío y lúgubre se transforma dando paso a la luz.

La tecnología «spectralight infinity» es un sistema económico, ecológico, y no requiere grandes trabajos de instalación

Puede instalarse entre las vigas del cielo raso, evitando de este modo la necesidad de realizar modificaciones en la estructura, lo que encarece la instalación de las claraboyas tradicionales. Elimina también la necesidad de realizar paredes, aislamiento, techados, vierteaguas y pintura. La cúpula viene con su propio sistema de acople, que es introducido en el techo existente una vez hecho un orificio que atraviese el material del techado y su cubierta. Hay varios estilos de acople para los distintos tipos de superficies de techo. Debido a la facilidad de su instalación, el producto puede ser instalado en un par de horas.

Precios medios de las aberturas más utilizadas
  • Claraboya fija, base cuadrada, luz de hueco 60 x 60 centímetros, zócalo prefabricado y cúpula parabólica: 110 euros.

  • Claraboya fija, base rectangular, luz de hueco 50 x100 centímetros, zócalo prefabricado y cúpula parabólica: 135 euros.

  • Claraboya fija, base circular, luz de hueco 60 cm, zócalo prefabricado y cúpula parabólica monovalva: 100 euros

  • Ventana de techo basculante de 60 x 90 centímetros: 350 euros.

  • Tecnología “spectralight infinity” (precio aproximado): 900 euros.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube