Amputar orejas y rabo al perro, una moda peligrosa

La amputación de las orejas implica riesgo de deformidades y de hemorragias postoperatorias
Por Carolina Pinedo 30 de enero de 2012
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Imagen: hireen

La moda y las cuestiones estéticas no sólo forman parte de la vida de las personas, también afectan a la imagen de los perros. Perros de determinadas razas, como el Bóxer sufren amputaciones de cola y orejas por cuestiones estéticas. Estas amputaciones no son necesarias para el desarrollo físico o psíquico del perro, por lo que gran parte del colectivo veterinario, no recomienda su práctica.

Las características físicas de los perros, en este caso la longitud de orejas y rabo, ayudan a que estén mejor adaptados a su medio. Por ejemplo, en el caso de las orejas del bóxer, cuando no están amputadas y son más largas; ayudan a proteger el conducto auditivo frente a la entrada de objetos externos, como espigas, suciedad, agua o parásitos. De esta manera, el perro tendrá menos posibilidades de padecer otitis o lesiones auditivas.

Riesgo de hemorragias

La amputación de las orejas implica riesgo de deformidades y de hemorragias postoperatorias, porque se trata de unas extremidades con mucha irrigación sanguínea.

En cuanto a la cola, al perro le sirve para mantener el equilibrio y como medio de comunicación con sus congéneres y las personas. Para demostrar que está contento, la moverá con rapidez de un lado a otro.

La amputación de las orejas implica riesgo de deformidades y de hemorragias postoperatorias
Para comunicar que está alerta, la mantendrá erguida e inmóvil. La cola del perro se amputa cuando el animal tiene una semana de vida. Si el corte no se realiza bien, pueden producirse infecciones y requerir que se intervenga quirúrgicamente de nuevo al perro.

Veterinarios en contra

Las amputaciones obedecen sólo a una cuestión estética. Los dueños no están en la obligación de cortar las orejas, o el rabo a su perro. Entre otras cosas, si no se practican este tipo de mutilaciones, se evitará al animal un postoperatorio, que puede complicarse y que le resultará molesto y doloroso.

La mayoría del colectivo veterinario no aprueba las amputaciones por cuestiones estéticas. Según Miguel Ibáñez, veterinario y profesor de etología y bienestar animal de la Universidad Complutense de Madrid, «no es justificable amputar orejas y rabo por una mera cuestión estética» y aconseja a los dueños que «valoren si, por un tema de imagen, merece la pena ocasionar un perjuicio al animal».

Perros y moda

La tenencia responsable de los perros y la moda resultan incompatibles en muchos casos. Las cuestiones estéticas no sólo afectan a la decisión de amputar orejas y rabo a perros de determinadas razas, sino que también provocan el rechazo de perros de determinadas razas, como en el caso de los galgos. Estos estilizados perros tienen una imagen muy peculiar, que no es muy aceptada. La razón es que se les asocia con perros muy nerviosos, que necesitan mucho ejercicio y que tienen un instinto cazador.

Frente a lo que se suele pensar, los galgos son muy adaptables a cualquier ambiente. No es cierto que no se acostumbren bien a la vida en un piso, porque son muy dormilones y hogareños. Los galgos se adaptan bien a cualquier clima y lo que sí necesitan es estar con sus dueños y sentirse queridos e integrados en la familia. En casa son perros muy obedientes, tranquilos, y participativos en la vida familiar.

El mestizaje es sano

Los perros mestizos, es decir los que no tienen pedigrí y no pertenecen a una raza concreta, no suelen sufrir amputaciones de orejas y rabo. A estos perros no se les pueden asignar determinadas características físicas o de carácter, pero están libres de los problemas congénitos que suelen padecer los canes de determinadas razas. Por ejemplo, en el caso de los bulldog, los problemas respiratorios, o si se trata de razas gigantes como el mastín, la displasia (problema óseo degenerativo).

Por otro lado, dejarse llevar por la moda a la hora de elegir un perro de determinada raza, es incompatible con la tenencia responsable. Y es que, hay que tener en cuenta aspectos como su carácter para evitar sorpresas.

Si el corte de la cola no se realiza bien, puede haber infecciones y requerir que se opere de nuevo al perro
Por ejemplo, no todas las personas están preparadas para educar a un perro de una raza que se caracteriza por tener un carácter dominante. Es el caso de perros como los afganos, o los de razas nórdicas, como el Alaska Malamute, que tienen tendencia a ser territoriales y dominantes. Por ello, hay que plantearse muy bien, si se está preparado y capacitado para educar y entender a estos perros.

Consejos
  • No dejarse llevar por la estética; las modas cambian.

  • Considerar que pasar por el quirófano implica siempre un riesgo, aunque sea mínimo.

  • Las orejas y el rabo constituyen para el perro unas herramientas de comunicación muy valiosas.

  • El bienestar del perro prima sobre las cuestiones estéticas.

  • La tenencia responsable de un perro y las modas no son compatibles. Las cuestiones estéticas deben ocupar el último lugar en las prioridades o factores a tener en cuenta a la hora de elegir un perro.

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