Consiguen mejorar la producción de papel con álamos transgénicos

Estos árboles reducen además el impacto negativo sobre el medio ambiente de la industria papelera
Por EROSKI Consumer 3 de junio de 2002

Los álamos transgénicos pueden mejorar la obtención de pulpa de celulosa para producir papel y reducir a la vez los efectos medioambientales negativos de los métodos químicos utilizados por la industria papelera desde hace 150 años, cuando el científico británico Hugh Burgess comenzó en Estados Unidos a fabricar papel a partir de la madera en lugar de trapos.

Así lo asegura un equipo europeo de investigadores, tras analizar los resultados obtenidos en dos ensayos de campo realizados en Gran Bretaña y Francia durante los últimos cuatro años con dos tipos de álamos modificados genéticamente. Estas pruebas experimentales pretendían no sólo comprobar el rendimiento industrial de estos árboles, sino también su posible impacto ambiental. En los ensayos se utilizaron dos clases de álamo, ambos manipulados para alterar la biosíntesis de la lignina, el polímero que en los árboles mantiene unida las fibras de celulosa con la madera.

Actualmente, 30 millones de toneladas de lignina deben ser eliminadas de la madera sólo en Estados Unidos para producir 80 millones de toneladas de pulpa, lo que exige el consumo de grandes cantidades de energía y de compuestos químicos con alto impacto ambiental. La estrategia de utilizar árboles manipulados genéticamente para reducir el contenido de lignina era una de las alternativas exploradas por los científicos, pero se carecía hasta ahora de datos sobre eficacia e impacto en el medio ambiente.

Resistencia a insectos

Siempre según las conclusiones de este estudio científico, los álamos transgénicos crecieron saludablemente durante los cuatros años examinados y no se detectaron interacciones anormales con los insectos o los microorganismos que habitaban en el suelo, a pie de los troncos. Por otra parte, el proceso químico de lignificación (retirada de la lignina) exigió menos compuestos químicos y ofreció una pulpa de mayor calidad cuando se utilizó uno de los dos tipos de árboles manipulados. En los cultivos acotados tanto en Francia como en Gran Bretaña, los álamos mantuvieron intacta su modificación durante sus cuatro años de crecimiento controlado. El menor contenido en lignina no afectó a la resistencia de los álamos al ataque de insectos y organismos patógenos.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube