Aprender a leer
Cada vez más expertos coinciden en que los niños pueden aprender a leer a partir de los tres años
- Autor: Por Azucena García
- Fecha de publicación: miércoles 19 abril de 2006
Aprender antes de los seis años
En los cursos de preescolar, los maestros enseñan a los niños las bases para aprender a leer: letras, sílabas, sonidos? Toda una serie de conocimientos que se fijan en primaria, cuando el niño tiene alrededor de seis años, y que ayudan a adquirir la destreza necesaria para un buen aprendizaje de la lecto-escritura. Sin embargo, si un niño de tres o cuatro años es capaz de distinguir por el dibujo la marca de cereales que quiere para el desayuno, ¿por qué no enseñarle también a esa edad a distinguir el nombre de esa marca? “El niño menor de seis años está muy motivado para leer y en constante comunicación con la lengua escrita: con los cereales que están en la mesa, los yogures, la televisión, revistas, libros? Tienen a su alcance multitud de palabras y la capacidad para decodificar símbolos. Si no aprenden a leer antes de los seis años es porque no ponemos a su alcance los materiales necesarios”, afirma Carmen Herrera, maestra y vicepresidenta de la ONG Asociación Nuevos Pasos.
Según esta experta, el niño puede llegar a la lectura antes de los seis años, desde los tres, porque está perfectamente listo y es una práctica totalmente recomendable: “ellos tienen la capacidad y, lo más importante, tienen la motivación. El niño va por la calle, ve un rótulo de coca-cola y sabe que pone coca-cola. Ve un yogur y sabe de qué marca es porque interpreta símbolos, y ésa es la base de la lectura. No tiene ningún otro misterio. Cuando un niño acude a un supermercado y se pone delante de los cereales sabe cuáles quiere. Sabe el símbolo que acompaña al contenido que él quiere y es el que deposita en el carro”, insiste.
Generalmente, un niño de seis años que llega a primaria sin haber adquirido una buena base para la lectura, sin conocer las letras o sus sonidos, puede emplear todo el primer curso en aprender a leer, mientras que un niño que haya tenido contacto con la lengua escrita, podrá dominar la técnica en el primer trimestre. Es una cuestión de habilidades o de ganas que nunca debe ser impuesta a los niños porque lo realmente necesario para aprender a leer es que el niño quiera leer.
Quienes tienen un aprendizaje temprano de la lectura tendrán también una mejor comprensión lectora, que es la base del lenguaje, y mayores posibilidades de tener éxito en el resto de asignaturas. “Por el contrario, el niño que tiene dificultades en la comprensión lectora va a tener dificultades en otras asignaturas, incuso en matemáticas, y es un firme candidato al fracaso escolar”, asegura rotunda Herrera, para quien el método que aporta mejores resultados a la hora de aprender a leer es “la mezcla del método global con la fonología“, según precisa. “A partir de una palabra dentro de una frase se empieza a analizar una oración completa. Si a esto se une el trabajo fonológico, las letras ya no suenan ‘te’ sino ‘t’, no suenan ‘pe’ sino ‘p’. El método se ha ido depurando, buscando uno más natural y de esta manera el niño aprende que la ‘p’ con la ‘e’ es ‘pe’, pero que la ‘p’ con la ‘a’ es ‘pa’, y así con el resto de las letras”, recalca.